El 97% de los niños andaluces menores de un año están vacunados

El repunte que se ha producido de no inmunizar a los bebés en otras regiones no ha llegado a Andalucía

31 jul 2016 / 19:49 h - Actualizado: 31 jul 2016 / 21:39 h.
"Sanidad","Vacunas"
  • Un bebé es vacunado por su pediatra. / El Correo
    Un bebé es vacunado por su pediatra. / El Correo

En Cataluña están saltando las alarmas porque el año pasado fueron vacunados el 92,85 por ciento de los bebés en su primer año de vida, dos puntos menos que en 2010, lo que se teme que pueda ser una tendencia por el avance del movimiento antivacunas. Una moda que en Italia ha llevado a la Federación Nacional de los Colegios de Médicos Cirujanos y Odontólogos a tomar la decisión de castigar a los médicos antivacunas con duras sanciones disciplinarias, revocándoles incluso las licencias en los casos más graves.

En Andalucía, sin embargo, parece que este movimiento no está arraigando a la luz de los datos, ya que la tasa de vacunación entre los menores de un año es casi total, llegando al 97 por ciento, un porcentaje que cae al 85 por ciento entre los niños que tienen entre cuatro y 10 años.

Estos altos niveles de vacunación en Andalucía se deben a que está implantado un calendario muy bueno, «que es referencia», según recalca el pediatra y vicepresidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona.

La importancia que tienen las vacunas y que defiende a capa y espada este pediatra, no es baladí, según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas evitan entre dos y tres millones de muertes al año.

De hecho, en 2010, el Juzgado Contencioso Administrativo 5 de Granada ordenó la vacunación forzosa de 35 niños contra el sarampión en Granada. La medida, sin precedente en España, respondía a una petición de la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía para frenar un brote epidémico de sarampión detectado en un colegio de la capital granadina. Salud tuvo que acudir a un juez para que obligase la inmunización porque en España no es obligatoria la vacunación.

El vicepresidente del colegio de Médicos de Sevilla explica que la vacunación es importantísima para evitar la propagación de enfermedades que se creen extinguidas pero que siguen ahí: «Con las vacunas no se muere y lo vivo año año». Recuerda el brote de sarampión que sufrió Europa, donde entre en enero y julio de 2011 se registraron 26.025 casos confirmados de sarampión, que produjeron la muerte a 11 personas, seis de ellas en Francia. Un problema que, a pesar de las llamadas de alerta, se ha prolongado en el tiempo, produciéndose el año pasado la muerte de un niño alemán de año y medio también por esta enfermedad.

Carmona por eso avisa de que no hay que bajar la guardia y reitera la necesidad de cumplir el calendario de vacunaciones. Un ejemplo claro de la importancia que tienen es lo que sucedió con la polio hace más de 50 años: «Cuando salió la vacuna se dejó de hablar de esta enfermedad porque ya no había casos», manifiesta.

Recalca que la vida de un niño, que no decide, «no la podemos poner en riego por demagogia barata». En este sentido informa de que en Australia para potenciar la vacunación infantil, el Gobierno da exenciones fiscales a los padres que cumplen con el calendario.

Asimismo, insiste en que no solo es importante la vacunación en niños, «también es necesaria en las personas mayores que no están vacunadas, porque son también susceptibles de ser contagiados de una enfermedad de la que no estén inmunizados».