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Los tres finalistas de la iniciativa, junto al director del hotel, José Flores.
Son poco más de las nueve de la mañana cuando la madrileña Lorena Garam comienza a contar en sus redes sociales cómo va a ser su día en esa jornada. Y lo hace desde un punto concreto de la costa de Huelva: Isla Cristina. Sus publicaciones no pasarían de ser una más de una influencer más si no fuese porque ella es la ‘Cliente Tutiplén’, una idea que el hotel puso en marcha el pasado junio el hotel Tui Blue Isla Cristina para buscar a alguien que se alojase en el hotel cobrando, a cambio de contar lo que vive en su día a día.
Tal ha sido el éxito de la idea que el establecimiento repetirá en 2022 la experiencia de alojar a una persona y pagarle un sueldo para que cuente cómo es el hotel por dentro, lo que este año atrajo a miles de personas de todo el mundo a una selección en la que fue elegida Garam.
El director de este impresionante edificio es José Flores, un gaditano de Puerto Real que lanzó, y nunca mejor dicho, la idea en junio. Y es que para promocionarla se lanzó a la piscina del hotel con su traje de chaqueta y corbata, y en pocos minutos la iniciativa se había colado en los cinco continentes.
Desde la piscina del hotel al mundo
Por eso, y ya que el éxito de la experiencia ha sido impresionante, explica que el hotel ya se plantea repetir la idea el año que viene, “con una serie de cambios que, seguramente, demos a lo que se ha hecho este año, pero manteniendo la esencia de lo que pensamos inicialmente”.
Precisamente, este fin de semana se han citado en el hotel los tres finalistas de la idea, que inicialmente tuvo una primera selección de los currículos presentados por gente de todo el mundo, para pasar a una lista final de 20 personas y una selección de las tres que llegaron a la final.
Ese trío final lo componían, además de Garam, el barcelonés Jaime Aymar y a la sevillana de Alcalá de Guadaíra María Quijano, que durante tres días se han reunido en el hotel para dar la despedida juntos al mes de agosto.
Precisamente, Quijano, turismóloga de profesión, fue contratada en el hotel para la temporada de verano como recepcionista, de modo que durante el verano ha podido tomar contacto directo con su trabajo de cara al público, a la espera de que en los meses de temporada baja salgan adelante sus proyectos relacionados con la promoción turística de la provincia de Sevilla.
La localidad de Alcalá de Guadaíra es uno de sus objetivos, con el fin sacar a la luz sus encantos de cara al turismo y ayudar a atraer visitantes “que buscan algo alternativo al turismo de la capital, porque la provincia tiene mucho más que lo que se vende en los circuitos habituales”. Sin embargo, encontrar puntos distintos y originales para el turismo en los 106 pueblos de la provincia es parte de su agenda, y en eso, entre otras cosas, centrará su vida profesional cuando llegue el otoño.
Un Dj de referencia internacional
Por su parte, los clientes han asistido este sábado a una sesión en directo de Aymar como Dj, profesión en la que el catalán es una referencia mundial, con casi dos millones de seguidores de todo el mundo en sus redes sociales. Cada intervención de este profesional de la música es seguida por miles de personas cada vez que empieza a crear música, e incluso tiene un Disco de Platino por la repercusión en todo el mundo que tienen sus trabajos discográficos.
Ahora, “es el momento de hacer balance”, explica Flores, que se enfrenta a la labor de rentabilizar lo máximo posible el hotel en temporada baja, una vez que las cifras de ocupación han ido subiendo cuando se ha pasado lo peor de la pandemia.
Por el momento, Lorena Garam apura sus últimos días en este original trabajo, y el equipo de marketing del hotel trabaja ya en cómo será el certamen del “Cliente Tutiplén” en 2022, “para lo que vamos a intentar que sea, como mínimo, algo tan resonante como este año, con gente de todo el mundo pendiente de nuestra oferta y siguiendo todo el día las publicaciones”.
Gestionado por la cadena TUI, el hotel es el único de cinco estrellas de la costa de Huelva, y está ubicado en Isla Cristina, en la costa occidental, donde la ocupación decae bastante en los meses de otoño-invierno, de modo que se trabaja en nuevas fórmulas para conseguir aumentarla.
Este verano, por cierto, los clientes han convivido casi a diario con medios de comunicación de todos los rincones del país, que han querido contar en primera personas cómo es vivir en un hotel de cinco estrellas gratis y, encima, cobrando.