El SAS se adelanta a la ONU en abordar la resistencia bacteriana

La Junta desarrolla una estrategia ante la pérdida de eficacia de los antibióticos tradicionales que Naciones Unidas aborda mañana

19 sep 2016 / 19:51 h - Actualizado: 19 sep 2016 / 19:51 h.
"Salud","Aquilino Alonso"
  • Alonso, ayer, entre los responsables de Bamberg. / El Correo
    Alonso, ayer, entre los responsables de Bamberg. / El Correo

La Asamblea General de Naciones Unidas dedicará su sesión de mañana a un único punto del día que por cuarta vez en la historia de la ONU aborda un problema sanitario: la resistencia a los antimicrobianos (antibióticos). Los líderes mundiales buscan acordar medidas para afrontar «una de las mayores amenazas para la salud mundial» como en su día hicieron con el VIH, las enfermedades no transmisibles o el ébola, lo que da idea de la importancia de un asunto que Andalucía comenzó a abordar a finales de 2014 con el Programa integral de prevención, control de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria y uso apropiado de los antimicrobianos (Pirasoa), pionero en España y en el que esta semana la Consejería de Salud pretende involucrar a los colegios profesionales del ámbito sanitario.

El consejero de Salud, Aquilino Alonso, se refirió ayer a este programa como un complemento fundamental a la estrategia de vacunación para la prevención de enfermedades infecciosas durante su intervención en el ciclo Diálogos de Salud de la Fundación Bamberg.

En su primer año, el programa Pirasoa rebajó un 6 por ciento el uso de antibióticos en Atención Primaria y un 9 por ciento en los hospitales, si bien la consejería prepara un informe actualizado con datos de este año que presentará al Consejo de Gobierno.

Esta estrategia no se centra sólo en el «mal uso» de los antibióticos por los pacientes o en un abuso de su prescripción por parte de los facultativos sino en implantar medidas en la atención sanitaria para el «control efectivo» de infecciones como la higiene de manos, el uso correcto de guantes, la profilaxis quirúrgica, medidas de aislamiento y protección ante enfermedades transmisibles en auge, con especial énfasis en la formación de los profesionales. Junto a ello, la otra clave es la investigación tanto para mejorar el diagnóstico como el tratamiento de una de las infecciones más frecuentes de las unidades de cuidados intensivos, la neumonía asociada a ventilación mecánica, así como para desarrollar vacunas que protejan de infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos.

Y es que, como destaca la ONU, «los agentes causales de muchas infecciones comunes se están volviendo resistentes a los antimicrobianos utilizados en su tratamiento, con la consiguiente prolongación de las enfermedades y el aumento del número de muertes» y «no se están desarrollando suficientes antimicrobianos nuevos, en particular antibióticos, que puedan reemplazar a los viejos, que son cada vez menos eficaces».

Es ahí donde la investigación resulta fundamental. Alonso subrayó ayer que Andalucía cuenta con once grupos estables con más de 235 profesionales que investigan sobre vacunas y entre 2009 y 2015 se han iniciado 62 proyectos de los que 36 son estudios clínicos. «Se han solicitado ocho registros de propiedad industrial o intelectual y se han firmado siete acuerdos de licencia para la puesta en el mercado de desarrollos andaluces», destacó el consejero, al tiempo que «se han desarrollado cinco proyectos sobre vacunas en colaboración con la industria»