Andalucía tiene un Defensor del Pueblo en funciones y no hay relevo a la vista

El mandato del Defensor del Pueblo Andaluz ha caducado. Desde este jueves, Jesús Maeztu (Medina Sidonia, Cádiz, 1943) ocupa su cargo en funciones, pero en el Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento de Andalucía, parece que no hay mucha prisa por sustituirlo.

El Defensor, que está a punto de llegar a los 81 años, dejó claro en noviembre de 2023 que sus días al frente de la institución estaban contados y mostró su voluntad de no repetir por tercera vez en su cargo. Después de 10 años, Maeztu trabaja con el mismo compromiso y energía pero consciente de que su tiempo ya ha pasado.

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A diferencia de lo que ocurre en la legislación estatal, donde una vez caduca el mandato, entra un encargado adjunto hasta que se elige a un nuevo defensor, en Andalucía, el mandato se puede extender en funciones sin un plazo de finalización concreto.

En el Parlamento nadie pone nombres sobre la mesa

Este profesor universitario de Derecho del Trabajo llegó al Defensor del Pueblo Andaluz como adjunto de Manuel Conde-Pumpido y ya en 1994 se convirtió él mismo en el Defensor, cargó que ocupó hasta 1996, cuando decidió volver a la Universidad y para hacerse cargo como primer comisionado para la transformación del barrio del Polígono Sur en Sevilla. 10 años después, en 2013, Maeztu volvió a la dirección de Defensoría sucediendo al también gaditano José Chamizo, de Los Barrios. El defensor prorrogó su mandato en 2019 y cinco años después, su mandato ha expirado.

Para poder sustituir a Maeztu se necesitan tres quintos, es decir, la mayoría cualificada del Parlamento autonómico. Esto significa que al menos 66 diputados deben apoyar el nombramiento por lo que, con la conformación actual del pleno andaluz, cuando el PP, como partido mayoritario, proponga un nombre, tendrá que pactar con el resto de grupos la Cámara.

Por el momento parece que ningun partido ha dado pasos para proponer ningún nombre. Según ha señalado este miércoles la portavoz adjunta del grupo socialista María Márquez, por el momento no le "consta que haya contactos" entre los grupos para elegir al nuevo defensor. Aun así, la diputada del PSOE-A ha aclarado que desde su formación quieren "que la persona que esté al frente de una institución como el Defensor del Pueblo sea lo más cualificada posible y que sea un aliado de los andaluces y no del Gobierno".

Maeztu, PP y PSOE abogan por una defensora

Aunque todavía se desconoce quién será el sustituto de Maeztu, en la legislatura anterior los grupos acordaron que quería que una mujer quien ocupara el cargo tras el profesor de la Universidad de Sevilla. El propio defensor se ha manifestado este verano a favor de esta posibilidad. "Creo que, llegados estos 40 años, sería una manera de contribuir a la igualdad que predicamos que la Defensoría andaluza, por primera vez, estuviera representada por una mujer", apuntó en junio ante los diputados andaluces.

En una entrevista con Europa Press, el secretario general de los socialistas, Juan Espadas, reconocía hace unos días que el PP todavía no le había puesto ningún nombre encima de la mesa, aunque, al igual que el actual defensor, el exalcalde de Sevilla aboga porque haya una defensora del pueblo. "Hay instituciones en las que no ha habido nunca ninguna mujer al frente" recordó el también portavoz del PSOE en el Senado, que apuntó que está "a la espera" de la propuesta popular, peor que "hay que abrir espacios y romper esos techos de cristal".

Parece que los tiros de los populares van también en esta dirección. Cuando en junio Maeztu presentó el Informe anual de 2023 el PP se mostró favorable a que una mujer sea la próxima defensora del pueblo. "Hace cuatro años ya lo propusimos, pero el PSOE no estuvo de acuerdo", aseguraron entonces los populares. Ahora parece que son también nombres femeninos los que suenan entre los escaños del PP para hacerse cargo de la Defensoría.

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Pese a que el mandato esté caducado, en la Avenida de los Reyes Católicos, donde tiene su sede el Defensor del Pueblo, no se ha parado de trabajar. Fuentes de la institución explican a El Correo de Andalucía que la defensoría "sigue funcionando" y que lo hace "incluso mejor" porque tienen una trayectoria de 10 años. De hecho, explican que el año pasado ha sido cuando "más quejas" han recibido "en 40 años" que lleva funcionando la institución. "Entra en funciones el defensor, pero el trabajo se sigue haciendo", sentencian.