El poder de los Superquimions

“Ellos son los superhéroes porque batallan todos los días por su vida”. Al otro lado del teléfono, Jaime Peinado reconoce con estupor sentirse sobrepasado por la repercusión de su iniciativa. Ésta no fue otra que envolver las bolsas de quimioterapia de oncología infantil con fieltros de personajes de dibujos animados de culto para los más pequeños. Y les puso un nombre: las bolsas Superquimions. Colgó una foto y un vídeo en su muro de Facebook en el que daba a conocer una más de sus acciones encaminadas a hacer la vida más feliz a los niños ingresados. En poco más de tres días, fueron 150.000 los me gusta. La cuenta de los que lleva a día de hoy ni la lleva ya.

De todos lados del mundo, de asociaciones muy variopintas y con mensajes de apoyo y felicitación, Jaime relata ahora la dimensión que ha cogido aquella primera idea. Particulares y entidades pueden hacer Superquimions, ponerse en contacto con Ayudacancer.com, que les recogerá los datos de las bolsas que se donen; Seur irá a recogerlas de forma altruista también y estas bolsas se almacenarán en la Fundación Olivares, en Málaga. Desde allí se distribuyen a todos los hospitales de España. Y en todo este proceso, no media ni un euro de por medio. “Demasiado pasan ya los padres para tener que pagar por esto. No quiero ganar dinero ninguno”. Lo que sí tiene claro Jaime es que la idea tiene que estar registrada oficialmente para evitar que “cualquier tiburón se aproveche de esto”.

Este gaditano del Puerto de Santa María con dos hijos decidió enfocar su vida a llevar algo de magia, alegría y diversión a los más pequeños hospitalizados cuando el mayor de sus vástagos nació y sufrió problemas en un riñón. Entonces (1999) nació la Asociación Con aire de ilusión, la misma en la que Jaime ha parido a los Superquimions. Cuatro días a la semana desde hace 15 años, Jaime visita a los pequeños de Oncología de los hospitales de Jerez y Cádiz. Les hace formas con globos, trucos de magia, manualidades... “Siempre me han dado muy mala impresión las bolsas de la quimio, así que fabriqué en fieltro una funda con un dibujo animado y se la llevé a la hematóloga de Jerez”. Y desde ese día hasta hoy, desde Uruguay, Venezuela... y desde toda España, Jaime recibe la ayuda desinteresada de personas que quieren colaborar con su causa.

Jaime está dispuesto a seguir peleando por los más pequeños. Qué menos, se repite cada día. “Me han enseñado a saber vivir. Mira, hace un mes se nos fue un niño. Estaba en cuidados paliativos y le preguntaba todas las mañanas: ¿Qué quieres que te traiga, galletas, globos...? Hasta que un día me respondió: “Tengo de todo Jaime”. Con respuestas como éstas te das cuenta de que lo más importante es que estamos vivos. Nos preocupamos por cosas... Salud era lo único que no tenía este niño”, recuerda Jaime.

Para todo aquel que quiera ayudar a Jaime, éste tiene colgado en su muro de Facebook patrones con las medidas que tienen que tener las Superquimions. ¿Te sumas?