CIENCIA

¿Se puede combatir la sequía cultivando algas? Así es la nueva tecnología sevillana para depurar aguas residuales

La Diputación de Sevilla ya ha sacado a licitación la primera depuradora comercial basada en esta solución tecnológica

El Centro de Nuevas Tecnologías del Agua acoge este proyecto que logra depurar aguas gracias a las microalgas.

El Centro de Nuevas Tecnologías del Agua acoge este proyecto que logra depurar aguas gracias a las microalgas. / El Correo

Ana Carretero

Ana Carretero

En marzo, la borrasca Nelson llenó los embalses y dio un respiro importante a agricultores y gestores públicos del agua. No obstante, ya en agosto, las lluvias han sido escasas y las reservas hídricas flaquean de nuevo. En el caso de los pantanos dependientes de la Confederación Hidrográfica del Gualdaquivir, en estos momentos se encuentran al 40%. La situación aun no es crítica, pero dibuja de nuevo el escenario de medidas excepcionales contra la sequía, como las impulsadas en los últimos años.

Ante la escasez de precipitaciones persistente, todos los expertos apuntan a la regeneración y la reutilización del agua como una de las posibles soluciones para usar el recurso de forma más eficiente y sostenible. En la comunidad autónoma el volumen de agua regenerada en uso ya alcanza más del 17%.

El volumen de agua regenerada en uso ya alcanza en Andalucía en más del 17%

De ahí que cada vez sean más las investigaciones en torno a cómo depurar el agua a menor coste económico y ambiental que, además, de soluciones al ahorro de agua en plena la sequía estructural. Una situación a la que Andalucía, por su situación geográfica y cómo el cambio global ha afectado a su clima, se enfrenta ya.

La Universidad de Sevilla ha patentado una nueva forma de limpiar aguas residuales y poder destinarla, por ejemplo, a regar cultivos. Javier Dávila es el profesor del Departamento de Ingeniería Aeroespacial y Mecánica de Fluidos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) que ha liderado esta investigación, y que puede ser realmente útil para aliviar la presión sobre las aguas subterráneas del regadío. En actualidad, por ejemplo, la agricultura es uno de los sectores que más agua consume en Andalucía.

La economía circular de las algas

Drops & Bubbles Tecnología es la empresa creada a raíz de esta solución de ingeniería, como se refieren ellos a su nueva forma de depurar agua a través de microalgas. "Todo esto surge de la investigación en la US, hemos creado una empresa, una vez desarrollada la tecnología, para explotar conocimiento y comercialización de productos y servicios asociados".

¿Cultivar microalgas que al mismo tiempo depuran el agua y encima sirven de fertilizantes naturales para el campo? La idea parece redonda, pero no es sencilla de explicar: consiste en la instalación de una planta de depuración con un reactor biológico que permite convertir agua residual en agua limpia gracias a las algas.

La empresa lleva cinco años trabajando en el Centro de Nuevas Tecnologías del Agua (CENTA) de Carrión de los Céspedes, en Sevilla

La empresa lleva cinco años trabajando en el Centro de Nuevas Tecnologías del Agua (CENTA) de Carrión de los Céspedes, en Sevilla. Y, precisamente, este municipio del Aljarafe sevillano, de unos 2 500 habitantes, limpia una parte de sus aguas en esta planta. Los resultados son tan esperanzadores que la Diputación de Sevilla ha sacado a licitación la primera depuradora comercial basada en la tecnología de depuración con microalgas.

Dávila incide en que, por ahora, esta instalación está pensada para pequeñas poblaciones, de unos pocos miles de habitantes, o para entornos rurales, ya que dependiendo del volumen de litros de agua a depurar, así será la magnitud de los tanques, por lo que necesitaría una gran superficie de terreno. "Estos organismos necesitan hacer la fotosíntesis, se necesitan lagunas de poca profundidad. Por ejemplo, para un pueblo, haría falta una especie de estanque. Lo bueno es que casi no produce olores: las microalgas emiten oxígeno por lo que no huele mal", asegura.

Esta instalación está pensada para poblaciones de unos pocos miles de habitantes o para entornos rurales, ya que se necesita mucho terreno para poder depurar

¿Cómo se depura agua con microalgas?

El agua residual entra en el reactor donde se establece una combinación formada por microalgas y bacterias. Gracias a la luz del sol, estos organismos asimilan el CO2, el nitrógeno y el fósforo, incorporándolos a sus compuestos orgánicos, descomponen la materia orgánica y convierten de manera muy natural y con muy poca energía las aguas residuales en agua limpia. Según Javier Dávila, "este tipo de algas son más eficientes, son unicelulares y crecen muy rápido. Crecen por el exceso de contaminación, de tal manera que se van alimentando y reproduciendo".

Este novedoso sistema no contamina ni emite olores y consume menos energía en comparación con la depuración convencional

Este novedoso sistema no provoca emisiones de CO2 por lo que no contamina ni emite olores, encima consume menos energía en comparación con la depuración convencional, por lo que redundan además en la reducción de coste del mantenimiento de las instalaciones. Un ejemplo claro de lo que llaman la economía circular. "Todo redunda en beneficio", apunta este profesor.

Instalación del Centro de Nuevas Tecnologías del Agua, en Carrión de los Céspedes, Sevilla.

Instalación del Centro de Nuevas Tecnologías del Agua, en Carrión de los Céspedes, Sevilla. / El Correo

Además, de este proceso se extrae biomasa. Es decir, los restos de las algas tras el tratamiento, pueden usarse de abono o fertilizante natural, ya que estimulan el crecimiento de los cultivos. "Son compuestos muy parecidos a los que necesitan las plantas y crecen muy rápido", asegura este investigador.

Los restos de las algas pueden ser usadas para la elaboración de cosméticos, alimentación y biotecnología

Por otro lado, según apunta Javier Dávila, los restos de las microalgas también pueden ser usadas para la elaboración de cosméticos, alimentación y biotecnología, o incluso para la producción de biogás.

Las algas proceden del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis, un centro compartido de la Universidad de Sevilla y el CSIC, que está muy especializado en microalgas, y que ha dotado en un inicio al proyecto de Drops & Bubbles Tecnología de estos microorganismos, que posteriormente se van desarrollándose en el tanque.