La consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía abría este lunes el período de información pública del procedimiento de Autorización Ambiental Unificada, de cara a los trabajos que realizará en Sevilla la empresa catalana Oil and Gas Capital, para buscar petróleo y gas natural en el subsuelo sevillano.

Se trata de una de las publicaciones que tenía en su edición del 27 de agosto el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), dando oficialidad a la documentación presentada por la empresa para iniciar los trabajos, que ahora pasará el correspondiente plazo de información pública. No obstante, es un asunto que tiene muchos matices, porque la misma empresa ya intentó en 2012 algo similar en otros municipios sevillanos. Dos años después abandonó el proyecto una vez realizadas las prospecciones, pero ahora parece que vuelven a intentarlo en otra zona.

La publicación del BOJA cita que lo que ahora se va a someter a estudio son unos trabajos que afectarán a los términos municipales de parte de Sevilla capital y de la vecina localidad de La Rinconada. Sin muchos datos aparte de los que vienen en la publicación oficial, se sabe, eso sí, que este proyecto tiene previsto durar en torno a seis años.

Se trata de un nuevo intento de esta compañía, creada en Barcelona en 2009, para desarrollar el proyecto que ha bautizado como Penélope, que incluye estudios previos geológicos, geoquímicos y sísmicos.

La propia empresa no ofrece muchos más datos, ya que incluso no cuenta con página web oficial en estos momentos, aunque sí se conoce que lo que ahora se plantea en Sevilla forma parte de las inversiones previstas por la compañía en toda España, ya que tiene planteados trabajos similares en Asturias, Murcia y Castilla-La Mancha.

Precedente en 19 pueblos A falta de conocer más detalles, fuentes de Ecologistas en Acción citan que se trataría del segundo intento de esta empresa de sacar adelante un proyecto semejante en la provincia sevillana. En 2014 dio carpetazo a la primera parte de Penélope, que pretendía estudiar la presencia de hidrocarburos en el subsuelo de Santiponce, Camas, Albaida del Aljarafe, Alcalá del Río, La Algaba, Bollullos de la Mitación, Castilleja de Guzmán, Espartinas, Gerena, Guillena, Olivares, La Rinconada, Salteras, Sanlúcar la Mayor, Sevilla, Umbrete, Valencina de la Concepción y Villanueva del Ariscal. En total, se estudiaron, aparentemente sin éxito, en 27.208 hectáreas.

En aquel entonces, la empresa citaba en su web que «la Cuenca del Guadalquivir constituye una de las zonas más exploradas y conocidas de la península Ibérica. Su exploración ha conducido al descubrimiento de un gran número de pequeños yacimientos someros de gas biogénico (....) Penélope cuenta con más de 120 kilómetros de líneas sísmicas y un pozo exploratorio con recuperación de gas. La proximidad a la red de gasoductos proporciona una ventaja estratégica».

Las protestas entonces contra el proyecto se centraban en las dudas de que se pudiesen usar técnicas de fracking (fracturación hidráulica) para ahondar en la tierra. La Junta lo negó entonces con rotundidad. Sobre esa segunda parte, por ahora, no hay explicación oficial.