Los adolescentes andaluces consumen porno por primera vez a los 12 años y creen que así es el sexo real

Unas víctimas y unos presuntos agresores de tan poca edad que son inimputables para el sistema judicial. Varios compañeros de clase y recreo de un colegio de Granada podrían haber ejercido violencia sexual contra dos compañeras, todos con edades comprendidas entre los diez y los catorce años. La madre de una de ellas llegó incluso a presentar informes médicos compatibles con una relación sexual en la que se demostraba la ruptura de himen o enrojecimientos en las partes íntimas.

Este escalofriante caso ya está en manos de la Fiscalía de Menores, que no podrá ir más allá de investigar los hechos y hacer un informe para los servicios sociales de la Junta de Andalucía por su corta edad, evidencia una vez más la desprotección de los menores, niños y jóvenes, frente a los contenidos digitales violentos o pornográficos.

El vídeo porno más visto en Internet tiene 225 millones de visitas y muestra a cuatro hombres que raptan a una mujer, la desnudan contra su voluntad y finalmente la acaban violando. El acceso a estos contenidos es cada vez más temprano, hasta tal punto que ni siquiera se les puede responsabilizar penalmente.

Brecha de género en el acceso al porno

Según el estudio (Des)información sexual: Pornografía y Adolescencia de Save the Children, realizado tras la pandemia en distintas comunidades autónomas, la edad del primer contacto con la pornografía es de 12 años de media en Andalucía.

"La tendencia general es que las chicas acceden un poco más tarde a este contenido, con una media de edad de 13 años, frente a los chicos, que entran en contacto por primera vez de media a los 11 años y medio de edad", afirma este documento.

La tendencia general es que las chicas acceden un poco más tarde a este contenido, con una media de edad de 13 años, frente a los chicos, que entran en contacto por primera vez de media a los 11 años y medio de edad

Buscar porno "por iniciativa propia"

Otro informe de la Fundación FAD Juventud alerta de que los menores tienen su primer contacto con la pornografía entre los 9 y los 12 años, aunque el consumo se vuelve más regular a partir de los 13 años, especialmente entre los niños, quienes suelen buscar activamente este contenido. Las niñas suelen toparse con él de forma no intencionada.

Este estudio revela que aproximadamente un 62,5% de jóvenes entre 16 y 29 años consume pornografía. Esta cifra se eleva al 72,1% en el caso de los chicos y cerca del 20% en el caso de las chicas.

Además, Save the Children advierte que casi la mitad de los adolescentes ve escenas de pornografía como un modelo a seguir para sus propias experiencias. Más de un tercio piensa que lo que ven en la pornografía se parece a lo que practican en sus encuentros sexuales.

 Más de un tercio de los jóvenes piensa que lo que ven en la pornografía se parece a lo que practican en sus encuentros sexuales

En algunos casos, incluso, intentan replicar las escenas a las que acceden sin solicitar consentimiento, lo que puede derivar en "comportamientos de riesgo y normalización de actitudes violentas o de dominación en relaciones íntimas".

Este estudio asegura que "la forma más común de acceder a la pornografía es la búsqueda por iniciativa propia, mediante un amigo e incluso de manera accidental a través de anuncios en internet, plataformas de series o películas".

"Una película porno no es un manual de sexualidad"

"El porno es la antítesis de una relación sexual con respecto, cariño y empatía. En el porno hay una ausencia total de valores. El porno cosifica a las mujeres, su papel es de sumisión", afirmaba la consejera de Inclusión Social, Loles López, en la presentación hace apenas un mes de la nueva campaña de sensibilización del Gobierno andaluz en este ámbito.

En el porno hay una ausencia total de valores. El porno cosifica a las mujeres, su papel es de sumisión

Loles López

— consejera de Inclusión Social

El lema de la campaña autonómica en esta ocasión es Lo que quieres saber del sexo que no te lo enseñe el porno. Esta iniciativa cuenta con vídeo, cartelería y cuña de radio y se difundirá en espacios exteriores, como salas de cine, redes sociales y medios de comunicación.

Olga Carrión, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), ha apuntado que esta acción se dirige directamente a los jóvenes porque "para muchos, la pornografía es su guía para el sexo. No tienen experiencia previa con la que comparar. Ni en casa ni en la escuela les han contado lo que les interesa saber. Por lo tanto, creen que lo que ven en la pantalla, es la realidad". Además, ha subrayado que "el porno no es una guía para el sexo. Es justamente todo lo contrario. El porno no es afectivo, el porno es violencia y el porno daña a las mujeres".

El porno no es una guía para el sexo. Es justamente todo lo contrario. El porno no es afectivo, el porno es violencia y el porno daña a las mujeres

Olga Carrión

— directora IAM

Coincide en esta idea la consejera del ramo, que ha insistido en que "hay que hacer reflexionar a adolescentes y jóvenes, pero también a madres y padres porque "esta es una realidad que tenemos que afrontar mientras antes mejor".

Un ciberescudo contra el porno y el juego online

"Cuando escucho a las adolescentes decir que a sus novios les pone estrangularlas mientras practican sexo, se me ponen los pelos de punta", sostuvo Ana Bella Estévez, superviviente de violencia de género y creadora de la Fundación Ana Bella, cuando pidió a los grupos el impulso de algún tipo de instrumento digital para proteger de los contenidos a estos menores en el Parlamento de Andalucía.

De ahí que el Ejecutivo andaluz trabaje ya en la creación de una aplicación gratuita para dispositivos digitales que impedirá a los menores acceder a contenidos para adultos como los pornográficos y los relacionados con las apuestas.

El objetivo es detectar y analizar riesgos y amenazas sobre todos los aspectos que puedan afectar a la seguridad, a la salud, al desarrollo y a la intimidad de los menores andaluces. Gracias a esta herramienta, la Junta persiga que "los menores no puedan acceder a contenidos inapropiados, van a tener bloqueadas tanto apps como páginas peligrosas o no adecuadas, y se podrán establecer o límites de tiempo, añadir recordatorios, alarmas y alertas".