Colegios abiertos y aulas vacías en La Línea de la Concepción

Los padres del municipio limítrofe con Reino Unido se niegan a llevar a sus hijos a clase, pese al riesgo de ser expedientados por absentismo escolar

Julio Mármol julmarand /
24 ene 2021 / 17:22 h - Actualizado: 24 ene 2021 / 17:24 h.
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“¡Cómo cambia la vida! Recuerdo que cuando chico nos asustaban con el Coco [...] y resulta que ahora, a mis cincuenta y más, intenta asustarme un Consejero de la Junta de Andalucía”. Así arranca la carta que Francisco Manuel Benítez, vecino de la Línea de la Concepción, le ha escrito a Javier Imbroda, Consejero de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía.

Desde que comenzase el año, las aulas de todos los colegios de La Línea de la Concepción se han hallado vacías. Las ventanas, no obstante, permanecen abiertas para ventilar las estancias, conforme exigen las medidas sanitarias. El cada vez más tibio viento de Levante merodea por unos pasillos sin alumnos y estremece pizarras en las que ya hace casi un mes que nadie escribe nada. Los padres se han declarado en rebeldía: Sus hijos no irán a clase en estas circunstancias.

Como Francisco Manuel Benítez recuerda en su carta, en la Línea hay una tasa de contagios superior a los dos mil quinientas casos por cada cien mil habitantes. La cepa británica, más contagiosa, se ha enseñoreado de la Península, y su impacto en el número de infectados es cada vez mayor. La Línea, único pueblo de toda España que mantiene una frontera terrestre con Reino Unido, tiene motivos sobrados para temer el zarpazo de la cepa. Con un absentismo escolar que ronda el 96%, el Consejero de Educación ha defendido la continuación de las clases presenciales, pues “con la anterior cepa, el número de contagios entre alumnos era prácticamente nulo”.

Si bien los padres tienen derecho a decidir si sus hijos van o no a clase debido a la pandemia, esto sólo se consiente si los niños son menores de seis años. El resto se enfrenta a expedientes por absentismo escolar. En La Línea, según su alcalde Juan Franco, que solicitó a la Junta, recientemente, que no se regresase a las aulas tras las Navidades, los expedientes serían más de once mil.

“Le recuerdo a Ud.”, sigue la carta del padre linense a Imbroda, “que tiene el atrevimiento de mandar a NUESTROS HIJOS al colegio e institutos, y que vive en un despacho climatizado, que además en este bendito pueblo tenemos institutos y colegios muy cerca de la playa. Que la humedad, el frío y la lluvia no permite ventilar las aulas como deberían ventilarse. Y que el cierre continuado de estas (ya sé que con diez minutitos es suficiente ahora) provocaría la posibilidad de un mayor contagio”.

El lunes se ha convocado una cacerolada contra la Junta en algunos colegios de La Línea, pues es el 25 de enero la fecha que esta ha fijado como límite: Si los alumnos no retoman las clases, se tramitarán los expedientes. El coronavirus, en cualquier caso, seguirá ahí. Para él no existe, por el momento, el absentismo.