Unesco

El Patrimonio Mundial, imán para el turismo en Andalucía

La comunidad autónoma cuenta con nueve bienes protegidos de los 55 registrados en España por la Unesco y es la primera del país en número de declaraciones.

Hay que sumar otros ocho de carácter inmaterial como el flamenco o la dieta mediterránea, y algunos menos conocidos como la cetrería o la técnica de la piedra seca

Vista general de la Catedral de Sevilla con la cara oeste de la Giralda ya restaurada. / José Manuel Vidal / Efe

Rafael Verdú

Los monumentos declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (organismo independiente de la ONU) son una bendición para las pocas ciudades que pueden presumir de tener alguno entre sus límites. Suponen, por sí solos, un atractivo turístico de primer orden; son, además, uno de esos bienes que no pueden levantarse a golpe de talonario, aunque su mantenimiento cuesta una fortuna cada año. 

Andalucía tiene catalogados nueve monumentos como Patrimonio de la Humanidad, todos ellos culturales salvo el Parque Nacional de Doñana, y están repartidos por todas las provincias. A ellos hay que sumar otros tantos de carácter inmaterial, que a veces están limitados a una ubicación exclusiva (como los Patios de Córdoba o los hornos de cal de Morón de la Frontera) pero que casi siempre pertenecen a toda la región, cuando no a toda España o incluso a terceros países. Esos monumentos catalogados por la Unesco colocan a Andalucía como la primera comunidad española en número de declaraciones; por detrás le sigue Cataluña con seis. 

Sólo las tres capitales andaluzas que cuentan con monumentos Patrimonio de la Humanidad rozan los seis millones de turistas cada año. Son Granada, con la Alhambra, el Generalife y el Albaicín en un solo conjunto; Sevilla, con el Alcázar, la Catedral y el Archivo de Indias también de forma unitaria; y Córdoba, la única ciudad andaluza que tiene tres declaraciones (Medina Azahara, el Centro Histórico y la Mezquita, si bien la Unesco computa estos dos como uno en su lista oficial de 54 sitios). 

Visitantes

Es Sevilla la ciudad con más visitantes dentro de este exclusivo grupo, ya que recibió en 2023 algo más de tres millones de visitas, según la Encuesta de Ocupación Hotelera que publica regularmente el INE. Le sigue Granada, con 1,7 millones en el mismo periodo; y Córdoba, con poco más de 900.000 turistas. En total suman más de 5,6 millones de visitantes en el último ejercicio. 

Arcos en el interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba. / Europa Press

Hay que tener en cuenta que esta estadística se basa en las pernoctaciones en establecimientos hoteleros, por lo que no computan quienes duermen en pisos turísticos alquilados a través de plataformas ‘on line’, una modalidad cada vez más en boga sobre la que no existen datos fiables. Tampoco cuentan quienes visitan esas ciudades y monumentos en jornadas de paso sin dormir en hoteles. 

En resumen, la estadística oficial es muy inferior a la realidad. Y hay datos, a priori paradójicos sin un análisis detenido, que lo demuestran. Por ejemplo, la Mezquita-Catedral de Córdoba recibió el año pasado 1,9 millones de visitantes, un millón más de los turistas oficiales. Ocurre porque Córdoba recibe cada día un aluvión de turistas de paso, uno de los problemas locales del sector, pero también por la abundancia de pisos turísticos ajenos al control del INE. Lo mismo puede decirse de la Alhambra de Granada, que por sí sola abrió sus puertas para 2,6 millones de personas, casi un millón más que los turistas censados. 

Vista del Patio de los Leones de la Alhambra. / Miguel Ángel Molina / Efe

Estas tres ciudades con monumentos Patrimonio de la Humanidad son las más importantes para el turismo de interior, pero también se benefician de la declaración otras urbes y regiones andaluzas. Antequera (Málaga), que cuenta en su haber con un conjunto de dólmenes excepcionales, recibió en 2023 casi 130.000 turistas, la mayoría de ellos nacionales. Como ocurre en Córdoba y Granada, hubo más visitas a los dólmenes protegidos, un total de 160.000 el año pasado, que turistas oficiales. 

Doñana

El caso del Parque Nacional de Doñana, que se extiende por las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla, es singular porque sus visitas están muy restringidas para reducir al máximo el impacto sobre un entorno natural muy delicado. Sus visitantes no se computan a través de estancias hoteleras, ya que dentro del espacio protegido no existen establecimientos de ese tipo, ni de casi ningún otro. El Ministerio para la Transición Ecológica computó en el año 2022 poco más de 200.000 visitas a Doñana, lo que lo convierte en uno de los parques nacionales con menos visitas, en comparación, por ejemplo, con los más de 4 millones del Teide en Canarias o los 2 millones largos de la madrileña Sierra de Guadarrama. 

