El Castillo de Doña Blanca: los fenicios y el vino

Una visita curiosa, un descubrimiento singular y una excavación que sacó a la luz lo que, hasta el momento, es la bodega fenicia completa más grande del mundo.

El Castillo de Doña Blanca: los fenicios y el vino / Triana Abad

Triana Abad

Corría el año 1978 cuando Diego Ruiz Mata, profesor de prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid y arqueólogo, en una de sus clases, solicitó a sus alumnos conseguir información sobre algún asentamiento fenicio en tierras de Cádiz.

Uno de sus alumnos, en aquel mismo momento, le mencionó algo sobre unas piezas encontradas en un cerro de El Puerto de Santa María. Ruiz Mata no dejó pasar dos días para visitar el lugar. Se trataba concretamente del cerro de San Cristóbal. Comenzó ahí la historia de una excavación arqueológica y el descubrimiento de lo que hoy se conoce como Yacimiento Arqueológico del Castillo de Doña Blanca.

La solicitud para excavar en la zona, al ministerio de cultura, fue lo primero que realizó en su vuelta a Madrid. Una excavación de prueba delante de la torre, que comenzó en agosto de 1979 y que, en las primeras paladas, ya dejó ver estratos y fragmentos de cerámica. Un año después, los muros a nueve metros de profundidad. Una muestra en tan solo 80 metros cuadrados que hacían presagiar la magnitud de lo que encontrarían en las siete hectáreas restantes.

El proyecto

Han pasado 40 años desde el comienzo de aquella excavación que ha dejado al descubierto la huella fenicia en esta zona de la provincia de Cádiz y, ahora, de la mano de la FEFeMe (Fundación de Estudios Fenicios Mediterráneos), un proyecto que pretende poner en valor los hallazgos, quiere ver la luz.

Un parque cultural, arqueológico y lúdico en la sierra de San Cristóbal para promover la investigación en el Patrimonio Histórico-Arqueológico, el trabajo colectivo entre universidades y centros de investigación nacionales y extranjeros, de manera que se creen sinergias, o la promoción de un turismo cultural de excelencia, repercutiendo positivamente en la economía de la ciudad, son algunos de los puntos dentro del decálogo de valores de la fundación.

Y un punto destacable, convertir el Castillo de Doña Blanca en un centro de impartición de cursos sobre patrimonio y arqueología práctica y del paisaje con carácter internacional destinado a alumnos de todos los niveles, y recuperar las estancias de la torre (salones y habitaciones) para dar albergue a los estudiantes que formen parte de su alumnado.

FEFeMe (Fundación de Estudios Fenicios Mediterráneos)

Con la creación de la FEFeMe se constituye una organización sin ánimo de lucro con Diego Ruiz Mata, Catedrático de Prehistoria y Arqueólogo, y director de las excavaciones, como presidente y promotor de la fundación.

El cinco de marzo de 2020 se puso en marcha esta estructura que tiene como principal objetivo el poner en conocimiento la historia de pobladores autóctonos, fenicios y tartesios de una manera lúdico educativa, no solo en la sierra de San Cristóbal sino, también, en El Puerto de Santa María y en el entorno de la Bahía de Cádiz.

Dentro de las actividades dispuestas a desarrollar, se encuentran la creación del Museo de la Historia del Vino, organización de ciclos de conferencias o la difusión de recorridos arqueológicos.

Y para todos aquellos amantes de la arqueología y la historia, y que quieran colaborar o pertenecer de alguna manera a la fundación, se ha creado la Asociación de Amigos de la FEFeMe. Un lugar donde potenciar el apoyo y la difusión de los estudios realizados por la fundación y una forma de crear iniciativas para dar a conocer todo lo relativo al parque cultural.

Castillo de Doña Blanca

Durante siglos, este lugar ha sido ocupado y desocupado por diferentes pobladores, pero fue en época medieval árabe cuando se establece una alquería almohade y, posteriormente, se construye una ermita, de la cual se conserva su torre.

El Castillo de Doña Blanca debe su nombre a la leyenda popular que cuenta que, en su torre, mantuvieron presa a la reina Doña Blanca de Borbón, esposa de Pedro I.

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El yacimiento se encuentra dentro de la lista de enclaves culturales de la Junta de Andalucía y está abierto al público dentro de los horarios estipulados para ello, y con posibilidad de acceder a rutas guiadas.

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