Salud
Andalucía intensifica el control para evitar el pico de enfermedades transmitidas por mosquitos
El primer caso de Virus del Nilo en España se ha dado esta primavera en la localidad sevillana de Lebrija. Solo el año pasado, Andalucía registró 100 casos de malaria y 47 de dengue, aunque todos ellos importados de otros países
El Gobierno andaluz acaba de aprobar un plan para combatir la transmisión de enfermedades a través de mosquitos, pulgas, piojos o garrapatas, mientras los expertos realizan un llamamiento a la prevención individual
Actuaciones de fumigación para controlar la propagación de mosquitos que transmiten el Virus del Nilo en Coria en el año 2020 / María José López - Europa Press
Lluvias, calor y viajes: este es el cóctel perfecto para la transmisión de enfermedades a través de los mosquitos y otros insectos u otros "vectores artrópodos", según los expertos. Todos estos ingredientes se dan en Andalucía. Debido al cambio climático, la comunidad autónoma se enfrenta a temperaturas cada vez más cálidas.
También a episodios de lluvias cada vez más extremos, como es el caso del pasado mes de marzo, que fue uno de los cuatro más lluviosos del siglo. A todo esto, se une la mayor movilidad de viajeros entre países, con récords de turistas periódicos.
Jordi Figuerola, investigador de la Estación Biológica de Doñana y del Centro de Investigaciones Biomédicas, en Red en Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), explica que "la lluvia y el calor, con un marzo que ha superado los 30 grados en distintos puntos de Andalucía es el paraíso de las larvas".
"Antes no había tanto problema, pero ahora con alta movilidad humana, con la gente viajando por vacaciones o para volver a su país de origen, además de las fotos de sus vacaciones, los viajeros se traen virus", asegura.
El primer caso de Fiebre del Nilo en Lebrija
Según los datos de la Consejería de Salud, durante 2023 se declararon en la comunidad 47 casos confirmados y probables de dengue, y más de 100 casos de malaria. Enfermedades importadas a las que se unen las autóctonas, como los 76 casos de leishmaniasis y los dos casos de Fiebre del Nilo (FNO).
La incidencia de esta enfermedad endémica continúa controlada y no llegó al centenar de casos en España en 2023
Estas enfermedades suponen el 17% de las transmisibles a nivel mundial y causan más de 700.000 muertes al año en el mundo. En Andalucía, se registraron tres muertes de pacientes, en la mayoría de los casos con patologías previas, por este motivo. Un hombre de 81 años por leishmaniasis, una mujer de 68 años por paludismo y otra de 84 años una por FNO.
De hecho, en abril ya se ha computado el primer caso de Virus del Nilo en la localidad sevillana de Lebrija. No obstante, la incidencia de esta enfermedad endémica continúa controlada. 2023 se cerró con un centenar de casos en toda España.
La Estación Biológica de Doñana cuenta con un Observatorio de Mosquitos del Guadalquivir, a través del que realizan capturas en diferentes municipios, como Palomares o La Puebla del Río, en Sevilla.
Así estudian la evolución temporal de las especies potencialmente transmisoras del virus causante de la Fiebre del Nilo Occidental en las poblaciones cercanas al Guadalquivir.
La Junta de Andalucía ha aprobado un plan para prevenir la transmisión de enfermedades a través de diferentes tipos de insectos. / El Correo
Una estrategia autonómica pionera
Para intensificar las labores de control y prevención en este ámbito, la Junta de Andalucía ha aprobado recientemente un Plan Estratégico Andaluz para la Vigilancia y Control de Vectores Artrópodos con incidencia en Salud (PEVA). Una estrategia que desplegará sus actuaciones hasta 2028 para extremar las precauciones, el control y la prevención en esta materia.
Desde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud explican que Andalucía es pionera en este tipo de actuaciones. "Por el momento, no hay ningún otro plan autonómico que aborde esta problemática, en donde además se traten los diferentes vectores. De hecho, el plan nacional está empezando ahora", David Macías, uno de los coordinadores de esta medida.
Su compañera Carolina Sánchez sostiene que "esta estrategia tuvo su origen con el brote del Virus del Nilo en 2020, que marcó un antes y un después". Para Sánchez, "es una hoja de ruta para poder anticiparnos y proteger a la población".
La administración autonómica destaca que, gracias a las medidas desarrolladas en ese momento, se han conseguido que los valores de infectados y las defunciones por la FNO se reduzcan de manera muy significativa en los años siguientes a su aplicación.
