El auditorio de La Merced es ya de Manolo Sanlúcar

El convento sanluqueño del siglo XVII, auditorio municipal los años 90 y sede del Festival Internacional de Música de Sanlúcar es bautizado y bendecido por el guitarrista Manuel Alcón en un concierto en su honor

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
15 may 2022 / 16:54 h - Actualizado: 15 may 2022 / 16:59 h.
"Flamenco","Música"
  • Manolo Sanlúcar. / Foto: N. García
    Manolo Sanlúcar. / Foto: N. García

Manuel Alcón (Sanlúcar de Barrameda, 1943), el guitarrista que renunció a su propio apellido para llevar por todo el mundo el nombre de su ciudad natal y considerado uno de los grandes músicos del siglo XX, rompió la noche del viernes la sentencia de Cristo de que nadie es profeta en su tierra. Su llegada, un tanto inesperada, puso en pie a todo el auditorio de La Merced para un concierto que iba a servir de homenaje definitivo a quien ya fue nombrado Hijo Predilecto de la ciudad en 2009. El espectáculo tenía nombre propio, Sonantas para Manuel, y en él, coordinados por el hermano de Manolo, José Miguel Évora, participaron ocho reconocidos guitarristas andaluces, uno por provincia: Manuel de la Luz, Niño Seve, Jesús Guerrero, Niño el Tomate, David Carmona, Ricardo Moreno, Diego del Morao y Daniel Casares, acompañados por el percusionistas Paquito González.

El auditorio de La Merced es ya de Manolo Sanlúcar
Foto: N. García

El auditorio de La Merced fue construido convento en el siglo XVII y luego fue reemplazado como ermita. En la década de 1990, el edificio fue restaurado para convertirse en auditorio municipal, sede de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento y del Festival Internacional de Música de Sanlúcar, entre otros menesteres. Desde ahora, ha cambiado el nombre pro el de Manolo Sanlúcar.

En el concierto del viernes, arropado por numeroso público, entre los que se encontraba el vicepresidente de la Junta de Andalucía, el sanluqueño Juan Marín; el alcalde de la ciudad, Víctor Mora (PSOE), y otras muchas autoridades y representantes de entidades locales, el guitarrista intervino antes del propio concierto, acompañado por su sobrina Gala Évora. “Una fecha que llevaré marcada a miel, hierro y fuego”, dijo el artista, claramente afectado por la vejez y la enfermedad pero absolutamente emocionado por la entrega de su tierra natal. Emocionado y con las manos en el corazón, Manolo Sanlúcar se despedía de su pueblo agradecido tras escuchar el primer concierto en un auditorio que ya lleva su nombre.