Turismo

La tasa turística divide al Gobierno de Juanma Moreno y abre una discusión con los alcaldes

Mientras el consejero de Turismo, en sintonía con las empresas de la Costa del Sol, argumenta que el sector no pide la tasa, voces en el partido y alcaldes de capitales proponen, al menos, repensar este asunto

Adelante Andalucía registró en diciembre en el Parlamento una proposición de ley para la creación del tributo por el que se podría recaudar hasta 180 millones de euros, el Consejo de Gobierno no ha emitido informe

El consejero de Turismo, Cultura y Deportes conversa con el presidente de la Junta durante el Foro Exceltur. / El Correo de Andalucía

Patricia Godino

El debate sobre la tasa turística -reavivado a raíz de la polémica privatización de la Plaza de España- ha generado grietas en el Consejo de Gobierno y, en general, en las filas del PP. "No es división, es disparidad de opiniones", apresuran a matizar fuentes del Ejecutivo andaluz.

Son las distintas formas de calificar una situación que, en resumen, es la del consejero de Turismo, Cultura y Deportes frente a otros consejeros dispuestos a revisar la postura pública del Gobierno respecto a este tema. También comparten esta visión algunos alcaldes de capitales andaluzas consultados por El Correo de Andalucía, favorables a incorporar nuevos ingresos a las arcas municipales "por esta vía o por la que sea", en un contexto de queja permanente por la infrafinanciación de los ayuntamientos.

También en el seno del Grupo parlamentario Popular se suceden las opiniones que reclaman repensar la postura pública del partido. "Al menos abrir el tema, estudiarlo, que se vea que nos preocupa este asunto", es decir, que el partido que gobierna con mayoría absoluta, que controla todas las alcaldías de las capitales y 6 de 8 diputaciones provinciales está dispuesto a hablar, sin demonizar el sector, sobre las consecuencias del turismo y cómo este motor indispensable en la economía andaluza puede contribuir al mantenimiento de las ciudades y su patrimonio.

Abrirse a estudiar, repensar, escuchar... son algunos de los verbos que intercalan quienes defienden analizar sin complejos los pros y contras de la tasa turística.

La mayoría de fuentes con las que ha hablado este medio -cargos públicos, alcaldes, fuentes del estrecho equipo de los consejeros-, prefieren no identificarse, pero no por ello evitan valorar la monolítica postura de Bernal: "Muchas veces responde más a los intereses del sector en la Costa del Sol que a los del partido", dicen del consejero que atesora un amplísimo curriculum en el sector privado y público en la gestión turística y que ocupaba, hasta su llegada a Extenda en 2019, el cargo de director general de Turismo y Planificación Costa del Sol de la Diputación de Málaga.

Un tasa en contra del lema bajada masiva de impuestos

Con un PP que se estrenó en el poder con el lema bajada masiva de impuestos y que continúa asentado en él, desde 2022 con mayoría absoluta, con una política fiscal a la baja, que compite cuerpo a cuerpo con la Comunidad de Madrid, hablar de tasas abiertamente es peliagudo cuando no contradictorio. Al final una tasa es "la creación de un tributo autonómico", explican estas fuentes.

Tasa, tributo, impuesto al viajero, impuesto de sostenibilidad turística. Un pago mínimo que se podría recaudar sólo a extranjeros o a la llegada al hotel o previa reserva hotelera o sólo en aeropuertos. "Fórmulas hay, ese no sería el problema, la cosa es querer hacerlo", explica una fuente del PP.

Por eso la comunicación es un factor clave para abordar este asunto. Y por ahora, en público, todos o casi todos esconden la cabeza. Hay excepciones: Paco de la Torre, el incombustible alcalde de Málaga, expuso hace un mes en un foro que no era contrario a su creación, pero que eso le tocaba ponerlo en marcha a la Junta, "con el sector de la mano", recalcó. Colocó la presión sobre el Gobierno de Moreno.

El alcalde de Cádiz, Bruno García, de perfil moderado y con mayoría absoluta en una ciudad que afronta retos enormes en materia de falta de vivienda y vulnerabilidad social, maduró su postura en seis meses desde su llegada al cargo.

Sólo así se entiende que en julio, recién llegado a la alcaldía, votara en contra de la moción presentada por Adelante Izquierda Gaditana y en enero pasado, ante la misma propuesta, votara abstención. Cádiz lleva años encadenando pérdida de población local frente a la proliferación de la industria turística.

David de la Cruz, portavoz municipal de Adelante argumenta las bondades de la tasa con datos: Cádiz podría recaudar hasta cuatro millones de euros aplicando un pago variable. "No sería la misma tasa para un hotel de cinco estrellas, un crucero o un apartamento turístico que un hotel de cuatro estrellas o un hostal familiar", explica a este medio.

