El milagro de un iluminado de Puente Genil

La compañía cordobesa Iluminaciones Ximénez, condecorada con la Medalla de Andalucía, es una de las más potentes del sector a nivel mundial. Su fundador revolucionó la decoración lumínica

22 feb 2018 / 14:15 h - Actualizado: 22 feb 2018 / 14:22 h.
  • Francisco Jiménez, junto a un automóvil de la compañía en la década de los años 40. / Iluminaciones Ximénez
    Francisco Jiménez, junto a un automóvil de la compañía en la década de los años 40. / Iluminaciones Ximénez

Un iluminado en una era de oscuridad. En 1945, Francisco Jiménez Carmona (1920) funda en su Puente Genil natal la empresa de electricidad Iluminaciones Ximénez, condecorada hoy con la Medalla de Andalucía. Fabricante e instalador, Carmona decide en aquellos años de miseria y mendrugos de pan duro engalanar su calle con una austera pero revolucionaria decoración lumínica navideña. Son los tiempos del hambre y el entonces alcalde de la ciudad decide que a partir de 1946 se encargue de teñir de luz las calles de la cuna del membrillo y Jesús Nazareno, El Terrible, junto a los rostrillos el indiscutible emblema de la Mananta.

Y entonces nace una compañía que cruza las fronteras provinciales en los años 50, la década de la expansión y el momento en el que Iluminaciones Ximénez se consolida como la sociedad de referencia del sector a nivel autonómico. Las portadas de feria, las iluminaciones navideñas y los alumbrados con motivo de cualquier fiesta son motivo de contrato para una firma que a finales de siglo se establece en otros puntos de España sin renunciar a su origen y sentido primitivo: Puente Genil.

Es ya en el siglo XXI cuando Iluminaciones Ximénez, la encargada de dotar de luz y sonido al impactante alumbrado de Navidad de Málaga y de convertir a su ciudad en un foco de atracción turística cada final de año, vulnera las aduanas y se convierte en uno de los mejores embajadores de Andalucía en Europa y América. Es en las principales urbes del globo donde la sociedad que fundara en 1945 Francisco Jiménez, a quien el Ayuntamiento de Puente Genil dedicó una calle en homenaje a su carrera, aplica su sello.

Su fama a nivel mundial crece de forma sobresaliente y en los últimos años proliferan los premios a una familia que ha sido reconocida por su trabajo en las Fallas de Valencia, en las Hogueras de San Juan de Alicante, en la Feria Colombina de Huelva o en la iluminación de Navidad de Madrid, distinciones a las que se unió, sin duda alguna, una de las condecoraciones más sentimentales para los Jiménez, el premio Cordobeses del Año en 2006. Un foco de luz que surgió en una época de oscuridad. Francisco Jiménez, un iluminado en Puente Genil.