Europeas 9J

Los críticos del PSOE andaluz elevan la voz y Ferraz calla sobre el futuro de Espadas

Los dirigentes del partido cierran filas, piden calma y no precipitarse frente a los críticos que exigen la dimisión inmediata del secretario general.

Una gestora está descartado en los planes de Ferraz y Espadas cuenta con el apoyo mayoritario, al menos público, de los secretarios provinciales

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a su mujer, Begoña Gómez, en un acto de campaña por el 9J, flanqueado por Juan Espadas y María Jesús Montero. / Álex Zea

Isabel Morillo

“No es una cuestión de personas sino de ciclo” o “hay que aguantar y no es el momento de plantear nada” sobre el relevo de Juan Espadas. Esto dice la corriente oficial del PSOE, en Andalucía y también en la dirección federal, tras la derrota del partido en Andalucía en una cuarta cita electoral con victoria del PP de Juan Manuel Moreno. Las lecturas oficiales, desde la mayoría de las provincias andaluzas y también desde la dirección federal, niegan que exista un agujero de tamaño sideral en Andalucía para los intereses socialistas. Todo lo contrario, insisten en que “se están recortando distancias” y que el cambio de tendencia empieza a constatarse.

Es lo oficial. En cuanto se rasca, admiten que es "la primera vez en la historia del PSOE de Andalucía que perdemos un ciclo completo de elecciones y en solo dos años". Desde junio de 2022 a junio de 2024, los socialistas han perdido las andaluzas, municipales, generales, y europeas. La derrota en esta última cita es además inédita desde que en 1987 los españoles se estrenaron eligiendo el Parlamento europeo. En nueve elecciones, el PSOE había ganado todas en Andalucía salvo la de ayer.

Es la versión que dio la propia portavoz que salió en San Vicente, sede del PSOE andaluz, María Márquez la noche de las europeas tras conocerse los resultados. “Hay una tendencia de recuperación de voto socialista en nuestra comunidad”, señaló. Ferraz evita también disparar contra Espadas. Ahora mismo, cierra filas. La lectura oficial señala que el PSOE andaluz sigue aportando un buen puñado de votos pese a que tienen un problema grave en Andalucía que se suaviza por la fortaleza en estos momentos del PSC de Salvador Illa en Cataluña. Desde las filas andaluzas insisten en que aportan 935.603 votos al resultado nacional (5,2 millones de votos socialistas) y que siguen por delante por delante de Cataluña (732.362 votos).

La única declaración pública del secretario general del PSOE-A se limita, hasta la celebración este lunes de la Ejecutiva regional, a un mensaje en X (antes Twitter) en el que no ha entrado a valorar la derrota en Andalucía: "Este partido, con su Secretario General a la cabeza, ha sido capaz de parar en estas elecciones europeas lo que en otros países de la UE no ha sido posible. La alianza de las derechas con tres cabezas no podrá revertir el progreso y las conquistas sociales en España y no permitiremos que lo haga en la UE. Esta tarde analizaremos resultados y estrategia a seguir en Andalucía en nuestra Ejecutiva regional".

Ferraz enfría los ánimos

Otras voces que se sientan en la ejecutiva federal se limitan a decir que “desde Ferraz no hay consignas”. Es decir, que la dirección de Pedro Sánchez no se pronuncia sobre si deben actuar ya en Andalucía o se inclinan por no perder los nervios y esperar para mover ficha o tomar decisiones sobre el futuro a medio plazo. Sería una sorpresa mayúscula que Moreno adelantara elecciones con una cómoda mayoría absoluta y no tocan hasta 2026. Ni nervios ni ansiedad, recetan. Enfrían cualquier operación.

Creen que precipitarse en estos momentos de lectura en caliente no beneficia y garantizan que Ferraz “no tomará una decisión inmediata” sobre el futuro de Espadas. Además no hay ninguna alternativa clara. Aunque provincias como Jaén mueven ficha por Juan Francisco Serrano, que ahora mismo es diputado nacional y mano derecha del secretario de organización Santos Cerdán en Ferraz, muchos otros líderes provinciales andaluces no respaldan ese movimiento porque no lo ven claro. “¿Para qué?”, se preguntan. La mejor posicionada para ser candidata sería María Jesús Montero pero queda mucho y nadie se plantea moverla del Gobierno y del partido, donde es el principal cortafuegos para Sánchez, para traerla ya a hacer oposición en Andalucía. “Eso es ahora mismo impensable”, zanjan fuentes oficiales del PSOE.

Datos erróneos

Una de las cosas que más sorprenden desde fuera es la falta de rigor en los análisis previos. Cuando el sábado se preguntaba a las voces más autorizadas del partido, el PSOE andaluz daba por sentado que ganar al PP era una posibilidad. Así además lo trasladaron al equipo de Pedro Sánchez. No era una pose, el diagnóstico volvió a errar de forma estrepitosa. Ya les ocurrió en las municipales de hace un año. Ahora lo achacan a la dificultad de hacer cálculos antes una mala decisión.

En mitad de esta incertidumbre llega el PSOE andaluz a una ejecutiva que ha convocado esta tarde Juan Espadas para analizar los resultados. A favor de la actual dirección andaluza juega que Ferraz tiene por delante, de nuevo, asuntos más importantes que Andalucía. El principal objetivo en estos momentos, donde concentrarán sus fuerzas, pasa porque Salvador Illa consiga ser president de la Generalitat. Si eso lo consiguen, tocará tratar de sacar adelante unos Presupuestos Generales del Estado. Todo lo demás, aseguran diversas fuentes del Gobierno y el partido, son asuntos que se postergan a un segundo plano. Meterse a fondo en Andalucía sin tener ni siquiera despejada la legislatura nacional es para muchos “una temeridad”. “Los problemas hay que resolverlos uno a uno y por su orden”, trasladan voces autorizadas del partido.

Crisis en tres provincias

El PSOE andaluz tiene problemas “graves” en Málaga y “serios” en Cádiz o Huelva. Para muchos, las dificultades comienzan también a extenderse a Sevilla, fortín histórico, incluso con tensiones dentro del grupo municipal en el ayuntamiento de la capital y con enfrentamiento abierta entre el portavoz de la oposición, Antonio Muñoz, y el líder del PSOE sevillano, Javier Fernández.

Los críticos, era esperable, alzan la voz. “Los que sufrimos la maldición de Kasandra sabíamos que esto llegaría”, ha advertido Luis Ángel Hierro en la red social X, “Juan Espadas y su ejecutiva debieron dimitir el día que el PSOE de Andalucía perdió las autonómicas. Son como un agujero negro que están devorando la partido. Espero que dimitan hoy”, añadió. Otros como Luis Navarrete, otro histórico del PSOE sevillano, también cargaron en público contra Espadas: “¿Qué tiene que pasar en Andalucía para que algunos “acumulacargos” dimitan”. Hay malestar porque el secretario general sea además portavoz en el Senado porque es un cargo que le obliga a dividir sus fuerzas entre la comunidad andaluza y Madrid y le impide concentrarse en remontar el vuelo desde la oposición en Andalucía. De hecho, Espadas, para muchos, actúa en demasía como portavoz de Pedro Sánchez y en su defensa más que como defensor de los intereses de Andalucía, lo que creen que le resta credibilidad como líder de la oposición.

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En provincias como Córdoba también se mueve un escrito en forma de carta abierta al secretario general que piden tomar nota de "los nefastos resultados" y hablan de un partido "destrozado de Despeñaperros hacia abajo en ocho reinos de taifas, cada cual haciendo la guerra por su lado".

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