“Y aunque no sea en febrero, danos tus coplas y tu fuego para renacer de la muerte”, remata el estribillo de la comparsa “Los Renacidos”, una de las agrupaciones que más ha destacado en el atípico Concurso Oficial del Carnaval de Cádiz que, por primera vez en 46 años, se celebra en el mes de mayo.
En la primera fase del concurso, que concluye esta noche, las coplas carnavaleras han florecido, sin que parezca que el cambio de estación haya afectado a esta particular «cosecha» del ingenio gaditano para retratar al mundo.
Las coplas han arremetido contra Vox, defendido la sanidad pública, criticado a la Iglesia y hasta han celebrado en directo la permanencia del Cádiz en Primera.
«Los Renacidos» se han convertido en un símbolo de cómo el carnaval gaditano ha sobrevivido a la pandemia y a todas las cosas que pasaron antes de que el coronavirus entrara de lleno en esta fiesta, como fue la muerte de Juan Carlos Aragón, un autor envuelto en la leyenda tras fallecer de forma prematura en 2019, y cuya agrupación ha vuelto a este carnaval con otro autor.
“Por favor no me pidáis, que os traiga un heredero, porque herencia aquí ni hay, que su heredero es tan solo su tierra, su pueblo y su Cai”, dice el nuevo responsable de las letras de la comparsa en uno de sus pasodobles, tras dejar muy buenas sensaciones en su primer pase.
La fase preliminar del concurso, que comenzó el 16 de mayo, concluye esta noche en su fase de adultos tras participar 62 agrupaciones, en la que es una de sus ediciones más singulares, por la fecha cambiada debido a la pandemia, y por la reducida participación, consecuencia también del calendario primaveral tan atípico.
El jurado realizará esta noche su primer corte tras haber escuchado pasodobles, tangos, cuplés, presentaciones, estribillos y popurrís que han reflexionado mucho sobre la necesidad de este carnaval, a pesar del cambio de fecha, y por todas las consecuencias que para Cádiz y la humanidad ha traído la pandemia.
Una de las letras más emotivas la trajo la comparsa “Los quinquis”, con la que el chirigotero José Antonio Vera Luque ha cambiado de modalidad este año, que dedicó a su compañero de agrupación Miguel Ángel Puchi, al que la covid afectó gravemente y que ha tenido que entrenar duramente para poder actuar en el Falla sin la silla de ruedas que le acompaña desde hace meses.
“Al saber que pa mi amigo, que tuviste allí contigo, fuiste sus cinco sentidos, sus pies, sus manos, y ahora mira tú por donde, ángel de pijama blanco, justo que está aquí mi amigo, y te lo dice cantando”, cantaron en homenaje a los sanitarios.
Al rey emérito, que ha sido protagonista de la actualidad en los últimos días, también le han caído varias letras ya como los dos cuplés que interpretó el coro “Tierra y Libertad”, en las que aludían al Tinder y las supuestas aventuras románticas de Juan Carlos I.
El carnaval también ha entrado en arena electoral, no en vano la final del concurso coincidirá el 3 de junio con el arranque de la campaña a las andaluzas del 19J, y han sido varios autores los que han criticado a Vox y “el avance de la ultraderecha”.
“Tu abuelo sí era un hombre de bandera, no como esa que llevas legionario en la muñeca, por cierto tu padre sigue llorando, todavía lo están buscando por las cunetas”, cantaron «Los sumisos», la nueva propuesta del aclamado autor Antonio Martínez Ares.
El concurso ha avanzado este año con críticas al obispo de Cádiz, con una importante presencia de mujeres como la comparsa “We can do...carnaval”, que ha llenado de letras feministas y reivindicativas su repertorio, y con propuestas que juegan al humor negro como “Gente con chispa”, la chirigota del «Bizcocho» que representa un corredor de la muerte y lleva una silla eléctrica en la que van ejecutando componentes.
Y, como el carnaval representa la esencia e intensidad de Cádiz, tampoco ha escapado al fervor que supuso la fiesta de la permanencia del equipo de fútbol de la ciudad en Primera, un logro conseguido en pleno desarrollo del concurso, que fue interrumpido por el público para festejarlo mientras estaba actuando un cuarteto, cuyos componentes, por pura resignación, también terminaron sumándose al alirón.