El pleno del Parlamento andaluz dio ejemplo de cómo, a pesar de los tiempos que corren, las instituciones pueden imponerse a los intereses partidistas. Podemos y PSOE llevaron a la Cámara andaluza sendas proposiciones de Ley para garantizar la igualdad del colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) y la lucha contra la discriminación por orientación sexual. El PSOE presentó está propuesta después de que Podemos registrara la suya y pese a la defensa realizada por la diputada socialista Soledad Pérez, el resto de grupos le afeó que la tramitara como «reacción» a la del partido morado e incluso la falta de consenso de ésta con las asociaciones del colectivo –presentes en la tribuna de invitados del hemiciclo– a diferencia de la de Podemos, algo que Pérez negó. Una posición que en el caso de la diputada del PP, Esperanza Oña, le valió las ironías de la bancada socialista por su defensa de la iniciativa de Podemos (la pinza entre ambos partidos es un argumento recurrente en el PSOE esta legislatura cada vez que votan juntos). No obstante, llegado el momento de las votaciones, si alguien quedó retratado fue el grupo socialista pues mientras pese a considerar más «avanzada» y «consensuada» la propuesta de Podemos, todos los partidos, incluido el grupo morado, apoyaron el texto socialista, cuya tramitación fue aprobada por unanimidad entre apelaciones de C’s, PP e IU a retirar ambos textos y presentar uno consensuado. Por contra, la iniciativa de Podemos también fue aprobada por 61 votos a favor frente a 47 en contra, los de los diputados del PSOE.
El resultado, en la práctica, es que ambas Proposiciones de Ley serán tramitadas en Comisión por lo que, el trabajo de los grupos con sus aportaciones, podrá confluir en un texto único salvando las diferencias partidistas que en la votación del pleno no pudieron salvarse. Pero la votación, que los colectivos presentes aplaudieron y por la que felicitaron a los parlamentarios, evidenció la unión de toda la oposición en este asunto y la soledad del PSOE al preferir defender sólo y exclusivamente su propuesta.