Cádiz, china en el zapato susanista

El territorio se erige en bastión de la resistencia sanchista andaluza, que ya controla, además de la Tacita de Plata, una veintena de municipios. El aparato provincial sigue bajo el mando de Díaz

04 dic 2017 / 10:00 h - Actualizado: 04 dic 2017 / 10:15 h.
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  • Díaz, junto a Cornejo y Jiménez Barrios, dos de sus más cercanos colaboradores son gaditanos. / José Manuel Vidal (Efe)
    Díaz, junto a Cornejo y Jiménez Barrios, dos de sus más cercanos colaboradores son gaditanos. / José Manuel Vidal (Efe)

Por más que fuentes oficiales den por zanjada la dicotomía entre susanistas y sanchistas, nada como lo anterior está más lejos de la realidad. Seis meses después de las primarias del 21 de mayo, la llaga sigue abierta, supurante aún cuando la batalla ha pasado a escenarios locales por el control de las agrupaciones.

En Andalucía, territorio comanche a más no poder de la facción susanista, emergen reductos de fuerza sanchista, con Cádiz armándose en bastión de esta resistencia. La provincia gaditana se ha revelado como un foco de contestación a las tesis de Díaz y a su gobernanza del PSOE-A. Los avisos más serios ya llegaron en las primarias federales. No solo es que fuera la provincia andaluza donde la secretaria general de los socialistas andaluces cosechó peores resultados (55 por ciento frente al 39 por ciento de Sánchez), sino que incluso en Cádiz capital se produjo uno de los conteos más vergonzantes para la presidenta de la Junta. Sánchez triplicó literalmente los apoyos, 245 del madrileño frente a 88 de la trianera, espoleado por el trabajo que realizaron en favor de su causa los integrantes del grupo municipal del Consistorio gaditano, liderados por Fran González, portavoz municipal y alcaldable socialista en la Tacita de Plata y la influencia de un histórico del socialismo gaditano, Rafael Román, convertido en auténtico abanderado del sanchismo en Cádiz.

De hecho, tras las primarias del 21M, Sánchez tiró tanto de González como de Román para formar parte del nuevo Comité Federal. En su Ejecutiva también señaló una presencia gaditana afín, la de María Jesús Castro, ex senadora andaluza y delegada provincial de la Junta.

Precisamente, el territorio gaditano jugó un papel efectista de relevancia en la campaña por el control de Ferraz, cuando Sánchez protagonizó uno de los actos más sonados de su estrategia en el proscenio más alegórico del PSOE-A: Alcalá de los Gazules. Este pueblo de la Janda, convertido en una suerte de santuario del dogma socialista, celebró meses antes el 130 aniversario de la agrupación local, tratada como la más antigua del entramado rural patrio. El mítico clan de Alcalá que llevó a Chaves al poder, no llegó a volcarse con Díaz para las primarias: Pizarro, ex delfín de Chaves, trabajó como cicerone andaluz de Patxi López; el referido Chaves, deshabilitado para la política por el caso ERE no participó en las primarias –precisamente fue rescatado por Díaz semanas después, en el congreso del PSOE-A celebrado en Sevilla– y Bibiana Aído, exministra de Zapatero y cuyo apoyo a Sánchez durante las primarias fue soterrado, emergió de repente en forma de rumor como posible rival de Díaz por el control del PSOE-A, una opción que finalmente no se articuló. En el terreno de lo simbólico, Sánchez recibió otro soplo de aire de la Bahía, en forma del apoyo de Anne Hidalgo, alcaldesa de París pero origen cañaílla.

El siguiente capítulo del serial llegó en las primarias provinciales, donde la secretaria general Irene García, también presidenta de la Diputación, renovó su poder sin llegar a la votación, ya que los sanchistas no lograron superar la barrera del 20 por ciento de avales. El proceso provocó agrios enfrentamientos entre ambas facciones, con el precandidato sanchista Jesús Ruiz Cayuso denunciando «irregularidades manifiestas» en un proceso del que afirmaba contar con los avales requeridos pero que tras el recuento se quedó a un centenar del listón. La validación también laminó numerosos avales a García, aunque esta sí consiguió superar la cuota exigida.

Ahora, los afines al renacido secretario general parecen cobrarse la revancha. Fran González ha mantenido el poder en Cádiz, algo que con el resultado de las primarias del 21M parecía claro. González ha vencido en la asamblea a la candidata impulsada por el aparato andaluz, Blanca Flores (185 frente a 116). Fuentes sanchistas también se arrogan la victoria en dos feudos, uno clave y otro emblemático, como son Jerez de la Frontera y el ya referido de Alcalá de los Gazules. En ambos tienen el poder orgánico los alcaldes, Mamen Sánchez y Javier Pizarro, y sus ejecutivas son integradoras. Sin embargo, ninguno de ellos manifiesta públicamente la adhesión sanchista.

En el resto de la provincia, el sanchismo también presume de buenos resultados, sostenidos por el triunfo en comités locales de prácticamente una veintena de municipios, con predominio de la Sierra Norte gaditana. En Los Barrios o Chiclana, también se ha confirmado el poder sanchista. Precisamente Chiclana es la patria chica de Jiménez Barrios, vicepresidente de la Junta y estrecho colaborador de Díaz. Además de la secretaria general gaditana, Irene García, la extensión de la trianera en la provincia es la figura de Juan Cornejo, su número dos en el PSOE-A y oriundo de Medina Sidonia

ALMERÍA CAPITAL Y FEUDOS DE MÁLAGA


Aunque Cádiz se revele como punta de lanza de la estrategia sanchista en Andalucía, los afines al puente de mando de Ferraz ganan fuerza en otros terrenos andaluces. Entre las capitales de provincia, además de la ciudad gaditana, suman Almería, que acaba de elegir como secretario general al ex alcalde Fernando Martínez, a quién Sánchez se llevó a su ejecutiva como secretario de Memoria Histórica. Y en la provincia de Málaga destaca el triunfo sanchista en dos núcleos de importancia, como son Ronda y Fuengirola.