Diego Peinazo ha estado vinculado al movimiento ecologista desde muy joven. En los años ochenta formó parte de la Asociación en Defensa de Medio Ambiente en Córdoba, participando también en la Coordinadora Ecologistas de Córdoba y en la Asociación de Defensa de la Naturaleza . Actualmente es el presidente de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural.
-¿Qué es una sociedad de historia natural?
-La Sociedad Cordobesa de Historia Natural es una asociación sin ánimo de lucro que tiene como objetivo fundamental el conocer, divulgar y proteger el patrimonio natural de la provincia de Córdoba. Actualmente estamos poniendo especial énfasis en los aspectos relacionados con el conocimiento y la divulgación.
-¿Qué hace singular a la de Córdoba?
-Hay varias entidades relacionadas con el conocimiento de la naturaleza que lleva el nombre de “sociedad”, algunas especializadas en materias concretas como la Sociedad Andaluza de Entomología, la Sociedad Española de Ornitología o la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos. Otras como la Sociedad Galega de Historia Natural, la Sociedad Española de Historia Natural o la Sociedad Gaditana de Historia Natural tiene como identidad el territorio. Nuestra singularidad al igual que la Gaditana es centrarnos en el patrimonio natural de la provincia.
-¿Cómo nace la Sociedad de Historia Natural de Córdoba?
-Nuestra asociación nace alrededor de gente que había estado vinculado al movimiento medio ambientalista en los años ochenta y principios de los noventa: AMEACO, ANCOR y, sobre todo, GODESA, a los que se suman jóvenes biólogos/as. Nos constituimos porque creíamos importante impulsar acciones de conocimiento y divulgación del medio natural en el ámbito local, existía ahí un hueco poco cubierto por otras entidades. Nuestro referente fue la Sociedad Gaditana de Historia Natural a la que estamos todavía a años luz.
-Es que sois aún muy jóvenes como Sociedad de Historia Natural...
-Sí. Nos constituimos hace cuatro años y nuestra tarea principal ha sido la de consolidarnos como asociación, tarea no siempre fácil porque nuestra dedicación es enteramente voluntaria. Con todo, hemos puesto en marcha una revista científica, Trianoi, que ya va por su sexto número, desarrollamos tareas de divulgación en redes a través de Socohina_divulga, las I Jornadas sobre el río Guadalquivir, además de otras actividades como conferencias, paseos por el patrimonio natural, bioblitz, o como la más reciente, “la Noche de las Polillas”.
-¿Quienes pueden formar parte de esta entidad?
-Cualquier persona que desee colaborar con los fines de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural puede asociarse. Tenemos un cuota anual de 20 € al año y una cuota especial de 5 € para que nadie que quiera colaborar se quede fuera.
-¿Qué les aporta a los socios?
-El ser miembro de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural te permite participar en las decisiones que se van tomando en la asociación y en la participación en sus proyectos.
-Ahora mismo posiblemente el proyecto más emblemático que lleva la sociedad es uno sobre biodiversidad en la campiña de Córdoba, háblanos de él.
-La Campiña como medio natural fue una de las líneas de trabajo aprobadas en nuestra Asamblea General de 2020. Nuestro interés por abordar este tema nace de la constatación de la existencia de una interesante biodiversidad, con endemismos propios, en un medio sometido a una fuerte presión antrópica (intensificación agraria, aumento del olivar intensivo y actualmente una impresionante proliferación desordenada de plantas fotovoltaicas). Ahora estamos en un momento de análisis, de profundizar en la fauna y flora que alberga la Campiña, los microhábitat refugio de las especies más singulares, para en un futuro realizar propuestas de gestión para conservar y mejorar esta biodiversidad.
-También habéis realizado varios bioblitz en lugares puntuales de la campiña como en Guadalcazar. que ahora tiene un problema con las macroplantas solares impresionante, donde fue impresionante la cantidad de especies que se pudieron identificar. ¿Los datos de ese muestreo podrían servir al Ayuntamiento o a SOS Guadalcazar, una plataforma ciudadana, para alegar contra las fotovoltaicas inmensas que pretenden instalar?
-En el bioblitz en Guadalcázar detectamos entre animales y plantas 373 especies, en una sola jornada de campo y sólo en unos cuantos enclaves de su término municipal. Entre las especies encontradas destacar un insecto amenazado y protegido, una pequeña mantis religiosa sin alas (Apteromantis aptera). La zona de Guadalcázar es un punto caliente de biodiversidad en la Campiña, en el que aún existe arroyos bien conservados como el arroyo Guadalmazán, dehesas como la del Hecho, pastizales, charcas, etc. Si al final se implementan los proyectos de plantas fotovoltaicas presentados para esta zona la perdida tanto en biodiversidad y paisajística va a ser enorme no solo para Guadalcázar sino para el conjunto de la provincia.
Creemos que los datos del Bioblitz, los que están aportando nuestros/as compañeros/as que viven en aquella zona a través de observation.org y eBird.org y los de la propia revista Trianoi pueden ser un instrumento muy valioso para poner en valor el paisaje y la biodiversidad de aquella zona y, por tanto, deben de tenerse en cuenta a la hora de desarrollar cualquier proyecto pueda suponer una grave alteración del patrimonio natural e histórico de la zona.