La incertidumbre vuelve el próximo curso a la FP Básica

La moratoria del Gobierno para que durante dos años los alumnos de estos ciclos obtuvieran el título de ESO expira ya. A partir de ahora, los estudiantes sólo recibirán un certificado de profesionalidad

28 mar 2017 / 08:31 h - Actualizado: 28 mar 2017 / 08:33 h.
"Educación","FP, una opción en auge"
  • La FP Básica entró en vigor en el curso 2014/2015 fruto de la implantación de la Lomce. / Jesús Barrera
    La FP Básica entró en vigor en el curso 2014/2015 fruto de la implantación de la Lomce. / Jesús Barrera

La creación de la FP Básica fue uno de los caballos de batalla de la Lomce para la Junta de Andalucía, que rechazaba lo que consideraba una vía muerta para sacar de las estadísticas del fracaso escolar a alumnos enviados a estos ciclos que no daban acceso a ninguna titulación oficial. Vino a sustituir los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), una adaptación curricular que permitía a alumnos con dificultades acabar la ESO. Pero a diferencia de éstos, los alumnos no obtenían el título de Secundaria sino sólo un certificado de profesionalidad sin valor académico y poca consideración en el mercado laboral. Además, la Junta denunció que en el primer curso de implantación (2014/2015), el 38 por ciento de los matriculados dejó los ciclos sin terminar, con lo que no se evitaba el abandono escolar temprano.

Ante la controversia y el rechazo de varias comunidades, lideradas por Andalucía, el Ministerio de Educación dictó una disposición transitoria por la que durante hasta el presente curso, los alumnos que terminen la FP Básica obtienen el título de ESO. Una moratoria que ya expira sin que de momento el Gobierno central haya decidido qué pasará con los alumnos que terminen el próximo curso para los que en principio ya no rige esta excepcionalidad. Es uno de los puntos a debatir en el Pacto de Estado de Educación que las fuerzas políticas tratan de alcanzar y ante el que el Gobierno central del PP ha paralizado parte del desarrollo de la Lomce, como la implantación de las reválidas de ESO y Bachillerato.

Desde la Consejería de Educación abogan por mantener la posibilidad de que la FP Básica, si continúa en el sistema educativo, dé acceso al título de ESO, aunque la directora general de Formación Profesional, Purificación Pérez, señala que para ello sería necesario reorientar el currículum de estos ciclos. Advierte de que además, el hecho de que la Lomce establezca que la FP Básica dé acceso directo a los ciclos de grado medio igual que Secundaria «provoca diferencias» que irán a más cuando entren en los ciclos alumnos con y sin el título de ESO. En Andalucía, el 20 por ciento de las plazas de los ciclos de grado medio está reservado para estudiantes procedentes de FP Básica en aplicación de la normativa estatal. Una reserva de plazas que además es obligatorio mantener, con la ley actual, independientemente de que ya no se conceda el título de ESO a los alumnos de FP Básica.

Un último recurso

Aunque para el próximo curso, la intención de la Junta es mantener al menos el número de plazas ofertadas este año de FP Básica (11.115 de nuevo ingreso), Pérez deja claro que para el Gobierno andaluz la derivación a estos ciclos «debe ser la última vía para que un alumno no salga del sistema educativo». Los esfuerzos, destaca, deben ir a aplicar medidas de atención a la diversidad y refuerzo educativo para mantener a los estudiantes en Secundaria y que logren terminar la enseñanza obligatoria y obtener el título.

Pese a ello, durante su primer año de implantación, la Consejería de Educación aplaudió el descenso del 3,4 por ciento registrado en la tasa de abandono escolar temprano (que bajó así en 2015 al 25,1 por ciento) que el ministerio atribuyó a la implantación de la FP Básica y la Junta a su política de becas para facilitar la permanencia y regreso a los centros del alumnado. Resultó polémico que tras sus duras críticas al Gobierno por considerar que estos ciclos iban a ser usados para maquillar las estadísticas, la primera reacción de la Junta fuera aplaudir la bajada de la tasa de fracaso escolar.

Los alumnos que acceden a FP Básica son estudiantes de entre 15 y 16 años, es decir, que cursan 3º o 4º de ESO (excepcionalmente pueden ser de 2º) cuya evolución académica hace prever que van a llegar a la edad de escolarización obligatoria (16 años) sin lograr graduarse. Son los equipos orientadores de los institutos, junto con los docentes, los que evalúan la posibilidad de derivar a estos alumnos a la FP Básica, se lo exponen a los padres y éstos deciden.

La FP Básica consta, como los grados medios y superiores de Formación Profesional, de dos cursos académicos y el límite de permanencia es de cuatro años, ya que cada curso no se puede repetir más de una vez (en el primer curso, la tasa de repetidores fue del 14 por ciento).

La Lomce incluye la posibilidad de desarrollar una FP Básica para mayores de 17 años provenientes de fuera del sistema escolar (jóvenes que dejaron las aulas al cumplir los 16 sin obtener el título de ESO), si bien se trata de una modalidad que de momento la Junta no ha desarrollado aunque se plantea implantarla para el curso 2018/2019.

Sí que existen programas específicos de FP Básica destinados a alumnos con discapacidad y necesidades especiales, ciclos con adaptaciones específicas para este tipo de estudiantes. En el curso actual, la Junta ofertó unas 400 plazas (200 de primer curso y otras tantas del segundo) para estos programas específicos de FP Básica en los que la ratio es de entre seis y ocho alumnos por unidad.