- Un apicultor comprueba un panal. EFE/ Sebastien Nogier
Después de un intenso fin de semana en el Palacio de la Merced de Córdoba, donde los apicultores andaluces han celebrado la 26ª edición de las jornadas de Expomiel –al amparo de la Diputación provincial- el balance de no puede ser más catastrófico, no por la cita en sí –aunque la presencia de apicultores se ha mermado notablemente-, sino por la situación del sector en Andalucía. La falta de lluvias desde hace un lustro, la presencia creciente de insectos invasores y la competencia china se alían para ponerlo en jaque.
“Casi nos damos con un canto en los dientes con mantener las colmenas vivas”, ha dicho el responsable de apicultura de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en nuestra comunidad, Antonio Vázquez, quien asegura que “hemos tenido que renunciar a producir para intentar salvar las colmenas”. “Es que no llueve nada y no hay ni una flor, y así es imposible hacer apicultura y sacar miel; va a ser imposible polinizar”, ha apuntillado, al tiempo que ha explicado que a la poca producción se une que la industria no compra la miel. Ni la de aquí ni la de fuera. “Hemos sacado solo un 20% de la cosecha, pero es que la que se ha producido la tenemos los apicultores en los almacenes porque la industria dice que no nos la compra a ningún precio”. Desde luego, siempre es más barata la de China, de donde llega miel adulterada que ni siquiera es miel. “Se están abasteciendo de mieles que no son mieles”, insiste Vázquez. “De mieles chinas que están inundando el mercado”.
Para colmo, más del 50% de la miel que está entrando en la Unión Europea está adulterada, según COAG. “Y eso no lo dice Antonio Vázquez, sino la propia Unión Europea en sus informes”, recuerda él, al tiempo que señala que “más del 90% de las mieles que encontramos en los supermercados no es miel de abeja, sino otra cosa”. Como prueba del algodón, Vázquez subraya que el kilo de miel de abeja ronda los 4,50 euros, mientras que está llegando miel a 1,70 euros. “Esto es como si vas a comprar un jamón de pata negra y te cuesta 50 euros; en algún lugar está el truco: o te están vendiendo la pezuña o es que eso no es un jamón”, ejemplifica. “Si compras en un establecimiento el kilo de miel a menos de siete euros, piénsatelo porque seguramente no es miel”, advierte.
El problema de fondo no es solo el de los apicultores, sino el hecho constatable de que de la polinización se deriva una cadena del que dependen muchos frutales. “Y nos están ignorando”, se queja Vázquez, quien recuerda que la Junta ha pagado su parte de la ayuda prometida “una semana antes de Expomiel”, mientras que de la parte que le corresponde al Ministerio “seguimos sin saber nada”.
Andalucía posee un censo de 629.685 colmenas, lo que representa un 20’5% del censo nacional, y un total de 4.800 explotaciones apícolas, de las que 311 son las que quedan activas en la provincia de Córdoba (la inmensa mayoría de ellas son explotaciones profesionales), repartidas por 55 municipios, concretamente en zonas como Cardeño-Montoro, la Sierra de Hornachuelos o Los Pedroches, que cada año tienen que sortear mayores dificultades.

Expomiel, acto de presentación.
En Córdoba, la última campaña de recolección de miel “ha sido nefasta, con un 80% menos de producción”, según apunta el responsable de Apicultura de COAG en esa provincia, Juan Antonio Ruiz. “Muchos apicultores han dejado sus explotaciones abandonadas o se han ido al sector servicios para poder sacar ingresos con los que mantener su actividad”.
El escaparate de Expomiel
Del 17 al 19 de noviembre, las jornadas de Expomiel en Córdoba han servido de escaparate en el que también se ha podido degustar la mejor miel de procedencia íntegramente nacional. A la cita han acudido no solo productores cordobeses, sino de otros muchos rincones de Andalucía para promocionar las mieles y productos apícolas andaluces de calidad, además de analizar los principales retos a los que se enfrenta el sector en sus tradicionales jornadas técnicas, que tuvieron lugar el sábado. El domingo, como el viernes, hubo tiempo para las catas dirigidas al público.
Actualmente, el Centro Andaluz de Apicultura se ubica en el Campus Universitario de Córdoba y en él se realizan tareas de docencia, asesoramiento técnico e investigación sobre tratamientos naturales de las enfermedades, selección genética de abejas más productivas, etc. Por otro lado, el Centro Andaluz de Apicultura intenta aplicar un modelo de investigación participativa, en la que el sector apícola colabora en el diseño de las líneas en las que se trabaja y participa en la fase final, realizando ensayos asesorados por el Centro en colmenares comerciales que estén en plena producción.