COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Andalucía renueva su vínculo con el pueblo saharaui con la acogida de más de 800 niños

El portavoz de Vacaciones en Paz, Manuel Basallote, ha pedido al Gobierno español que adopte la responsabilidad que le corresponde con el pueblo saharaui "como potencia administradora del territorio" y "no lo abandone"

Los niños y niñas saharauis en el Parlamento de Andalucía este viernes durante un encuentro con la prensa.

Los niños y niñas saharauis en el Parlamento de Andalucía este viernes durante un encuentro con la prensa. / El Correo

Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

Andalucía acoge a 800 niños y niñas saharauis este verano. Lo hace, de nuevo, durante el mes de julio y agosto en pueblos y ciudades de toda la comunidad autónoma. Los niños, que proceden de los campamentos de refugiados saharauis en Argelia, tienen entre 8 y 11 años y aterrizan en Andalucía en busca de un verano más amable con las temperaturas y con el entorno.

Estos niños y niñas, que viven en una zona de Argelia que en verano alcanza los 60 grados a la sombra, antes de llegar a los que serán sus hogares durante los próximos dos meses, pasan revisiones médicas que incluyen reconocimiento oftalmológico, bucodental y auditivo.

En un encuentro este viernes en el Parlamento de Andalucía, donde estaban presentes algunos de los niños y niñas que llevan en familias de acogida desde principios de mes, el portavoz de Vacaciones en Paz, Manuel Basallote, ha pedido al Gobierno español que adopte la responsabilidad que le corresponde con el Sahara, "como potencia administradora del territorio", para revertir la situación y no dejar al pueblo saharaui "en el abandono".

Sevilla, a la cola de las acogidas

La distribución de los menores depende únicamente de la predisposición de las familias para alojar a estos niños y niñas. A Córdoba han llegado 146 menores y a la provincia de Sevilla unos 150, aproximadamente.

Los niños pudieron jugar antes del acto de bienvenida. ZARAGOZA, 27/07/2022.- Niños saharahuis juegan durante la presentación del programa de acogida "Vacaciones en Paz" en Zaragoza, este miércoles. Tras dos años de parón por la pandemia, este año han llegado a Aragón 96 niños y niñas de 8 y 9 años que pasarán el verano con las familias de acogida que se han unido al programa 'Vacaciones en Paz' y que opinan que "es lo mínimo que se puede hacer por ellos". EFE/Javier Cebollada

Los niños pudieron jugar antes del acto de bienvenida. / Javier Cebollada / EFE

Sin embargo, el dato más sorprendente se lo lleva Sevilla capital: tal como explica Antonio Martínez, responsable de Vacaciones en Paz de Sevilla, tan solo hay tres niños acogidos en la capital andaluza. Una cifra muy dispar a la de muchos pueblos de los alrededores. De hecho, el propio Martínez afirma, con conocimiento de causa, que "los pueblos acogen más".

Una ayuda bidireccional

"Es una ayuda bidireccional, incluso nuestros propios hijos salen beneficiados de esta experiencia al compartir un tiempo con estos niños y niñas", reconoce Martínez.

Una de las personas que ha acogido a más niños desde que Vacaciones en Paz funciona es la gaditana Milagros de la Cruz, que lleva más de 30 años hospedando a niños saharauis en su casa durante los meses de verano y que además es la responsable de la plataforma en Cádiz.

Uno de los menores ayer en el patio del IAJ. Los niños pudieron jugar antes del acto de bienvenida. ZARAGOZA, 27/07/2022.- Niños saharahuis durante la presentación del programa de acogida "Vacaciones en Paz" en Zaragoza, este miércoles. Tras dos años de parón por la pandemia, este año han llegado a Aragón 96 niños y niñas de 8 y 9 años que pasarán el verano con las familias de acogida que se han unido al programa 'Vacaciones en Paz' y que opinan que "es lo mínimo que se puede hacer por ellos". EFE/Javier Cebollada

Imagen de un niño saharahui que pertenece al programa Vacaciones por la Paz. / Javier Cebollada / EFE

De la Cruz cuenta que, aparte de darle un hogar al niño que llega a Andalucía, se le facilitan revisiones médicas y se vigila y cuida su alimentación, además de darle un entorno seguro y agradable. La responsable del programa en Cádiz lleva tres veranos acogiendo a la misma niña y reconoce que, aunque muchos niños al terminar el verano quieren volver a sus casas para estar con sus padres, otros también sienten mucha pena al tener que marcharse, dejar el entorno y volver a su dura realidad.

"Estos niños se adaptan incluso demasiado bien, son muy espabilados y autónomos, y a pesar de no hablar nuestro idioma, consiguen comunicarse perfectamente con nosotros", destaca De la Cruz, en relación con el comportamiento de los menores.

Estos niños entablan en muchas ocasiones una relación con sus familias de acogida que traspasa la frontera del verano, comunicándose durante todo el año a través de videollamadas, a la espera de que llegue, lo antes posible, el próximo verano.

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