El déficit andaluz se dispara y amenaza con nuevos recortes

Andalucía cierra 2015 con un agujero del 1,13% del PIB, por encima del objetivo comprometido y de las previsiones de la Junta. El Gobierno ha imputado a Andalucía 200 millones más por el gasto del tratamiento para la hepatitis C

31 mar 2016 / 14:29 h - Actualizado: 31 mar 2016 / 16:18 h.
"Macroeconomía"
  • El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha comparecido en rueda de prensa para explicar los datos de déficit público en España. / EFE
    El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha comparecido en rueda de prensa para explicar los datos de déficit público en España. / EFE

Andalucía está entre las comunidades que ha incumplido el objetivo de déficit de 2015, pero por apenas unas décimas. El equilibrio entre ingresos y gastos para las administraciones autonómicas se fijó en el 0,7 por ciento del PIB, y la Junta anunció el mes pasado que el ejercicio se ha cerrado en el 0,81 por ciento. Ese es el dato que anunció en febrero la propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, durante una sesión de control al Gobierno, la cifra que el Ejecutivo andaluz remitió a los técnicos del Ministerio de Hacienda, sin embargo éste acaba de corregir al alza. El departamento de Cristóbal Montoro ha confirmado esta mañana que, al cierre definitivo del ejercicio presupuestario de 2015, el déficit andaluz se incrementó hasta el 1,13 por ciento, algo menos de medio punto (0,43) por encima del objetivo marcado para las comunidades y medio punto (0,53) por debajo de lo alcanzado por la media de las regiones (1,66). Aun así, Andalucía es la cuarta comunidad con menor desvío del déficit.

También el déficit público español se ha disparado hasta el 5,16 por ciento del PIB, casi un punto por encima del objetivo de consolidación fiscal comprometido con Bruselas (4,2 por ciento del PIB). El Gobierno no ha cumplido con su objetivo en los últimos cuatro años, el agujero detectado en el ejercicio de 2015 alcanza los 10.000 millones de euros, y se expone a una sanción europea o acometer recortes por un montante de 25.000 millones de euros, la mayoría de estos caerían de nuevo sobre las arcas autonómicas.

La mala noticia es que Montoro achaca gran parte de ese desvío a las comunidades autónomas, y para contener el déficit ha optado por corregir sus cifras, imputando a las regiones un gasto añadido con el que no contaban en su balance. El Gobierno ha imputado a las comunidades el tratamiento de enfermos de hepatitis C, un gasto sobrevenido por una crisis sanitaria que descuadró las cuentas de las regiones. El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, aseguró el mes pasado durante un consejo interterritorial que el Gobierno central asumiría íntegramente dicho gasto, unos mil millones de euros, y que no se les pasaría la factura a las comunidades para evitarles que tuvieran que aplicar recortes en otros capítulos del presupuesto sanitario. Alonso hizo este anuncio junto al secretario de Estado de Hacienda, Beteta. La consejera andaluza de Hacienda, María Jesús Montero, ha mostrado esta mañana su indignación por este cambio de criterio y ha acusado al Gobierno de Mariano Rajoy de “maquillar” el recuento del déficit para que “una vez más la Administración central parezca más cumplidora y eficiente, mientras las comunidades aparecemos como las grandes derrochadoras”. Al computar el gasto del tratamiento de la hepatitis C a Andalucía, el déficit regional previsto aumenta en 13 décimas, unos 200 millones de euros más, pasando del 0,81 al 0,94 por ciento del PIB.

Es el segundo año consecutivo que Andalucía roza el objetivo de déficit, quedándose mucho más cerca que otras regiones donde del desvío ha sido mayor, como Cataluña o Valencia. Montero ha reseñado este jueves que Andalucía ha cumplido “de manera muy razonable” con los objetivos de consolidación fiscal en los últimos tres años, a la par que ha mantenido un alto grado de ejecución presupuestaria. La consejera rechaza que en el desvío del déficit andaluz haya tenido algo que ver las medidas que la Junta aplicó ante la proximidad de las elecciones autonómicas, y que incidieron en un mayor gasto y menos ingresos (reducciones tributarias). El déficit andaluz en 2015, próximo al objetivo marcado por el Gobierno central y Bruselas, se debe en parte a dos factores: el aumento de la recaudación vía impuestos en un 4,2 por ciento, y el crecimiento de la economía andaluza, en un 2,2 por ciento. El déficit del 0,81 por ciento calculado por el Gobierno andaluz el mes pasado supone reducir la necesidad de financiación en 679 millones de euros respecto al ejercicio anterior. La Junta insiste en que si el Gobierno central hubiera cumplido con su compromiso de no computar en este ejercicio la deuda de Andalucía con las arcas del Estado por la liquidación negativa del sistema de financiación de 2013, el déficit andaluz habría quedado en el 0,64 por ciento. Al ver descontada esa deuda, de 265 millones, el desvío se disparó en casi 20 décimas.