“Disfrutar de los aceites tempranos es un verdadero festival para los sentidos”

La Fiesta del Primer Aceite de Jaén se ha convertido en una cita imprescindible que pone todos los focos en el sector jiennense y en la calidad de sus genuinos aceites tempranos. ¿Cómo surgió esta cita ya imprescindible en la agenda?

La Fiesta del Primer Aceite fue impulsada por la Diputación Provincial de Jaén y motivada porque teníamos un producto que poner en valor. El sector ha hecho un gran esfuerzo y es apostar por la calidad en vez de por la cantidad. Llevamos más de 20 años esforzándose con los aceites tempranos, aceites verdes, que es un verdadero festival para los sentidos poder disfrutarlos. Era el momento de poner en valor ese aceite fruto del esfuerzo de los agricultores y pusimos en marcha la primera fiesta en Baeza.

Jaén es la primera productora de aceite de calidad del mundo

A partir de la segunda decidimos que había que sacarlo también fuera. Este año vamos a Sabadell. Al principio eran muy pocas las almazaras y las cooperativas que se sumaron. Hoy han sido 93 las que se han expuesto en Andújar. Hace ocho años fueron 56. El sector se ha volcado con el aceite de calidad. Era difícil que los cooperativistas lo entendieran, porque aquí nunca se ha cogido aceite de la aceituna antes del 8 de diciembre, antes de la Inmaculada. Coger la aceituna los primeros días de octubre era casi una locura y el otro día probé un aceite que le regalaron a David Broncano, pregonero de la fiesta de este año, que era del 14 de septiembre.

El presidente de la Diputación de Jaén habla de la Primera Fiesta del Aceite.

¿Por qué destaca que en Jaén se ha elegido la calidad y no la cantidad?

En Jaén ya no solamente somos los principales productores de aceite de oliva del mundo, somos los principales productores de aceite de calidad del mundo, gracias al esfuerzo que han hecho nuestros agricultores. El cariño en el cultivo, en la recolección, en la extracción y también los pasos de gigante que se han dado en el continente. Es decir, la botella de aceite premium ya no es una botella normal, ya no es la garrafa de plástico o la cántara de 20 litros de aceite de oliva hace muchos años. Se ha apostado por la calidad en el producto pero también por la calidad y la imagen en el envasado.

¿Qué supone el sector del olivar en la economía jiennense?

Jaén supone el 20% de la producción mundial de aceite de oliva, se dice pronto, producimos casi el 60% de la producción andaluza y el 40% de la nacional. Hablamos de casi 70 millones de olivos y más de 100.000 productores. Casi la mitad de la población tiene olivos.

El olivar ha sido el pegamento que ha fijado la población en el territorio

Además de lo que aporta a nuestra economía, al empleo, hay algo que para mí es fundamental: el olivar ha sido el pegamento que ha fijado la población en el territorio. En Jaén se ha invertido la pirámide poblacional, como ha sucedido en el resto de Europa y en el resto de España, pero no tiene pueblos vacíos, como sucede en otros lugares, como puede ser Castilla y León o Aragón, gracias a que el olivar ha mantenido la población en el territorio.

¿Es más difícil y más costosa esa producción de mayor calidad?

Es el valor añadido que tiene este olivar. Por eso hay que apostar por la calidad y porque ese olivar de pendiente, ese olivar menos productivo sea rentable. En este caso puede costar entre cinco y seis euros producir el kilo de aceite y eso no puede competir con el aceite de olivar superintensivo, que puede costar un euro y euro y medio producirlo el kilo de aceite. Hay que apostar por la calidad, por esa singularidad, por esa diferenciación del aceite de oliva, y eso lo están haciendo nuestros agricultores.

El presidente de la Diputación de Jaén sobre el impacto del sector de olivar en la provincia.

¿Ese reconocimiento a la calidad existe ya de manera internacional?

El aceite de Jaén es un aceite galardonado y reconocido en los principales mercados del mundo y esto es algo que ha tardado mucho en producirse. Ni siquiera existía ese reconocimiento a nivel nacional, en el Ministerio el picual no entraba entre sus premiados porque picaba, amargaba y algunos entendían que eso era un defecto. Esa es la virtud del picual, que es la variedad de más del 95% de la producción jiennense. Una variedad que obtiene un aceite que tarda más en oxidarse, que aguanta más, que lo utilizan otros aceites para darle estabilidad, y que ese amargor, ese picor, muchas veces te queda ese recuerdo en la garganta, es lo que le da esas características. Los picuales son premiados por el ministerio desde hace muy poco tiempo y, por supuesto a nivel internacional nuestros aceites son premiados a lo largo de todo el planeta. Es un reconocimiento al esfuerzo de nuestros agricultores y de nuestras agricultoras.

¿Cómo ha cambiado la producción del aceite en los últimos años?

El olivar creo que ha sido el cultivo que más transformación ha tenido en nuestro país. Muchas veces tienen que venir de fuera para recordarnos como hemos cambiado porque nosotros no nos damos cuenta de la evolución y el cambio. Tenemos un empresario distinto, que no invierte sus plusvalías en apartamentos o coches de lujo sino que reinvierte modernizando sus infraestructuras, apostando por el regadío, transformando las almazaras, mecanizando… Estamos viviendo ahora un proceso de digitalización y la inteligencia artificial está llegando a otros sitios.

El aceite de Jaén es un aceite galardonado y reconocido en los principales mercados del mundo

El aceite en Jaén es un modo de vida y ahora también se vincula al turismo.

Así es, con el oleoturismo hemos ligado aceite de oliva al turismo. Para poder ver los mejores nacimientos en medio de 70 millones de olivos tienes que venir a Jaén o para ver los parques naturales, visitar castillos y atalayas, viajar al tiempo de los íberos… Hemos creado esa marca de oleoturismo donde la cosecha del aceite dure los 365 días del año, para que en cualquier almazara puedan conocer el proceso de recolección, de monturación, de trabajo, visitar nuestros museos de aceite, donde puedan hacer catas, visitar una finca, recolectar aceitunas y llevarte tu aceite, dormir en un cortijo, que te puedan dar de comer en una almazara donde no ha habido ningún restaurante.

El aceite de oliva y también su gastronomía son grandes argumentos para venir a Jaén

De gastronomía y chefs de Estrellas Michelin también sabe Jaén.

El aceite de oliva y la gastronomía son grandes argumentos para venir a Jaén. No solamente los cinco Estrellas Michelin con los que contamos en muy poco tiempo, también el estatus de restaurantes de calidad donde se mezcla la vanguardia y la cocina tradicional. En Jaén capital, en un radio de 200 metros, hay cuatro restaurantes Estrellas Michelin. Eso existe en ninguna ciudad del mundo.