Gastronomía

La capital mundial de la pizza no está en Italia, sino en la costa de Cádiz

Masa fina, cargadas de queso y trozos rectangulares, así son las pizzas este pueblo gaditano

La pizza se cuela, junto al pescado, entre los reyes de la gastronomía gaditana.

La pizza se cuela, junto al pescado, entre los reyes de la gastronomía gaditana. / EUROPA PRESS

Victoria Flores

Victoria Flores

La gastronomía gaditana es rica por su pescado, por su ternera y también por sus pizzas. Nápoles, la meca de la pizza tiene una clara competidora en la costa gaditana, en Rota se hornea desde hace 60 años y este plato de la cocina italiana es ya un clásico en la localidad.

En los fogones de Rota se guisa urta, se maja arranque y, por supuesto, se amasan pizzas. La influencia estadounidense en el municipio de Rota le ha llevado a tener entre sus platos más famosos la pizza. La localidad, que no llega a los 30.000 habitantes -aunque durante el verano triplica su población- cuenta con más de una treintena de establecimientos en los que comer pizza. Según defienden desde el propio Ayuntamiento, la Villa de Rota tiene más pizzerías por habitante que la mismísima madre de la pizza, Nápoles.

En realidad, este plato italiano no llegó por el comercio de la localidad con el país del Mediterráneo, sino que vino en avión de la mano de los militares estadounidenses que llegaron al pueblo con la fundación de la base militar de Estados Unidos en los años 50. De hecho, aunque la pizza llegó a España a finales de los 50, a principios de los 60 ya se registraban restaurantes en Rota que servían este plato. El pueblo se globalizó antes que el resto del país y desde entonces su gastronomía ha tenido vida propia. De hecho, además de las primeras pizzas, en la localidad también se fundó el primer restaurante de comida china de España, el Shanghai.

Un estilo propio

Mientras que por la geografía española cada vez hay más pizzerías puristas, de masa gorda e ingredientes importados de la Península Itálica, en Rota triunfa la masa fina y crujiente, cargada de queso, y, a diferencia del resto del mundo, cortada en trozos rectangulares. Así es el plato de la Costa Noroeste. A diferencia de lo que puede ocurrir en Nápoles o en Roma, en Rota se no la clara mano de los militares en las creaciones culinarias ,entre los principales ingredientes, aquí abundan la hamburguesa, la salchicha o la tan temida piña. Además, aunque los italianos puedan poner el grito en el cielo, es habitual que la pizza venga acompañada de sobres de kétchup o mayonesa para poder añadírselos.

Este triunfo de la pizza roteña es tal, que la mayoría de cadenas nacionales e internacionales que intentan establecerse en el pueblo terminan por cerrar ante la falta de clientes, que prefieren los establecimientos locales antes que el producto de importación global. En la actualidad, apenas hay un par de franquicias que permanecen abiertas. Frente a esto, las pizzerías fundadas en los años 80 o 90 en el municipio acostumbran a tener sus terrazas llenas en temporada alta y en algunas hay que reservar si se quiere lograr una mesa.

En estos restaurantes también triunfan mezclas internacionales como los nachos con queso y carne o el arroz frito -con un estilo entre asiático e inventado- y en los que abundan la comida tex-mex. En la misma mesa puede haber una variante de sushi, tacos "mexicanos" y un par de pizzas familiares. A la hora de pedir una pizza, los clientes no suelen pedir las clásicas margarita o carbonara, sino que tienen la base (con tomate y queso) y a partir de ahí pueden echarle todos los ingredientes que gusten desde bacon hasta alcachofas, cada uno a su gusto.

Tal es la importancia de este plato italoestadounidense en el municipio que, desde hace cinco años, su Ayuntamiento convoca a mediados de marzo el Festival de la Pizza. Durante cuatro días una de las plazas de la localidad se transforma para acoger stands y mesas de los distintos restaurantes que participan. Además, celebran talleres, espectáculos infantiles e incluso DJ para amenizar la jornada, que se extiende desde las 12:00, para los estadounidenses más ansiosos, hasta la 1:00.