SALUD MENTAL
Dos suicidios al día en Andalucía: "La persona quiere dejar de sufrir pero no sabe cómo"
El psicólogo Pedro Martín-Barrajón anima a romper prejuicios: "No hace falta tener una enfermedad mental, nos puede pasar a todos"
El 6% de las personas que se suicidaron en Andalucía en 2022 tenía menos de 30 años
En el año 2022, un total de 830 personas se quitaron la vida en Andalucía. Una cifra aterradora que se traduce en dos suicidios al día. Esto supone una tasa de 9,4 casos por 100.000 habitantes, la sexta más alta del país y por encima de la media nacional, que ese año se situó en 8,9 suicidios por 100.000 habitantes. Los suicidios aumentan cada año en nuestro país y desde 2008 se han convertido en la primera causa externa de mortalidad en España. La Organización Mundial de la Salud proclamó el 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Son datos que arroja la Estadística de defunciones según la causa de muerte publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). A nivel nacional los registros de los últimos años suponen cifras de récord, y la tendencia apunta al alza. En 2022 [últimos datos disponibles] 4.227 personas perdieron la vida por esta causa en toda España.
Pedro Martín-Barrajón es psicólogo y coordinador de la Unidad de Emergencias, Prevención y Duelo por Suicidio en el gabinete Psicólogos Princesa. Martín-Barrajón es uno de los más de 3.500 profesionales sanitarios que este año acudieron al 34º congreso de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), celebrado en Sevilla. Atiende a El Correo de Andalucía para hablar abiertamente sobre el suicidio, para romper estereotipos, superar tabúes e informar a la población.
"Un fenómeno multicausal"
Un aspecto importante que destaca el experto es que "el suicidio es un fenómeno multicausal". Además, apunta Martín-Barrajón, "conviene distinguir los factores precipitantes en cada grupo de edad". En los adolescentes, factores precipitantes "frecuentes y muy poderosos" son el ciberacoso y el ciberbullying, a través de técnicas como el grooming. En los adultos, en cambio, los factores precipitantes pueden ser "la pérdida de estatus, el debut en una enfermedad mental o una enfermedad degenerativa", explica el psicólogo. Mientras que en las personas mayores destacan "el sentimiento de desesperanza, la falta de pertenencia o el aumento de la dependencia", entre otros factores.
En Andalucía, el 6% de las personas que se quitaron la vida en 2022 tenía menos de 30 años: 50 casos en total. Según la clasificación por franjas de edad que realiza el INE, el grupo donde más casos se produjeron fueron las personas entre 30 y 39 años: 107 suicidios que representan el 13% de todos los casos. El mismo porcentaje que representa el segundo grupo más numeroso, conformado por las personas de entre 55 y 59 años, con 105 casos.
El INE agrupa las franjas de edad cada cinco años, pero si se suman todos los casos de la población mayor de 60 años —el corte a partir del cual la Organización Mundial de la Salud habla de "personas mayores"— la cifra asciende a 321 personas que se quitaron la vida, el 39% de todos los suicidios cometidos en Andalucía en 2022.
Rompiendo prejuicios
La sociedad tiene todavía muchas tareas pendientes con este tema. Una de ellas es la de superar ciertos prejuicios, estereotipos o mitos respecto al suicidio. Uno de los principales, según Martín-Barrajón es que "cuando una persona quiere suicidarse, no lo dice". "Esto no es verdad. Por eso se minimiza, se le resta importancia, se cree que es una llamada de atención... nunca son llamadas de atención, son peticiones de ayuda", subraya el experto. "Si alguien nos dice que está pensando en suicidarse, la población general tiene que tener mucho cuidado de emitir comentarios frívolos como 'el tiempo todo lo cura', 'no hay mal que cien años dure', 'hay más peces en el mar'".
La persona no quiere morir, la persona lo que quiere es dejar de sufrir, pero no sabe muy bien cómo hacerlo
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, la línea 024 de atención a la conducta suicida atendió, entre mayo de 2022 y mayo de 2023, un total de 12.309 llamadas procedentes de Andalucía. Una cifra podría ser aún mayor, ya que en prácticamente la mitad de las llamadas la persona usuaria no especificaron su lugar de procedencia (el 52% sí lo especificó).
Otro de los aspectos que hay que superar, según el psicólogo, es el de asociar el suicidio con la enfermedad mental. "Esto es algo que comprobamos en Emergencias: no siempre la persona que intenta suicidarse o que se suicidó tenía un trastorno mental. No hace falta tener un trastorno mental para tener una conducta suicida, es algo que nos puede pasar a todos", expone el experto.
Tampoco es cierto, explica el psicólogo, que "quien quiere suicidarse está muy seguro de lo que hace. Lo normal es la ambivalencia. La persona no quiere morir, la persona lo que quiere es dejar de sufrir, pero no sabe muy bien cómo hacerlo". "Otra de las ideas que flota en el imaginario es que es un acto de libertad y que la persona tiene derecho a decidir sobre su vida", añade Martín-Barrajón. "Es un acto voluntario, pero voluntario no significa que sea libre", desarrolla el experto. "La persona se encuentra en una situación donde sólo contempla dos alternativas: seguir sufriendo o suicidarse, y eso no es una decisión de libertad".