En Úbeda y Baeza, dos ciudades separadas por apenas 10 kilómetros en la provincia de Jaén, sus conjuntos monumentales propios del Renacimiento forman un solo bien Patrimonio de la Humanidad. La Universidad de Jaén, en un análisis de 2023 de su Cátedra de Turismo Interior, cuantifica sus visitas en 134.000 (81.000 en Úbeda y 53.000 en Baeza). 

La Alhambra de Granada, con Sierra Nevada al fondo. / Miguel Ángel Molina / Efe

El último de los espacios catalogados como Patrimonio de la Humanidad es el arte rupestre del Mediterráneo, con numerosos ejemplos en la provincia de Almería, pero también en otras provincias litorales. No existen tampoco estadísticas de visitantes. 

Un tirón para el turismo

En su conjunto, las ciudades y pueblos que se benefician de los nueve bienes Patrimonio de la Humanidad de Andalucía atraen a más de seis millones de visitantes cada año, lo que supone una parte importante del pastel (en torno a un 17%) de los más de 34 millones de personas que visitaron, según las estadísticas oficiales, la comunidad autónoma el año pasado. 

Sevilla y Córdoba son las dos únicas provincias andaluzas con dos declaraciones como Patrimonio Cultural de la Humanidad. En el primer caso, son el Parque Nacional de Doñana en la parte sevillana y el conjunto formado por el Archivo de Indias, el Alcázar y la Catedral hispalenses; en el segundo, incluye todo el Casco Histórico, por un lado, y la Ciudad Califal de Medina Azahara por otro, tal como consta en el listado oficial de la Unesco sobre el Patrimonio Mundial. 

Aves y caballos en el Parque Natural de Doñana. / FJ Olmo / Europa Press

Córdoba es un caso singular dado que es una de las ciudades del mundo con mayor número de declaraciones. Son cuatro, si se cuentan la Mezquita-Catedral y el Centro histórico por separado. A estos dos monumentos se añade el más reciente de la Ciudad Califal de Medina Azahara, en 2018, así como un Patrimonio Inmateral exclusivo como son sus Patios. Por si fuera poco, la provincia cordobesa también participa de las seis declaraciones inmateriales de Andalucía sin localización concreta.  

Junto a los Patios de Córdoba, hay otro Patrimonio Inmaterial exclusivo de una localidad, como es la fabricación artesanal de cal en Morón de la Frontera. Los demás en esta categoría son compartidos por varias provincias, comunidades autónomas e incluso están presentes en otros países. Son bienes que no siempre están suficientemente reconocidos ni protegidos y que tampoco están siempre presentes en los folletos de promoción turística. 

Hablamos de la cetrería, presente en casi toda Andalucía como una forma tradicional de actividad cinegética; la trashumancia, que aún sigue practicándose en toda Sierra Morena, el Valle de Los Pedroches en Córdoba o el Bajo Guadalquivir; las tamboradas, que aunque son más propias de la región centro-norte de España también se dan en sitios como Baena (Córdoba); la dieta mediterránea, que se explica por si sola aunque está presente en todo el país; o las técnicas para construir muros en piedra seca, es decir, sin argamasa ni unión de ningún tipo, que puede verse en comarcas ganaderas del norte de Córdoba. La estrella, sin embargo (y en este caso sí suele estar presente en los catálogos de promoción) es el flamenco, que aunque no es patrimonio exclusivo de ningún sitio dentro del país, sin duda tiene en Andalucía su mayor y mejor expresión.

Todos los bienes Patrimonio de la Humanidad de Andalucía, incluidos los inmateriales, están muy bien valorados por sus visitantes. Un estudio de la Universidad de Málaga puntúa los monumentos del 1 al 5 según las valoraciones de los turistas, que ven la Alhambra como el mejor del listado, con una nota de 4,34 puntos. Le siguen la Catedral de Sevilla (4,13) y el Centro Histórico de Córdoba incluyendo su Mezquita-Catedral(4,12) en los tres primeros puestos. El menos valorado es la tradición de la cal de Morón de la Frontera, con un 3,45 de nota media, por detrás del arte rupestre del Arco Mediterráneo (3,55). En ambos casos la baja nota se debe a que la mayoría de los encuestados se pronunciaron con un «no sabe o no contesta». 

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Las primeras declaraciones como Patrimonio de la Humanidad se aprobaron en 1978. Seis años después llegaron a España gracias a los monumentos de Córdoba y Granada, que abrieron un listado que desde entonces no ha parado de crecer: el arte de la cetrería se incorporó el año pasado y seguramente los títulos seguirán llegando a Andalucía. Es sólo cuestión de tiempo.

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