Diez años después, las guitarras de Paco de Lucía tendrán casa pero todavía no sabemos ni cuándo ni por cuánto

Cuatro de las guitarras con las que el autor de Entre dos aguas forjó su leyenda en giras por los mejores teatros del mundo, así como cuadros, trajes, premios y un álbum de fotografías inéditas de sus 66 años de vida, se exhibirán de manera permanente en el Centro de Interpretación Paco de Lucía de Algeciras, cuya inauguración todavía no tiene fecha.

La que maneja la Fundación Paco de Lucía, donde están presentes los hijos -Casilda, Lucía, Curro y Antonia- y la viuda del artista, Gabriela Canseco, es abril, según trasladó Lucía Sánchez en conversación con Prensa Ibérica, grupo editor de El Correo de Andalucía. Pero el Ayuntamiento de la ciudad, prefiere evitar concretar. "Ya sabes que en política, mejor no dar fechas", responde a este medio de Pilar Pintor, concejela de Cultura del genio de la guitarra, fallecido hace ahora 10 años.

Mientras ambas partes coordinan la apertura, la Fundación ya ha ultimado la selección del material que cede en virtud de un convenio con validez durante los próximos 40 años firmado con el Ayuntamiento, gobernado por el PP desde 2011.

Pero poco más se sabe del acuerdo económico por la cesión al centro de estos fondos. Cuando se pregunta al respecto, Pintor ahonda en que "todo el discurso museográfico está supervisado al detalle por la familia", pero evita pronunciarse por los términos exactos del convenio. Los circunloquios y rodeos son la respuesta habitual para evitar cuantificar este contrato entre ambas partes. "Todo eso es lo que se está viendo ahora con la familia", insiste la también parlamentaria andaluza.

Como ocurrió en el caso del centro dedicado a la figura de Camarón en San Fernando, espacio que también cuenta con material cedido por su familia, la Fundación Paco de Lucía, que de forma honorífica preside Pepe de Lucía, recibirá un canon mensual o anual en concepto de pago por ceder estos fondos.

En el caso del material cedido por la Chispa, viuda de Camarón, nunca se ha trasladado oficialmente a cuánto asciende esta cantidad. Años antes de llegar al acuerdo la familia del cantaor abrió una pugna legal con el Ayuntamiento de San Fernando que, finalmente, pudo reconducirse.

Tampoco a estas alturas, desde la delegación de Cultura cifran la cantidad exacta del coste total de la obra y la puesta en marcha del edificio.

Las últimas informaciones señalan que de la previsión inicial de 1,2 millones se ha elevado hasta los 1,9 millones de euros por múltiples razones. Concursos desiertos, encarecimiento de los materiales fruto de la inflación y la aparición de restos arqueológicos relativos a la época andalusí de la ciudad son algunos de esos episodios en el desarrollo de una obra que han encarecido el proyecto.

El Ayuntamiento de Algeciras no tiene el modelo de gestión definido

Más allá del asunto pecuniario, el Ayuntamiento se esfuerza en subrayar estos días la incardinación que este proyecto tendrán con la actividad cultural de una ciudad con una pobre, paupérrima, programación cultural y en el que la Fundación, que preside Casilda, la primogénita, tendrá un papel muy relevante. "Queremos que el centro marque un antes y un después en Algeciras", destaca esperanzada Pintor.

A estas alturas, las relaciones entre la familia y el Ayuntamiento han superado las tensiones derivadas del tortuoso desarrollo del proyecto. Por ahora, este espacio cultural acumula ya tres prórrogas para su inauguración (la primera fecha dada para su apertura fue el 31 de diciembre de 2022), retrasos, todos ellos, fruto de un corolario de vicisitudes propias de la puesta en marcha de este tipo de infraestructuras por parte de las administraciones públicas.

Con mucha tarea de finalización todavía por delante, en el espacio que antes fue jefatura de la Policía Local, tiempo atrás centro de salud y no muy lejos de la calle San Francisco donde naciera Francisco Sánchez Gomes, se levanta un edificio que a día de hoy no tiene definido su modelo de gestión. En teoría, y según palabras de Pintor, en las próximas semanas el Ayuntamiento clarificará, de la mano de la familia, cómo, quién y cuándo abrirá cada días las puertas de este centro.

