García Caparrós, el mártir de la autonomía andaluza, 44 años después

Cada 4 de diciembre se celebra el íntimo Día de Andalucía en conmemoración de aquella jornada de 1977 en que el pueblo andaluz se echó a la calle para pedir la Autonomía a cambio de un precio impagable: el asesinato de un joven malagueño al que un policía anónimo disparó

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
04 dic 2021 / 11:57 h - Actualizado: 04 dic 2021 / 13:52 h.
  • García Caparrós, el mártir de la autonomía andaluza, 44 años después

La poesía vino después, pero en aquella jornada del 4 de diciembre de 1977, con dos millones de andaluces en la calle pidiendo la autonomía con pancartas y pacíficamente, se impuso la prosa del blanco y negro, de los disparos y del charco de sangre en una avenida malagueña por la que la multitud dejó su reguero de miedo. El muerto que se quedó en la calle, con una bala en la axila y al que no conocía nadie, se llamaba Manuel José García Caparrós, estaba a punto de cumplir los 19 años, trabajaba en la fábrica de cerveza Victoria y era militante de Comisiones Obreras.

Un disparo acabó con su vida cuando la Policía Armada decidió sustituir los de goma por los de verdad, y no todos al aire. Los agentes se desesperaron cuando otro joven, un tal Juan Manuel Trinidad Berlanga, escaló por la fachada de la Diputación de Málaga y colocó en el balcón una bandera Arbonaida, es decir, la blanca y verde que había diseñado más de cuarenta años antes Blas Infante para Andalucía. Aquel símbolo fue el colmo y comenzaron las cargas policiales. Y en medio de la muchedumbre despavorida, sin que nadie supiera cómo –o sin que nadie lo haya esclarecido hasta la fecha, porque está claro que un policía disparó- el cuerpo del joven García Caparrós cayó. La última persona que lo vio con vida, Carlos Carmona, manifestante como él, lo montó en un coche para llevarlo al hospital Carlos Haya, pero no pudo evitar su muerte.

36 años después, en 2013, durante los fastos institucionales del Día de Andalucía, celebrado como cada año el 28 de febrero por ser el día del referéndum, el actor malagueño Antonio Banderas tuvo unas palabras de recuerdo para su paisano porque “también yo estaba en esa manifestación y podría haberme pasado a mí”, dijo. Fue entonces, en 2013, cuando García Caparrós fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía a título póstumo. En 2009 había sido nombrado Hijo Predilecto de Málaga a título póstumo también. Pero entonces, cuando el lugar donde cayó muerto se había convertido en un altar improvisado por donde pasaron miles de malagueños, lo que hicieron los ultraderechistas de Fuerza Nueva fue destrozarlo. Se sucedieron varios días de protestas por la represión policial, pero sobre lo que de verdad había que haber investigado se extendió un disimulado velo negro durante décadas...

La muerte de García Caparrós ha quedado para la Historia de Andalucía como uno de esos símbolos de la lucha del pueblo andaluz por su autonomía y de la represión del Estado sobre la población civil que se manifestaba pacíficamente en el marco de la Transición española.

Silencio y tachaduras

“Es triste que siempre te digan que nuestros muertos son los que hicieron posible la democracia cuando ves que la democracia se ha olvidado de ellos”, dijeron las tres hermanas de García Caparrós el año pasado, cuando la pandemia impidió que se realizara alguna concentración conmemorativa y después de que al menos el Gobierno –concretamente los miembros gubernamentales de Podemos- las recibieran por primera vez en toda esta historia desmemoriada.

Había sido la diputada por Málaga de IU-Unidas Podemos, Eva García Sempere, quien exigió que el Congreso de los Diputados hiciera públicos los documentos, los informes y las actas de solo unos días después del asesinato. Y el Gobierno aceptó con la condición de ocultar, con tachaduras, información concreta que aparecía dentro de los 675 folios del expediente. A día de hoy, la familia de García Caparrós sigue confiando en que su caso, esclarecido, se incluya en la Ley estatal de Memoria Democrática que se sigue tramitando en el Congreso.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), le ha dedicado al asunto un tuit esta mañana: “El pueblo de Andalucía salió a la calle para reclamar lo que era legítimo y justo. Nuestra autonomía, la de todos los andaluces”.

Varios libros y una película

En 2017, con motivo del 40º aniversario del suceso, la escritora Rosa Burgos publicó un segundo libro sobre el asunto, titulado Las muertes de García Caparrós, que recogía testimonios de varias personas testigos de la muerte y el posterior traslado al hospital del cuerpo sin vida del joven. También se publicó un libro de José Chamizo, ex Defensor del Pueblo Andaluz, sobre la figura del malagueño, con el título de M.J. García Caparrós, muerte en blanco y verde.

El 4 de diciembre del 2017 se estrenó, por otro lado, el thriller documental 23 disparos, escrito y dirigido por Jorge Laplace, que reconstruye, 40 años después, las circunstancias que rodearon a la muerte de Manuel José y que arroja datos y testimonios hasta entonces inéditos.