MEDIO AMBIENTE

Los vecinos de la barriada contaminada de Coria no se rinden: "La solución no puede ser que nos vayamos de casa"

Más de cuatro mil personas llevan ocho años padeciendo episodios de malos olores y centenares de ellas problemas de salud como mareos, cefaleas, afecciones respiratorias por la inhalación de gases tóxicos

Concentración de los vecinos afectados por la contaminación de la barriada Guadalquivir de Coría del Río.

Concentración de los vecinos afectados por la contaminación de la barriada Guadalquivir de Coría del Río. / El Correo

Ana Carretero

Ana Carretero

"En un trocito de la calle Isleta, en 16 viviendas, casa por casa, contados, ha habido siete infartos", cuenta Rogelia Gómez, que lleva batallando más de una década para saber cuál es el foco de la contaminación de su barriada en localidad sevillana de Coria del Río.

El municipio sevillano cuenta con una población de algo más de 30.000 habitantes, 4.000 de ellos viven en la zona afectada por episodios de malos olores y problemas de salud como mareos, cefaleas, afecciones respiratorias por la inhalación de gases tóxicos, pero también un alto índice de tumores y enfermedades cardiovasculares. El último caso asociado: un bebé intoxicado por benceno en el embarazo a causa de la exposición de su madre, vecina de la zona.

"Enfermedades declaradas y sin declarar, tenemos todos los que vivimos aquí. Muchos se van a la zona nueva y otros ya no viven para contarlo siquiera los porque esto está siendo tan difícil que nos está costando la vida", relata Gómez. Atiende a El Correo de Andalucía después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Coria del Río acordara reabrir la vía penal en el caso que investiga el episodio de contaminación denunciado por los vecinos de la barriada Guadalquivir de la localidad.

 El juzgado ha reabierto la vía penal en el caso que investiga el episodio de contaminación denunciado por los vecinos de la barriada Guadalquivir de Coria

Novedades judiciales tras ocho años de lucha

La juez ha estimado el recurso de la Plataforma de Afectados por los Tóxicos de Coria del Río, después de que la Audiencia de Sevilla reconociera que había cometido "un error" al dar por finalizado en plazo de instrucción, en diciembre de 2021.

La causa penal por una fuga de hidrocarburos de la gasolinera de Zamarrilla Inversiones se dirige contra quince personas, responsables de la empresa, un técnico de la administración local e incluso, el alcalde de Coria, Modesto González.

Gasolinera investigada por episodios de contaminación continuada en Coria del Río.

Gasolinera investigada por episodios de contaminación continuada en Coria del Río. / Europa Press

A raíz de la denuncia que presentaron hace ya ocho años a la Fiscalía de Medio Ambiente, el Seprona confirmó la existencia de un vertido de hidrocarburos procedente de una gasolinera cercana por fugas en uno de los depósitos de gasolina y se localizaron grietas en las tuberías de aguas residuales cercanas a la estación de servicio. En las casas de los vecinos, la Guardia Civil encontró además restos de sulfato de dimetilo, una sustancia muy tóxica por inhalación.

Este es el último capítulo judicial de una lucha vecinal incansable. Se sienten abandonados, pero no están dispuestos darle carpetazo al tema. "La solución no puede ser que nos vayamos de casa", cuenta la portavoz de la plataforma.

El Seprona confirmó la existencia de un vertido de hidrocarburos procedente de una gasolinera cercana

"Aún existen elevadas concentraciones de contaminantes en las aguas"

Ya ha pasado casi un año desde que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) pidiera al consistorio coriano que declarara los suelos contaminados tras un estudio de la Agencia Andaluza de Medio Ambiente y Agua, que probaba la "inequívoca existencia de contaminantes en los terrenos, con una clara afectación a las viviendas de los vecinos". Otro de los recursos promovidos por las asociaciones vecinales contra los "silencios administrativos" de las diferentes administraciones públicas competentes.

El pasado mes de agosto, un informe del Servicio de Calidad del Suelo de la Junta de Andalucía, realizado para analizar la situación presentada por la empresa Zamarrilla Inversiones sobre su proyecto de recuperación voluntaria del suelo en la gasolinera, señala que aún existen "elevadas concentraciones de contaminantes" en las aguas. "Yo entro en mi casa y huele a gas butano. Cuesta mucho respirar", cuenta Gómez.

