El lobo se ha extinguido en Andalucía

Los censos de seguimiento de las poblaciones de lobo que acaba de publicar la Junta de Andalucía concluyen que el lobo ibérico se ha extinguido en toda la Comunidad. Es la primera vez que se admite la extinción de esta especie emblemática del monte andaluz, que podría llevar desaparecida desde hace años

Un lobo ibérico. / EFE

Un lobo ibérico. / EFE / Ricardo Gamaza

Ricardo Gamaza

El Lobo (Canis lupus signatus) es históricamente una de las especies más representativas de las sierras de Andalucía. O lo era, porque el Programa de seguimiento y conservación del lobo desarrollado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía acaba de confirmar hoy que está extinguido desde el año 2020.

Desde 2003, tiene como objetivo principal conocer la distribución del lobo ibérico en Andalucía, obtener datos acerca de su dinámica de población, indemnizar los daños al ganado, reducir los conflictos con la población local, y en general, asegurar la supervivencia de la especie intentando favorecer su expansión por las zonas más favorables y menos conflictivas.

En los censos realizados desde hace 20 años (el primero fue en 2003) se localizaron dos núcleos de distribución, ambos en Sierra Morena, dentro de las provincias de Córdoba, Jaén y Sevilla. “A lo largo de estos años se han tomado diferentes pruebas gráficas de su existencia”, explica en sus informes la Junta de Andalucía, incluso se llegó a filmar en 2003 un grupo familiar compuesto por la pareja dominante, cuatro cachorros y tres subadultos.

En cuanto a los datos sobre reproducción, se constató la cría de tres grupos familiares en 2004 y 2005, de dos grupos en 2006, 2007 y 2008,y uno en 2009 y 2010. “El descenso de manadas reproductoras podría no ser tal, y deberse más bien al desplazamiento de las manadas”, apuntaban estos primeros censos de seguimiento. Con todo, la población andaluza se estimaba en estos años en seis y ocho grupos familiares que en conjunto suman unos 42-56 lobos.

Durante los muestreos se recogieron excrementos y restos de mandíbulas de ungulados, que posteriormente han sido estudiados genéticamente y analizados para obtener más información acerca de la biología de la especie, en concreto, sobre su dieta y preferencia en la selección de presas. Los datos hallados sugieren que la alimentación del lobo no afecta a la dinámica poblacional actual de estos grandes mamíferos, debido a la alta densidad de presas y la extensa área de campeo que ocupa cada grupo familiar y al pequeño tamaño de la población lobuna. Se estima que con la mitad de los animales que fallecen por muerte natural podrían cubrir sus necesidades alimenticias en la actual área de distribución.

Durante el transcurso de 2020 se intentó detectar la presencia de lobo mediante recorridos “control”: visitas a las propiedades y montes públicos que ya fueron muestreadas previamente en fases anteriores. El resultado ha sido que “no hay ningún indicio de presencia de lobo en Andalucía”, según se asegura en las conclusiones del censo de ese año que acaba de publicarse ahora.

Se da la paradoja de que durante 2020 se atendió una denuncia por ataque de lobo al ganado (Carboneros-Jaén) y un posible avistamiento en Andújar (Jaén). En el caso del ataque, las cámaras de fototrampeo cuyos análisis visuales descartaron que se tratase de lobos.

Aunque la extinción del lobo en Andalucía se ha publicado hoy en el programa de conservación del lobo, los muestreos realizado desde 2016 por el equipo del programas ya apuntaban, aunque no con la certeza de 2020, que no había evidencias de presencia de lobo en Andalucía. Tampoco hay evidencias de la presencia de ningún grupo reproductor desde 2003, ni datos contrastados de la presencia de algún individuo desde 2014.

“Ante la probable recolonización de Andalucía, a medio-largo plazo, por la expansión que el lobo está experimentando en el norte y centro peninsular, el Programa de Actuaciones continuará con las labores de muestreo para la posible detección de presencia de la especie y dará respuesta a los ataques a ganado que se puedan producir”, señala el último informe de la Junta de Andalucía.

Hasta la fecha, esta especie está incluida en el Listado Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

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