TRABAJO

Los 15 mil trabajadores transfronterizos de Gibraltar: "Vivimos en la incertidumbre desde el Brexit"

Unos 15.400 trabajadores, diez mil de ellos españoles, cruzan a diario la frontera que separa España de Reino Unido en una comarca siempre necesitada de acuerdos e inversiones

Centenares de pymes y autónomos del Campo de Gibraltar viven de los encargos y pedidos que les llega al otro lado de la Verja

Monumento al trabajador transfronterizo, en La Línea de la Concepción / El Correo

Patricia Godino

En la España en blanco y negro, José Luis y su guitarra hizo fortuna con su Gibraltar, español. La letra, que luego Karmele Marchante rescató en los inopinados concursos musicales de Sálvame (Q.E.P.D.), rezaba "Gibraltar, Gibraltar, punta amada de todo español". Aquel hit del franquismo sirvió durante meses, hace unos años, para animar las tardes de Telecinco ante una audiencia que poco o casi nada conocía de la vida diaria en torno a la última colonia que queda en pie en toda Europa.

Porque lo común es que, a medida que uno se aleja de la Verja, sea más fácil formular estas proclamas identitarias sin mucho miramiento. Pero la realidad, como casi siempre, tiene matices.

Este viernes, Fabián Picardo, ministro principal del Peñón, se ha sentado por primera vez con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y con su homólogo británico, David Cameron, además del vicepresidente de la Comisión Europea y encargado de las relaciones con Londres, Maroš Šefčovič, para tratar de amarrar un acuerdo para Gibraltar que ya se ve cerca y que es vital para la comarca.

Las furgonetas dan la medida de la actividad económica para la comarca

"Si uno llega a las siete de la mañana de un día cualquiera y se aposta en la frontera", justo donde se levanta el monumento al trabajador transfronterizo que diseñó Nacho Falgueras, "verá una hilera larguísima de coches y furgonetas que diariamente entran al Peñón; ahí es donde se mide de qué hablamos cuando hablamos de lo que significa Gibraltar en la economía de la comarca", explica Manuel Triano, secretario del Grupo Transfronterizo que en los últimos años ha tratado de conciliar las posturas a ambos lados.

"Fontaneros, carpinteros, repartidores de los productos frescos de las empresas alimentarias de la comarca... su economía depende de Gibraltar"

Manuel Triano

— Secretario del Grupo Transfronterizo

"Si ya es difícil poner de acuerdo a patronal y sindicatos, imagina hacerlo con empresarios y sindicatos de ambos territorios", valora el también secretario general de CCOO en el Campo de Gibraltar.

Todos esos coches, con esperas que según el día pueden durar horas, son los 15.400 mil trabajadores que traspasan a diario, desde La Línea de la Concepción, esa línea recta que separa dos países que, desde el Brexit que se votó el 1 de febrero de 2020, ya no pertenecen al mismo club, el de la Unión Europea.

Además, de los trabajadores transfronterizos, de ellos 10.400 son españoles, están todos esos autónomos y empleados de pymes que, diariamente, participan de la economía de la Roca: "Fontaneros, carpinteros, repartidores de los productos frescos de las empresas alimentarias de la comarca... El nivel adquisitivo de Gibraltar es alto, si se cierra en falso este acuerdo no sólo se manda al paro a los que trabajan dentro de la colonia, sino que afecta directamente a la economía de esas empresas que comen del Peñón", razona Triano.

Desde el referendum que motivó Cameron (paradójicamente quien hoy quiere solventar aquel laberinto en que ha sumido a su colonia), lo que hay es una situación de limbo que se eterniza.

"Los empresarios en Gibraltar, en lugar de contratos de larga duración, han apostado por la temporalidad porque las dudas jurídicas no da seguridad, sino todo lo contrario"

Juan José Uceda

— Presidente de la Asociación de Trabajadores Transfronterizos

Los trabajadores "viven en la incertidumbre", resume Juan José Uceda, representante de la Asociación de Trabajadores Transfronterizos que fue aúna las voces de todos aquellos con un contrato de trabajo en vigor en Gibraltar a 31 de diciembre de 2020. "Los empresarios en Gibraltar, en lugar de contratos de larga duración, han apostado más por la temporalidad porque las dudas jurídicas, el ruido no da seguridad para los contratos, sino todo lo contrario".

Hostelería, comercios, construcción, mano de obra española en el Peñón

Uceda, durante años director de compras de unas empresas de la construcción en la Roca, lleva años reclamando derechos laborales para todos los españoles, jubilados o en activo, que han contribuido a lo largo del tiempo a la boyante economía de la Roca. 

En la actualidad, las tareas que copan los españoles, linenses en un 85%, son trabajos principalmente en la hostelería y el comercio, que convierten este territorio de menos de 7 kilómetros cuadrados en uno de los atractivos turísticos más pintorescos, por raros y singulares, del sur de Europa.

