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El PSOE-A se reivindica como parte del 15M con cinco años de retraso

Los socialistas andaluces hacen autocrítica por no haber visto la importancia del movimiento ciudadano y exige a Podemos que no se adueñe del quinto aniversario

09 may 2016 / 16:20 h - Actualizado: 10 may 2016 / 10:25 h.
"PSOE"
  • El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, en rueda de prensa. / EP
    El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, en rueda de prensa. / EP

El secretario de Organización del PSOE andaluz participó en el 15M, estuvo en una de las concentraciones multitudinarias y espontáneas de la Puerta del Sol, en Madrid, observó el ambiente, le gustó cómo jóvenes y mayores se organizaban en asambleas sectoriales para compartir sus problemas, “aprendió mucho” y le “gustó lo que vio”. Juan Cornejo, número dos de Susana Díaz, hombre de partido y de la vieja guardia del socialismo andaluz, era senador hace cinco años, y estaba en Madrid cuando de la indignación de la ciudadanía aplastada por la crisis nació un movimiento sociopolítico llamado 15M (la abreviatura de aquel 15 de mayo en el que la gente salió espontáneamente a la calle a ocupar las plazas y a gritar a los poderes institucionales y a la clase política: “No nos representan”). Cuando están a punto de cumplirse cinco años del nacimiento del 15M (el próximo domingo), el PSOE andaluz, la federación más numerosa y potente de todas, ha hecho balance y autocrítica, y ha interiorizado que el mayor error histórico que cometió este partido fue no haber sabido interpretar todo aquello. “No todo el mundo en el PSOE vio la importancia de lo que se estaba produciendo. Pero había muchos socialistas allí”, ha dicho esta mañana Cornejo, que ha usado su propia experiencia personal para aclarar que “muchos como él participaron en el 15M porque compartían el nudo gordiano” de la indignación, de las protestas, de las reivindicaciones y de la ilusión por cambiar las cosas. Pero el PSOE no canalizó aquel sentimiento de cambio, al contrario, fue alineado junto al PP por los mismos manifestantes, señalado como uno de los principales responsables del malestar que azotaba a la gente. Por eso una de las consignas críticas que más se escuchó en el 15M era ésta: “PSOE-PP, la misma mierda es”. De aquel descontento con el partido que, hasta entonces, había representado los valores de la izquierda en el Gobierno de España y en muchos gobiernos autonómicos y municipales, nació otro partido: Podemos. De los 5,3 millones de votantes de Pablo Iglesias en las elecciones generales del 20 de diciembre, tres millones provenían del PSOE.

La autocrítica que ha hecho hoy el PSOE andaluz por su desconexión respecto al 15M (que se traduce en una desconexión con los problemas que estaba padeciendo la mayor parte de la ciudadanía) y la reivindicación de que los motivos de aquella contestación social también eran y son “motivos socialistas” llegan con cinco años de retraso. Pero la dirección del PSOE-A espera haber llegado a tiempo también, porque por encima de todo no quiere que Podemos apadrine en exclusividad el aniversario del 15M el próximo domingo. La otra fecha que condiciona la reflexión que ha hecho esta mañana Cornejo no es este 15 de mayo, sino el próximo 26 de junio, día de las elecciones generales. Los socialistas temen que los de Pablo Iglesias busquen apropiarse de todo el peso social que contiene el 15M, y han empezado a hacer algo que no hicieron hace cinco años: o bien por pudor, o bien por desconocimiento o simplemente porque no supieron reaccionar a tiempo: reivindicarse como parte del movimiento 15M. “Aquellos mensajes no tenían etiquetas políticas”, ha dicho Cornejo, negando que su autocrítica tenga “ningún tipo de cálculo electoral”. Para luego advertir: “Si Podemos espera rentabilizar este movimiento ahora, deberían pensar que muchos de los que se atribuyen la representatividad del 15M no han sabido responder a las expectativas que generaron entonces”.

La campaña electoral se antoja larga, y el PSOE está rivalizando desde el minuto uno contra Podemos y la confluencia de esta formación con otros partidos de izquierdas. Los socialistas necesitan recuperar votos, y perdieron más por el flanco izquierdo, a favor de Podemos, que por el centro. La fidelidad del votante socialista en Andalucía es mayor en las zonas rurales que en las urbes, donde la irrupción del equipo de Iglesias fue mayor. El último CIS ha revelado que el 25 por ciento de la clase media alta –trabajadores cualificados, universitarios, profesionales, etc- votó a Podemos en las últimas elecciones generales. Muchos de ellos promovieron o apoyaron el 15M (los dirigentes de Podemos son profesores universitarios). Ahora el PSOE quiere recuperarlos, y parece haber perdido el miedo a decir: Nosotros también somos el 15M.