Mucho más allá de los mosquitos
Según recoge este plan, el Gobierno autonómico persigue "proteger la salud y el bienestar de la población andaluza mediante medidas y actuaciones intersectoriales, destinadas a reducir la incidencia de enfermedades transmitidas por vectores artrópodos. Es decir, no solo mosquitos, sino también garrapatas, mosquitos, pulgas o piojos, potenciando y coordinando las actuaciones de vigilancia y control en los ámbitos humano, animal y ambiental".
Este plan nos dota de herramientas para que no aparezcan enfermedades o se minimice al máximo. Lo que se trata es de que no vaya más allá
"Es fundamental tener constancia de estos casos importados para proteger a la población cercana", recalca Sánchez. "Hay que vigilar y controlar los vectores y a las personas, proteger a los enfermos cuando los haya para que no sea un foco de contagio. Este plan nos dota de herramientas para que no aparezcan enfermedades o se minimice al máximo. Lo que se trata es de que no vaya más allá", concluye.
Cambio climático y especies exóticas invasoras
El investigador de la Estación Biológica de Doñana, Jordi Figuerola, también explica que al cambio global, se unen otros problemas en la transmisión de estas enfermedades, como son las especies exóticas invasoras, que suponen todo un reto tanto para la ciudadanía como para los actores implicados en su control y prevención, desde las administraciones públicas a los investigadores.
"En este siglo, cualquier enfermedad de un punto del planeta se puede desplazar a otro, como ocurrió con el Covid". Entre estas especies invasoras, está el mosquito tigre.
En concreto, este mosquito puede transmitir enfermedades virales como el dengue, el zika, la fiebre amarilla y el chikungunya. Por ello, el científico también incide en la necesidad de concienciación por parte de la ciudadanía: "Nos tenemos que proteger. Hay que tener en cuenta que el 30% de los mosquitos tigre crían en zonas públicas, el 70% en zonas privadas. Esto quiere decir que los ciudadanos nos tenemos que implicar en el control de los mosquitos".
Concienciación ciudadana y prevención
En esta línea, Jordi Figuerola alerta: "Hay que evitar las acumulaciones de agua en platos de maceteros, en los desagües de los aires acondicionados, en bandejas en el patio o en los balcones, para evitar las larvas. Solo así evitamos la cría en nuestro entorno".
Figuerola, además, insiste en que "si nos están picando en nuestra casa, hay un lugar en donde están criando. Se desplazan distancias cortas", concluye.
Hay que evitar las acumulaciones de agua en platos de maceteros, en los desagües de los aires acondicionados, en bandejas en el patio o en los balcones, para evitar las larvas
El nuevo plan autonómico, asimismo, pretende seguir impulsando las actuaciones necesarias para dar una respuesta coordinada al riesgo para la salud pública que suponen estas enfermedades. Todo ello con un objetivo claro: prevenir su aparición y asentamiento en Andalucía y prepararla ante la influencia que el cambio climático tendrá sobre este tipo enfermedades.
El equipo de la Consejería de Salud también subraya la necesidad de coordinación entre los consistorios, todas las administraciones implicadas, los investigadores y los profesionales sanitarios. "Los ciudadanos son actores principales, no son meros receptores de estas medidas", apostillan.
800 casos importados de malaria en España, pese a la erradicación de la enfermedad hace 60 años
Un estudio reciente coordinado por investigadores de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), el Centro Nacional de Epidemiología (ISCIII) y el Centro de Investigaciones Biomédicas en Red en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) ha analizado la distribución del principal mosquito transmisor de paludismo presente en España.
El estudio se centra la distribución de los mosquitos transmisores de malaria en España poniendo el foco en que, pese a que la enfermedad se erradicó hace 60 años en el país, "el vector continúa presente". De hecho, España registró 800 nuevos casos importados el año pasado.
Por todo ello, Jordi Figuerola, que forma parte del equipo investigador, se muestra muy cauto: "Son todos casos importados y es importante no mezclar esto con los virus endémicos, pero sí es necesario hacer hincapié en la necesidad de prevención, continuar con el tratamiento hasta el final, para curarse, porque si hay algún riesgo, podrían darse casos locales. Ha sucedido, con frecuencia muy baja. Ha pasado dos veces en los últimos 20 años", explica.
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