Además, desde el servicio autonómico de calidad del suelo se apuesta, entre otras medidas, por "estudiar la viabilidad de la retirada de los depósitos que han sido clausurados e inertizados, especialmente los de gasolinas, así como de los suelos de alrededor del mismo que presenten una elevada afección y que potencialmente puedan ser una fuente secundaria de contaminación".

Yo entro en mi casa y huele a gas butano. Cuesta mucho respirar

Rogelia Gómez

Los pozos negros, otro posible foco

Más allá de los escapes de la gasolinera, unos pozos negros cercanos a la margen del río, están también en el foco de los vecinos. "A lo largo de toda la línea de la fachada de la carretera mirando al río hay una serie de pozos ciegos. Allí había talleres de chapa y pintura. No se les permitía verter al río, pero sí hacer pozos de este tipo. Ahí iban los residuos de disolventes, de pintura, de los aceites. Cuando en el año 89 hacen la red de alcantarillado, la colocan por arriba, por encima de esos pozos", sostiene Gómez.

El Parlamento andaluz aprobó por unanimidad una proposición no de ley para estudiar el posible foco de contaminación de los pozos negros

El Parlamento de Andalucía aprobó por unanimidad una proposición no de ley para estudiar el posible foco de contaminación de los pozos negros, pero trascurridos ocho meses, todavía no se ha reunido el grupo de trabajo.

"Que no se haya constituido, nos significa que no se esté trabajando", afirmaba al respecto la semana pasada la consejera de Medio Ambiente, Catalina García. García, el año pasado, cuando era consejera de Salud, anunció que se realizaría "un estudio exhaustivo" para volver a investigar la situación, junto con la Consejería de Industria.

Informes y más informes y estudios epidemiológicos que no llegan

Respecto a las enfermedades, tras la visita de más de cien vecinos de esta zona de Coria con los síntomas anteriormente descritos al centro de salud a finales de 2017, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno andaluz aseguró que no había "conclusiones claras desde un punto de vista clínico acerca del impacto en términos de patología crónica, ni de riesgo a medio o largo plazo, de la exposición presuntamente ocurrida en el territorio de estudio".

Un barco de la organización Ecologistas en Acción denuncia la contaminación de la barriada Guadalquivir en Coria del Río.

Un barco de la organización Ecologistas en Acción denuncia la contaminación de la barriada Guadalquivir en Coria del Río. / Ecologistas en Acción

En 2020, no obstante, otro informe del Instituto Nacional de Toxicología detectaba "un daño sustancial a la calidad del suelo del entorno de la gasolinera por los vertidos o escapes contaminantes de hidrocarburos tipo gasolina o gasoil y aceites minerales", así como "un daño sustancial a la calidad de las aguas subterráneas" con "grave perjuicio para el sistema natural del Estuario del Guadalquivir" y un "riesgo importante de grave perjuicio a la salud de las personas con afección demostrada a los habitantes de Coria".

Los vecinos llevan años reclamando a la Consejería de Salud un estudio epidemiológico para analizar los síntomas y los efectos de esa exposición a sustancias contaminantes

La Consejería de Salud se comprometió a realizar un estudio epidemiológico para analizar los síntomas y los efectos de esa exposición a sustancias contaminantes. La plataforma de afectados lleva años reclamándolo. El hospital sostiene que lo realizó en el año 2022, pero no podía facilitarlo a los vecinos por ser parte de un proceso judicial. Tampoco está en poder de la juez que lo requirió el pasado mes de enero a la Dirección General de Salud Pública.

Los culpables químicos

Mientras la contienda sigue en los tribunales, y muchos vecinos padecen múltiples enfermedades sin que puedan probar la relación con el suelo, el agua contaminada y los gases que se desprenden en la barriada del Guadalquivir, los culpables químicos sí tienen nombre.

Ocho residentes del barrio, entre ellos dos niños, se sometieron a los análisis realizados por el Instituto Nacional de Toxicología que arrojaron presencia de distintos compuestos químicos. La conclusión fue que "la concentración de benceno en la barriada superó en 16 veces el máximo permitido por la ley, dada su afección a la salud humana". Otras sustancias halladas son fenol y dimetilacetamida, dos compuestos de amplio uso industrial. El fenol se emplea en la industria textil, química, farmacéutica y petroquímica, mientras que la dimetilacetamida también está presente en la industria farmacéutica, textil y en la síntesis de pesticidas.

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