Si se opta por personal municipal, quizás sea para una primera fase mientras dé tiempo a la licitación para externalizar la gestión de un complejo cultural que contempla también cafetería, tienda y auditorio al aire libre, entre otros servicios.

La deuda pendiente con el algecireño más universal

Lo cierto es que para cuando se abra el Centro de Interpretación Paco de Lucía se saldará la deuda que tiene Algeciras con su paisano más universal. En la actualidad, la ciudad carece casi por completo de una proyecto global y digno que honre al guitarrista que revolucionó el flamenco y que dejó impregnada en gran parte de su obra los paisajes de Algeciras y el Campo de Gibraltar, aquel territorio mítico de su infancia. Estos días, ha salido a la luz piezas inéditas que evocan el tocaor superdotado que fue de niño.

En su ciudad natal, el conservatorio que lleva el nombre del artista, dependiente de la Junta y donde se debieran formar las nuevas generaciones de músicos de la ciudad, esos niños dotados para la música, sigue sin sede propia desde hace décadas.

Desde 2010 está de prestado en el Instituto de Secundaria Isla Verde y antes estuvo durante años, demasiados, en el Instituto Miguel Hernández. La Junta de Andalucía se comprometió a construir un edificio en 2014 y desde febrero de 2015 tiene ya la cesión de suelo por parte del Ayuntamiento. El pasado diciembre la Gerencia de Urbanismo aprobó la licencia de obras y el presupuesto total que maneja la Consejería de Educación, que en esta etapa parece por fin haber desencallado el proyecto, es de 16 millones.

Más allá de una ruta Paco de Lucía, paupérrima de recursos señaléticos y publicitarios, más allá de la estatua de bronce, obra de Nacho Falgueras, que recibe al visitante que llega al Puerto de Algecira,s y más allá del recuerdo en murales y grafitis en los rincones que marcaron la vida del genio -la avenida de la Cañá y el Rinconcillo, por ejemplo-, desde el punto de vista institucional, Algeciras no ha estado a la altura de Paco. Pero sí su gente.

Veremos ahora qué suerte corre el Centro de Interpretación que, según defiende en su web la Fundación, ”trascienda la función de contenedor cultural y se convierta en un referente en el ámbito del flamenco. El propósito es construir un espacio donde compartir y celebrar el conocimiento del guitarrista que revolucionó el género. Un centro que aúne la reivindicación de lo propio y la renovación de las formas, sirviendo de polo integrador entre artistas consagrados y emergentes para generar nuevas formas de explorar y potenciar un legado del que la cuidad de Algeciras se siente orgullosa”.

Fue el último gobierno socialista de la Junta de Andalucía, en 2016, el que inició los trámites de este proyecto enmarcado en una partida de los fondos europeos de la ITI (Inversión territorial integrada) destinados a la provincia de Cádiz. En total, ocho años de trabajos plagados de vicisitudes.

Tantas, acaso, como la propia biografía de un músico irrepetible, de un artista que abrió caminos. Así quedará reflejado en la musealización del centro que contará con cinco salas: El hijo de la portuguesa, El dueño de la guitarra, Genio del flamenco, Guitarrista del mundo y Paco en imágenes. Y que está desarrollando la empresa Reina de corazones, especializadas en este tipo de discursos expositivos, donde lo multimedia y al experiencia inmersiva lo son todo: así lo han hecho en el Museo Camarón, en San Fernando, en el Museo de Lola Flores, en Jerez y en decenas de centros por toda España.

En este caso, y según explica el Ayuntamiento, el discurso de las salas abarca su niñez y aquella vida alumbrada en la Bajadilla, la popular barriada que, ayer como hoy, es sinónimo de multiculturalidad y abandono de las administraciones, hasta la repercusión de su obra en todo el mundo y en todos los géneros. Si el resultado será satisfactorio es, todavía, una incógnita.

Estos días se han publicado libros y biografías que dibujan el perfil humano y la obra de un artista superdotado: El enigma Paco de Lucía, de César Suárez (Lumen) o Paco de Lucía, el primer flamenco ilustrado de Manuel Escacena (Almuzara), que se suman a la obra publicada en vida del maestro por el algecireño Juan José Téllez, gran biógrafo y amigo del guitarrista universal, ausente por completo de un proyecto que se espera con ansia en la ciudad que, como en tantos temas, llega casi siempre tarde a lo importante.