De Austria a Barbate: así fue el increíble viaje en ultraligero para enseñar a migrar al pájaro más amenazado de Europa

36 ibis eremitas acaban de llegar a la provincia de Cádiz, tras un periplo de 50 días y 2.500 kilómetros que empezó en Austria, siguió por Alemania y Francia hasta llegar a Andalucía, el nuevo destino final para liberarlos.

Esta bandada de uno de los pájaros más amenazados del mundo han ido siguiendo a los ultraligeros en los que viajan sus dos madres humanas adoptivas, Helena Wehner y Bárbara Steininger, del proyecto europeo proyecto Life-NBI. Una iniciativa que se realiza por segundo año consecutivo para enseñar a esta ave migratoria a invernar de nuevo y recuperar así una ruta que no se realizaba desde hace cuatro siglos, cuando se extinguieron del continente europeo por la caza.

Estos animales nacieron en abril el zoológico austriaco de Rosegg, en Carintia y partieron en esta increíble aventura el pasado 13 de agosto del campo de entrenamiento en Taching am See, un municipio de la Alta Baviera. Cuenta el director de este Life, Johanes Fritz, que pilotó el ultraligero a una velocidad de 40 kilómetros por hora en esta travesía por etapas que las aves, en fila, volaban de forma sincronizada junto al avión.

Wehner y Steininger son las madres adoptivas porque han sido las encargadas del proceso de "impregnación", generar un vínculo fuerte, un requisito imprescindible para que las aves las sigan en el avión ultraligero a lo largo de todo el periplo.

Consolidación de la población "gaditana" del ibis eremita

Catalina García, la consejera de Medio Ambiente, recibió en el aeródromo de Medina Sidonia (Cádiz) al equipo que se ha encargado de trasladar desde Alemania a estos ejemplares. Este particular retorno se ha producido por segundo año consecutivo, en el marco del Proyecto Eremita, en el que trabajan desde hace más de veinte años la Junta de Andalucía y el Zoobotánico de Jerez de la Frontera.

El ibis eremita, es un pájaro negro con aspecto desaliñado y prominente pico, que gracias al impulso de esta iniciativa ha logrado ya consolidar una población sedentaria de cerca de 350 individuos en la provincia de Cádiz y 37 parejas reproductoras.

El proceso de conservación del ibis eremita ha implicado la liberación anual de aves nacidas en cautividad, provenientes de distintos zoológicos europeos. Estas sueltas a la naturaleza han permitido reforzar la población en libertad, favoreciendo la reproducción en zonas cuidadosamente seleccionadas, como los cortados rocosos de la Barca de Vejer de la Frontera, y la torre de Castilnovo en Conil de la Frontera, donde se han realizado muchas mejoras para facilitar la nidificación.