En los últimos meses, los grupos de la oposición en la mayoría de ayuntamientos de las capitales andaluzas han llevado a los plenos municipales mociones sobre la tasa turística. Todas coinciden en que lo recaudado debería contribuir de manera directa a paliar el gasto en servicios públicos que se genera en términos de limpieza o seguridad o afección del patrimonio o a barrios vulnerables.

En Baleares, el gobierno del PP ha mantenido la tasa creada por el PSOE y cifra en 2024 en 350 millones lo recaudado por esta vía

En el reciente foro de alcaldes de las ocho capitales andaluzas, celebrado en Huelva, la tasa no estuvo en el orden del día pero sí en las conversaciones. Son estos primeros ediles los que testan a diario por dónde va el runrún de la calle.

La tasa se aplica en ciudades del entorno europeo como París o Roma y en España, en Barcelona. El Gobierno de las Islas Baleares, del PP y apoyado por Vox desde el Parlamento autonómico, ha visto a bien mantener este pago extra para el viajero creado por el anterior ejecutivo socialista, con pagos mínimos dependiendo del tipo de alojamiento.

En el marco de la Feria ITB Berlín, Marga Prohens anunció que a lo largo de 2024 el turismo movilizará 350 millones de euros procedentes del impuesto de sostenibilidad, la forma en que allí se bautizó la tasa turística. El turismo es para Baleares como para Andalucía su gallina de los huevos de oro.

Turismo responde como un salmo: "La Junta no contempla la tasa mientras no haya apoyo del sector"

La respuesta de Turismo en esta ocasión, como en todas las anteriores veces que este tema ha saltado a los titulares, suena a salmo: "La Junta a día de hoy no contempla la tasa mientras no haya apoyo del sector".

Pero en un asunto de esta envergadura ¿quién dirime qué sector debe opinar sobre los demás?, ¿le compete a los alcaldes pronunciarse al respecto?, ¿deben ignorarse la opinión de las asociaciones de vecinos o la de los expertos que estudian la convivencia y equilibrio ciudadanía-turismo?, ¿ha de circunscribirse la oportunidad o no de la creación la tasa turística a hoteleros y hosteleros?

¿Por qué evitar el debate? Para De la Cruz "no se trata de un debate político, de si el PP está favor o en contra, es que ya es un debate ciudadano y eso no se puede parar, antes o después hay que abordarlo".

A finales de diciembre, Adelante Andalucía registró en el Parlamento una Proposición de Ley por la que el Consejo de Gobierno aun no ha emitido informe

A finales de diciembre, Adelante Andalucía registró en el Parlamento una proposición de ley para la creación de un impuesto para las estancias turísticas. Entonces, su portavoz, José Ignacio García defendió, según sus cálculos, en Andalucía se podrían recaudar anualmente hasta 180 millones de euros. Andalucía cerró 2023 con casi 34 millones de turistas.

Desde que los herederos del partido de Teresa Rodríguez registraron esta iniciativa, nada más se ha sabido al respecto.

Fuentes del Parlamento confirman que la propuesta fue remitida al Consejo de Gobierno para su informe. Pero el informe no ha llegado. El Gobierno no está obligado a emitir informe, pero es lo habitual. No emiten informe cuando el asunto es peliagudo. Cuando el PP y Vox, cada uno por su lado, registraron la proposición de ley por los regadíos de Doñana, el Consejo de Gobierno se puso de perfil y evitó emitir informe.

Y el Ministerio de Hacienda, ¿se moja?

Desde el punto de vista técnico la tasa turística es un impuesto y no una tasa, según los expertos consultados. En el caso de los ayuntamientos, entre otras fuentes de financiación tienen los impuestos, regulados en una ley estatal (Ley Reguladora de Haciendas Locales), que establece impuestos obligatorios como el IBI y otros de exacción voluntaria como el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras. En este caso, el Ministerio de Hacienda podría reformar la ley estatal y establecer un impuesto voluntario por las estancias turísticas, de tal manera que los ayuntamientos decidirían si quieren aplicarlo o no. Si el Estado regula este impuesto, las Comunidades Autónomas ya no tendrían que regularlo. Pero puede darse el caso de que lo regule una comunidad autónoma (en Andalucía pasó con el Impuesto de Residuos) y luego lo regule el Estado, en cuyo caso debe compensar a las comunidades que ya lo aplican. Esto no es muy habitual. Fuentes del Ministerio de Hacienda opinan que como tasa que es "no es competencia de la administración central".

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