El PP mantiene el grito de una "financiación justa" pero olvida su anunciada manifestación por el 4D

La financiación autonómica fue el tema del verano en la política andaluza hasta bien entrado el arranque de curso. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, denunciaba casi como un lema los "agravios" a los que estaba sometida Andalucía y subrayaba los "efectos perversos para las cuentas públicas" que tendría la reforma que planteaban los independentistas catalanes. El dirigente popular animaba a la ciudadanía a una gran manifestación durante el otoño, ha llegado diciembre y en el PP, a preguntas de este periódico, reconocen que no saben nada.

Fuentes populares señalaban a la vuelta de las vacaciones que Moreno barajaba el 4 de diciembre como la fecha clave para salir a la calle. Es un día simbólico que consiguió unir a los andaluces y el presidente abanderaba el espíritu del 77 para que, una vez más, Andalucía se echara a la calle para reclamar sus derechos. El líder de los populares llamó a movilizarse como entonces.

"Hace muchos años que Andalucía salió a la calle para reclamar lo que era de justicia", clamaba entonces el dirigente andaluz para asegurar que la ciudadanía tenía "que reaccionar en la calle ante la mayor traición que ha padecido Andalucía". De hecho, inició una ronda de contacto con las asociaciones y el resto de formaciones políticas para que esta movilización no fuera del PP, sino de la sociedad andaluza. Este miércoles Moreno estará en San Telmo junto a Paco Tous para celebrar los actos oficiales por el Día de la Bandera, pero en las calles de Andalucía nadie clamará por la financiación.

La financiación pierde relevancia

Este mismo martes, la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha recordado que Andalucía "sigue perdiendo 1.522 millones cada año". El Gobierno de la Junta sigue hablando de financiación autonómica y se prepara para que este sea uno de los puntos prioritarios de la Conferencia de Presidentes que se celebrará el viernes 13 de diciembre, pero la actualidad ha desinflado el problema y otros temas han llenado la agenda política dejando atrás la reforma del modelo.

A principios de octubre los expertos avisaban de que las denuncias de Moreno por la financiación podrían desinflarse con la llegada del curso escolar. "El tema nos viene en verano y nos puede pasar que quememos el tema antes de que lo haya", avisaba en El Correo de Andalucía Pedro Marfil, politólogo miembro de la Asociación de Comunicación Política (ACOP). El presidente andaluz quería mantener la llama pero la actualidad, como suele pasar, ha relegado las prioridades en el debate público: en el Parlamento han cobrado protagonismo las supuestas irregularidades en las contrataciones del Servicio Andaluz de Salud y el caso Aldama y la investigaciones sobre los negocios de Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez.

Algo similar ocurrió con las denuncias por la ley de amnistía. Los populares se movilizaron por distintos puntos de la geografía nacional para pedir que no se aprobara una medida de gracia a favor de los condenados por el procés y en la primera protesta concentraron a unas 50.000 personas en Madrid. Durante nueve meses las formaciones de derecha y extrema derecha siguieron convocando a los ciudadanos, pero estas manifestaciones se fueron desinflando. 

En el marco del Congreso Federal del PSOE que tuvo lugar el pasado fin de semana en Sevilla, los socialistas llegaron a un acuerdo sobre financiación que contentaba tanto al PSC como a los más críticos, liderados por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Este pacto no le ha valido al Gobierno andaluz, que ha criticado al PSOE-A por mantener "un silencio cómplice" en lugar de exigir un "fondo transitorio de nivelación".