La evolución de las horas perdidas por absentismo es muy dispar entre las distintas comunidades autónomas. Si hacemos una comparación interanual, nueve comunidades muestran un descenso en el número de horas perdidas y ocho exhiben un aumento. Andalucía (+45% interanual), Baleares (+42,7%) y Extremadura (+24,1%) son las que sufren los mayores incrementos. Por su parte, Castilla y León (-12,8%), Asturias (-7,7%) y Cantabria (-3,8%) presentan los recortes más significativos.

En todo caso, las comunidades que muestran en el trimestre analizado el mayor número de horas perdidas por mes y trabajador son el País Vasco (9 horas), Castilla y León (8,6) y Canarias (8,4).

En el otro extremo se colocan Baleares (3,7 horas perdidas por absentismo), Andalucía (4,9) y Extremadura (5,6). Es decir que las tres autonomías que muestran los mayores incrementos porcentuales continúan, pese a ello, siendo aquellas en las que se pierden menos horas de trabajo.

Andalucía tiene la segunda tasa de absentismo más baja del país (3,5%) solo superada por la de Baleares (2,5%), a pesar de haber crecido 1,1 puntos porcentuales en los últimos 12 meses. También tiene la segunda tasa de absentismo más baja del sector de la Construcción (2,9%; -0,4 p.p.) y en el de los Servicios (4,4%; +1,9 p.p.).

En cuanto a la siniestralidad laboral: Andalucía es la región que concentra el mayor número de siniestros durante la jornada laboral que causan bajas, con 24.167 accidentes (el 17,5% de los accidentes laborales ocurridos en el conjunto nacional durante el segundo trimestre de 2019).

Sobre enfermedades profesionales: Catorce autonomías han visto crecer sus respectivos números de partes comunicados de enfermedades profesionales en 2018. La Región de Murcia (+42%), Andalucía (+35,4%, segundo mayor incremento) y la Comunidad Valenciana (+28,1%) son las que muestran los aumentos más grandes.

Como es lógico, el número de partes comunicados está muy influido por la cantidad de trabajadores que haya en cada autonomía. Por eso es útil conocer los índices de incidencia, es decir, los partes comunicados cada 10.000 ocupados. Y en ese caso, Andalucía tiene la menor ratio: 4,5 partes de enfermedades profesionales cada 10.000 trabajadores