«Andalucía no va a permitir volver a ser una comunidad de segunda»

Susana Díaz defendió en el acto por el 28F la política con acento andaluz: «primero las personas, después los territorios», aunque sin Andalucía el proyecto español no tendría «futuro»

24 feb 2018 / 13:41 h - Actualizado: 26 feb 2018 / 19:16 h.
"PSOE","28F Día de Andalucía"
  • Susana Díaz (c), junto a Verónica Pérez (i). / El Correo
    Susana Díaz (c), junto a Verónica Pérez (i). / El Correo

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, celebro con más de 2.000 militantes (3.500, según la organización) el 28 de febrero en un mitin en el flamante Cartuja Center Cite de Sevilla, cuyo escenario de dos mil butacas se quedó pequeño (y donde hubo que habilitar salas extra con pantallas).

Allí defendió la «política con acento andaluz», es decir: «Nunca vamos a permitir comunidades de primera y de segunda y que nadie pretenda arrinconar a este territorio, que no volverá a ser una comunidad de segunda». En la parte más aplaudida de su intervención de 30 minutos expuso: «Contra Andalucía no se puede construir un proyecto de España». «Andalucía», dijo, «no ha reprochado nunca lo que se nos robó en otro tiempo y me siento orgullosa de ser española y andaluza».

Un mitin en el que por la fecha correspondía defenderse de los ataques recientes que han recibido personas por expresarse con acento andaluz: la presidenta autonómica defendió que los andaluces somos «distintos» porque para que Andalucía le vaya bien «no hace falta que a otro le vaya mal». «Yo hago política con acento andaluz» siguió: «Primero van las personas y después los territorios y una política de unir frente a otros que están quebrando y dividiendo [España]» . Y así puso el acento en la salud en la educación y en los servicios sociales y crítico a quiénes identifican el acento de los andaluces como de incultura, de vagos o ignorantes «justo cuando algún andaluz destaca en la historia como el recientemente premiado Hospital Virgen de las Nieves de Granada», que ha recibido la Medalla de Oro de Andalucía por su desarrollo de piel artificial.

Sobre el momento político actual español aparte de estas alusiones a todo el proceso catalán se mostró orgullosa con los jubilados que se han manifestado esta semana de forma masiva en demanda de pensiones justas y defendió el 28 de febrero como un puente hacia el 8 de marzo puesto que situó la «I» y de igualdad no solo como uno de los eslóganes del decorado del mitin, sino como una señal de identidad de los socialistas andaluces. Ella misma clamó en varios momentos que es «feminista».

Defendió asimismo las bonificaciones a las matriculas universitarias de los buenos estudiantes y los servicios de teleasistencia, ambas «mejoras para las personas-.

Otro de los momentos más aplaudidos fue la referencia ya clásica a la «honestidad y decencia» de Chaves y Griñán, los expresidentes andaluces juzgados por el caso de los ERE. Y también defendió la gestión del socialismo en Andalucía elección tras elección durante 40 años con datos como las exportaciones, a estas alturas de más aeronaves que de aceite.

Igualmente reivindico haber sido la primera comunidad en pedir zafarse del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para recuperar autonomía financiera. En la parte del mitin donde toca criticar al gobierno reclamó con insistencia que el Gobierno destine más policías a La Línea y al Campo de Gibraltar en defensa de los «miles de trabajadores y personas honradas» que viven allí y que tienen que aguantar que campen los delincuentes con el desparpajo con que lo han hecho estas semanas, en las que liberaron a un narco custodiado por la policía y ante las narices del ministro del Interior asaltaron un depósito judicial.

A este respecto hizo valer su «lealtad» con el Gobierno el 1-O, con su apoyo pese a la polémica por la represión del referéndum.

También se reivindicó en su defensa de las aceitunas de la Sierra Sur de Sevilla frente al veto del presidente de EEUU Donald Trump («después vendrán más vetos si ahora no somos firmes»).

Antes que ella la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez reclamó el fin del «injusto peaje» de la autopista AP-4 Sevilla-Cádiz.

MITIN CON FORMATO DE CAMPAÑA... PERO SIN CAMPAÑA

El acto político de ayer en Sevilla fue ideado para escenificar un baño de masas: un auditorio (Sevilla Center Cite, que presume de 2.000 plazas en butaca) que se logró llenar, sin la penosa imagen de las calvas en los asientos, sino todo lo contrario: plasmas en salas aparte porque no se cabía, mucha gente de pie, olor de multitud.

Además, compañeros de agencias que llevan más de dos décadas siguiendo campañas electorales indican que la impresión de que no fue un mitin más es acertada: decorado grandioso, una intérprete de lengua de signos (que solo llevan en mítines principalísimos de campaña), eslóganes específicos en el decorado («+Mas Andalucía que nunca, Igualdad») y un presentador del que se sintieron muy contentos en el equipo de la organización: Manu Sánchez, humorista que escribe, precisamente, sobre el orgullo de ser andaluz para la cadena Ser. Y en las pausas, una actuación de Las Migas, cuarteto catalán de música andaluza, de esa cultura que con la emigración ha enriquecido Cataluña.

Una escenificación de poderío electoral y un espectáculo que duró bastantes más minutos que la intervención de Verónica Pérez, la única otra voz política que intervino –para dar gracias a «Susana» repetidas veces y en voz cada vez más alta por hacer de Andalucía una «tierra mejor, por traer la renta mínima, la protección a los LGTBI...»–.

Pero... ¿dónde están las elecciones? Díaz las descartó de forma tajante (todos sabemos que por ahora) en su intervención y aludió, con sorna, a los carteles de aire preelectoral que el PP está colocando en el mobiliario urbano de las ciudades y pueblos andaluces, cuando «no es tiempo de elecciones».