Las autolesiones no suicidas entre los adolescentes y los jóvenes se han convertido en un problema de salud pública / DAVID CASTRO
Perder el miedo a hablar
Con estas cifras sobre la mesa, la siguiente pregunta que cabe hacerse es: ¿cuál es el camino para ayudar y para prevenir? Martín-Barrajón no duda en su respuesta: "Una de las principales barreras que tenemos que superar la población general es perder el miedo a preguntar. Parece que existe el mito de que si le preguntas a alguien si quiere suicidarse, le vas a inducir la idea", cuando lo que ocurre es exactamente lo contrario, explica el experto. "En cambio, si es alguien que ya lo está pensando, puede que con esa conversación encuentre esa mano amiga, y algo fundamental es que la persona no se sienta sola".
El suicidio, desarrolla el psicólogo, "es un acto de intimidad, en el que la soledad tiene mucho que ver. La soledad mata, y uno de los principales factores de protección es sentirte arropado, sentir que eres importante y que perteneces a tu familia, a alguna asociación o colectivo. El sentido de pertenencia es fundamental".
La Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida «Papageno», de Córdoba / MANUEL MURILLO / COR
Romper el tabú
En opinión del experto, "una de las estrategias más útiles que podemos emplear para luchar contra este grave problema de salud pública es informar a la población". El ejemplo que expone sobre este aspecto es tan duro como clarificador: "Lo que nos dicen las personas en duelo por suicidio, es: '¿pero cómo lo iba a saber, cómo lo iba a ver venir, si no he podido ver lo que nadie me ha enseñado a ver?'". "El suicidio ha sido un tabú durante mucho tiempo", subraya, de ahí la necesidad de "informar a la población general sobre qué es lo que tiene que detectar, cuáles son las señales de alarma, los detalles que denotan cierta inminencia de que van a dar el paso al acto" para prevenir más casos.
El suicidio no es más que una solución eterna para un problema que, a menudo, es un problema temporal
"Las notas de suicidio son las señales más evidentes, pero son conductas de cierre", explica el psicólogo. "Pero la población general no sabe identificar señales como que alguien regale objetos de cierto valor sentimental, que arregle el testamento, que dé muestras de afecto muy efusivas, que encargue el cuidado de su mascota, que haga una copia de las llaves de su casa, de hacer visitas inesperadas a familiares o amigos a los que hace tiempo que no ve, cerrar las redes sociales... son formas de 'hacer las paces', de dejar las cosas atadas", ahonda el experto en emergencias, prevención y duelo por suicidio.
Seguir avanzando
El rayo de esperanza a este panorama lo arroja el hecho de que, en opinión del psicólogo, "en los últimos años parece que existe una mayor conciencia" a nivel de sociedad sobre el suicidio. Desde el punto de vista sanitario, el aumento de los casos ha hecho "que los profesionales de la emergencia se vean obligados a formarse" específicamente sobre esta conducta. "Por ese motivo en esta en este 34 congreso nacional de SEMES se ha vuelto a incorporar el tema del suicidio, de la atención telefónica y extrahospitalaria en la atención al paciente suicida", celebra Martín-Barrajón.
El psicólogo termina su conversación añadiendo una reflexión de apoyo: "El suicidio no es más que una solución eterna para un problema que, a menudo, es un problema temporal. Y nos puede pasar a cualquiera que atraviese una situación suficientemente complicada como para no saber resolverla".
Línea 024
El Ministerio de Sanidad promueve la Línea 024 de atención a la conducta suicida. Se trata de una línea telefónica de ayuda a las personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de conducta suicida, y a sus familiares y allegados, básicamente a través de la contención emocional por medio de la escucha activa por los profesionales del 024, la recomendación de que contacten con los servicios sanitarios del SNS o la derivación al 112 en los casos en los que se aprecie una situación de emergencia. En caso de emergencia vital inminente puede llamar directamente al teléfono de emergencias 112.
La línea 024 no pretende reemplazar ni ser alternativa a la consulta presencial con un profesional sanitario cuando sea necesaria.
Los destinatarios de la línea son las personas con conducta o ideación suicida, así como los familiares o allegados de víctimas de suicidio o de personas con ideación suicida.
El 024 es un servicio de alcance nacional (accesible desde todo el territorio nacional), gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.
Programa de Prevención de la Conducta Suicida
Andalucía cuenta con un Programa de Prevención de la Conducta Suicida, ante el grave problema de salud pública que esto implica. Este programa, impulsado por la Consejería de Salud y Consumo para el periodo 2023-2026, tiene como objetivo prevenir y disminuir las conductas suicidas en Andalucía. Este programa, aprobado el año pasado, propone acciones de prevención universal, selectiva e indicada; detección precoz de riesgo en grupos vulnerables; desarrollar intervenciones específicas que alivien el dolor que sufren esas personas muy cercanas a las personas que culminan su intención suicida; y también fomentar la formación e investigación en suicidio.
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