Baños de la Encina, mucho más que una escapada

En los últimos años, el turismo ha adquirido un protagonismo creciente en Andalucía y ha abierto nuevos caminos para la diversificación de las fuentes de ingresos de las economías rurales. Baños de la Encina es un ejemplo de ello. Presume de ilustre pasado. Su monumento más evocador es el castillo de Burgalimar, construido en el siglo XII sobre un pequeño cerro y catalogado como uno de los mejor conservados de Europa. Cuenta con un centro histórico de esos en los que es agradable deambular tranquilamente.

No solo destaca por su conjunto patrimonial, sino también por su privilegiado entorno natural en la Sierra Morena jiennense. Un municipio con mucha historia, tal y como atestiguan sus abundantes edificios palaciegos y señoriales.

Sin embargo, a pesar de todas estas bondades, siempre ha vivido a la sombra de otras localidades jiennenses con más proyección y promoción, como Úbeda, Baeza o Cazorla. No fue hasta su proclamación como uno de los pueblos más bonitos de España, en diciembre de 2020, cuando comenzó a tomar un papel preponderante en los itinerarios de las agencias de viajes. Poco después obtuvo el certificado de Municipio Turístico de Andalucía, lo que propulsó aún más el interés por conocer esta localidad de poco más de 2.600 vecinos.

Habitado desde la Edad del Bronce, hoy en día no solo ha frenado la despoblación, sino que, además, ha logrado dinamizar y diversificar su economía, hasta ahora basada en el olivar, como la mayoría de los pueblos de la provincia de Jaén.

Nadie duda de que a Baños de la Encina el turismo le ha venido de maravilla. Un turismo sostenido y sostenible, no invasivo y que va más allá de una simple escapada. Sus beneficios económicos, sociales o culturales son más que tangibles, con la apertura de numerosos negocios y el asentamiento de la población a través de distintas estrategias municipales, como bonificaciones a emprendedores y suelo a precio rebajado para la autoconstrucción de viviendas.

"Los ayuntamientos no tenemos la varita mágica contra la despoblación. Nuestra pretensión e interactuar con el ecosistema local y contribuir a inventar e incubar soluciones que respondan a los retos demográficos actuales de una manera creativa y positiva. El turismo nos ha ayudado a abrir nuevas posibilidades, mucho más atractivas", declara el alcalde de Baños, Antonio las Heras.

La Taberna El Pilarejo cumple en estos días su primer aniversario. Está ubicada en el número 1 de la Carretera de Bailén, en pleno casco histórico del pueblo. La regenta Francisco Javier Troyano. Tras más de dos décadas al volante de un camión, este linarense de 49 años decidió dar un giro a su vida.

Se echó la manta a la cabeza y se convirtió en emprendedor. Le acompaña en esta aventura su mujer, Eva María las Heras, de la misma edad. Ella, de origen bañusco, fue quien más le animó a que diera el paso y montara el bar. "Es arriesgado y, al principio, da cierto vértigo, pero la verdad es que estamos muy contentos", afirma Francisco Javier.

Baños de la Encina ha dado el estirón. Los últimos datos sobre el número de visitantes avalan el florecimiento de negocios vinculados hostelería. Hasta hace muy poco, la demanda superaba con creces a la oferta. Un déficit que se ha ido corrigiendo gracias a autónomos como Francisco Javier y su esposa que han visto en este municipio una oportunidad laboral.

"No son los únicos", asegura el regidor. "Cada vez llega más gente al Ayuntamiento preguntando por locales y la posibilidad de montar un bar o una cafetería. Baños se ha convertido en un buen lugar para invertir al calor del turismo", remata.

El turismo nómada seduce cada vez a más gente, y Baños de la Encina es paraíso ‘camper’ que hace poco más de un año estrenó su primer aparcamiento de autocaravanas con un éxito rotundo. La iniciativa partió de una familia bañusca que decidió apostar por su municipio para dotarlo de un nuevo recurso turístico.

Marina García Navarro es la promotora, bajo el protectorado de su padre, Miguel, quien dejó en manos de su hija un terreno para que llevara a cabo esta idea de negocio. A sus 24 años, no lo dudó y acondicionó la parcela para convertirla en un estacionamiento y área de pernocta para turistas que viajan con el alojamiento encima.

La joven, que ha contado con la colaboración de la Administración municipal, ha aprovechado el aluvión de visitantes que recibe la localidad para emprender con la ayuda de toda la familia, desde su progenitor hasta su madre, Pilar, y sus hermanos, Miguel y Daniel, que se encargan de que los usuarios estén lo más cómodos posible en un espacio desde el que se divisa el Castillo de Burgalimar y la iglesia de San Mateo, dos de los bienes más preciados de Baños.

Graduada en Educación Infantil y estudiante de Psicología, Marina García todavía se frota los ojos después de comprobar la "sensacional aceptación" que ha tenido la puesta de largo del Área Caravanas y Campers Baños de la Encina. "Viene gente de toda España y de Europa", dice orgullosa.

Otra joven que ha puesto en marcha su proyecto es Jessica Durán Cañas. Ella es natural de Bailén, una localidad cercana, y apostó por cumplir su sueño de tener su propio espacio deportivo, donde cada día más de un centenar de residentes y de otras poblaciones practican pilates y aeropilates, así como circuitos de entrenamientos para diferentes edades e incluso embarazadas.

El primer año de apertura estuvo alojada en una nave proporcionada por el Ayuntamiento para reducir al máximo los costes y poder consolidar el gimnasio. Las cosas le han ido tan bien que este mes cambio de local, mucho más moderno y equipado. Pero su propósito es seguir creciendo en un pueblo en el que ha nacido su hijo Kilian y donde quiere echar raíces junto con su marido, Juan Carlos Laguna, quien le ayuda en el trabajo. "En Baños es he conseguido desarrollarme profesionalmente y hacer lo que más me gusta", reconoce esta deportista nata.

A todo ello se suma, nuevas infraestructuras para mejor el servicio que el municipio presta al visitante, como una Oficina de Turismo, completamente remodelada, la renovación de la señalización turística, el aprovechamiento de sus recursos naturales y el establecimiento de sinergias con otros pueblos e instituciones públicas y privadas, para aportar ideas y soluciones desde la proximidad.

Detrás de todo este trabajo hay un equipo encargado de identificar problemas y nuevas necesidades sociales y económicas relacionadas con el reto demográfico. Al mismo tiempo, analizan experiencias desarrolladas en otros territorios para tratar de repliacarlas en Baños de la Encina con el fin de que puedan ser útiles a la hora de potenciar su posicionamiento en el mercado turístico.