También está todo ese grupo de empleados del sector de los cuidados y de la construcción, que sin oportunidades laborales en la comarca, encuentran en la actividad del Peñón un sueldo. La construcción, por ejemplo, es un sector activísimo en un istmo que crece y crece artificialmente sobre el mar para incorporar más terreno a una colonia cuyo problema es el espacio.

Aspecto que presenta una de las calles principales de Gibraltar este viernes en el que Reino Unido y España se reúnen en Bruselas para llegar a un acuerdo sobre el peñón. / A.Carrasco Ragel / EFE

Luego, están todos esos profesionales de las finanzas que hacen de Gibraltar un territorio siempre controvertido en material fiscal y, por último, el gaming es último nicho de mercado donde ha encontrado la Roca negocio.

Porque si hay una cosa que sabe hacer bien los gibraltareños son los business.

El Peñon votó masivamente contra el Brexit

Por eso, cuando en Reino Unido se votó a favor del Brexit, los gibraltareños votaron masivamente en contra de su metrópolis. Querían ser gibraltareños, británicos pero también europeos desde esta plaza al sur del sur de Europa.

Suficiente inconveniencia era mantener una frontera entre dos países europeos como para tener una verja siendo un país fuera de la Unión Europea.

Ése es es asunto mollar de la negociación que de este viernes. Una vez más, el encuentro, celebrado esta vez en Bruselas, ha acabado con buenas palabras pero sin acuerdo. Aunque las partes dicen que "ya está cerca".

La intención es que esa Verja y todos los flecos del acuerdo con Reino Unido, en el que está mediando la Comisión Europea, quede solventado antes de las elecciones europeas.

Desde el ámbito de los trabajadores entonan un "ojalá" unánime.

El alcalde de La Línea de la Concepción (Cádiz), Juan Franco, y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, se abrazan delante de la verja de Gibraltar y España en un acto con el que la localidad gaditana y la colonia británica cierran los actos que han organizado para conmemorar el 50 aniversario del cierra de la verja. / EFE/A. Carrasco Ragel

Preguntado por este asunto por El Correo de Andalucía, Juan Franco, alcalde de La Línea, vecino de Gibraltar, y principal testigo de cómo la incertidumbre atenaza la economía local por rachas, prefiere no hacer declaraciones.

Como alcalde, con una mayoría épica (22 de 25 concejales) desde un partido independiente la complicada realidad social de La Línea desde 2015 y teniendo que hacer frente al estigma del narcotráfico, Franco no está para más promesas.

Una de esas promesa fue la de las 112 medidas del Programa Andaluz de Medidas de Preparación y contingencia ante la retirada del Reino Unido de la Unión Europea, presentadas por la Junta de Andalucía en abril de 2020, al año de llegar Juan Manuel Moreno al Gobierno andaluz.

Con el tiempo, aquello fue lo que parecía: humo. Cuatro años después, ese plan "se ha quedado en nada", sentencia Triano.

La economía del Campo de Gibraltar, dependiente de la Roca

En una tierra siempre falta de inversiones y apuestas de las administraciones, que la economía del Campo de Gibraltar depende del Peñón en un porcentaje altísimo es tan evidente como que los llanitos, la fórmula en que se llama también a este pueblo, no quieren ni por asomo ser españoles desde que los ingleses lograron esta Roca en 1703. Aunque el spanglish que se habla en esta tierra tenga el soniquete del acento gaditano.

En 1967, los gibraltareños votaron masivamente seguir siendo colonia y, por tanto, negar la soberanía española. Dos años después, Francisco Franco pegó el cerrojazo a la Verja, en un operación que duró 13 años y que dejó unas heridas que todavía persisten. Como compensación a la emigración masiva que comenzó entonces, el gobierno de la dictadura apostó por levantar industrias en la zona. La primera fue Acerinox que, desde hace dos meses, reclama mejoras laborales y que ha llevado esta semana su grito hasta el Parlamento de Andalucía.

"Si cae Acerinox y lo de Gibraltar no se resuelve, ¿qué futuro queda para esta comarca?, ¿que emigren todos los jóvenes de aquí como me pasó a mí?

"Si cae Acerinox y lo de Gibraltar no se resuelve, ¿qué futuro queda para esta comarca?, ¿que se vayan todos los jóvenes de aquí como me pasó a mí?, explica a este periódico Manuel, vecino de Algeciras, hoy octogenario, que, como muchos otros de su generación, emigró a Francia en los 60.

En la negociación que ha llevado a Albares hasta Bruselas está el problema del aeropuerto, que pasará a estar custodiado por Frontex, la gestión de la frontera, asuntos a los que se les pone menos foco como el comercio de tabaco o la política medioambiental en la Bahía, pero también los derechos de los trabajadores.

Uceda enumera algunos: el cobro de las pensiones -"apenas un tercio es lo que cobra un español que trabajó al 100% de sus horas en Gibraltar que lo que percibe un gibraltareño", la falta de cobertura para las bajas laborales de un trabajador transfronterizo, "que está desprotegido en España", o la doble cotización son asuntos que, valora, "están encauzados".

Flecos todos ellos que siguen coleando en un acuerdo que se acaricia en la diplomacia y se anhela alrededor de la Verja.

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