Con alfombra roja, música en vivo de la Academia de Estudios Orquestales Barenboim-Said, y unos seiscientos invitados de etiqueta, ha tomado posesión Juanma Moreno como presidente andaluz, un boato que él mismo ha admitido «que dura lo que dura», concretamente hasta el lunes, cuando anuncie su nuevo gobierno.
El acto, que por primera vez desde 1994 se ha celebrado fuera del Parlamento de Andalucía, ha sido a pie de calle, ante la fachada del Palacio de San Telmo de Sevilla, sede de la Presidencia, y estaba planeado al milímetro para esquivar el sol de julio, con la sombra que esta joya barroca daba a los invitados.
Entre ellos estaban representantes de todos los sectores de la sociedad y de la política -salvo las portavoces de Por Andalucía y Adelante Andalucía-, la familia de Moreno y los que fueron sus principales apoyos en 2014 cuando se le encomendó la difícil tarea de liderar el PP-A, que fueron Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría.
También estaba el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el resto de barones del partido y la expresidenta andaluza Susana Díaz.
En el saludo inicial a estos principales dirigentes políticos, los abrazos se los llevaron Rajoy y Feijóo. Tampoco se olvidó de ellos, ni de Sáenz de Santamaría, durante su discurso.
Moreno ha querido compartir públicamente este momento «tan especial y lleno de emociones» con su familia, con su mujer, Manuela Villena, de la que recibe la más «dura y a veces implacable» crítica, y con sus tres hijos, a los que nunca había visto «tan peinados», ha bromeado.
También ha agradecido el apoyo a su madre y hermanas, y ha tenido un recuerdo emocionado para su padre fallecido, al que siempre se refiere en los actos más importantes. «Lo que hubiera disfrutado viéndome a mí, nieto de jornaleros, rodeado de tantas ilustres personas, cómo se hubiera puesto de orgulloso, seguro que lo estará viendo», ha dicho.
Ante el que todavía es el gobierno andaluz de coalición PP-Cs, aunque ya les queda «un cuarto de hora», Moreno ha querido agradecer a los consejeros de la formación naranja su trabajo durante tres años y medio y les ha deseado lo mejor, «especialmente» al que ha sido su vicepresidente y ahora es su amigo, Juan Marín.
En poco más de un mes, Moreno ha celebrado su histórica victoria con mayoría absoluta, hace dos días celebró su investidura y este sábado celebra su toma de posesión tras jurar el cargo, pero tras una legislatura tan complicada como la pasada, sabe mejor que nadie que «no todo es color de rosas» y que esto «dura lo que dura».
«El lunes empiezan los problemas, las seriedades, los contratiempos», ha advertido.
Moreno arranca nuevo mandato con la misma idea que el cantautor granadino Carlos Cano de que «Andalucía es un proyecto de vida en el que se puede ser feliz», y compartiendo la idea de la ensayista y filósofa malagueña María Zambrano: «No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero».