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Albert Rivera durante su intervención en Sevilla. / Raúl Caro (Efe)
Por ley, la campaña electoral dura 15 días. En realidad, comienza mucho antes, sin un inicio claro de lo que, como eufemismo por el que nadie reconoce que la norma es imposible de cumplir, llamamos precampaña. ¿Vale como casilla de salida cuando el socio del gobierno le tira los trastos a la cabeza al partido que sostiene? Eso pasó este miércoles en Sevilla. Llegó Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, y...
Lo que destacó es «que no va a haber un pacto» entre su partido y el PSOE si hay una «sentencia condenatoria» en el caso de la pieza política de los ERE irregulares, ahora en fase de juicio en la Audiencia Provincial de Sevilla y los socialistas «no asumen responsabilidades en el seno de su partido, como se las hemos exigido al PP cuando se ha visto afectado por casos de corrupción».
Así lo aseveró Rivera en el turno de preguntas de un desayuno informativo organizado por el Grupo Joly en Sevilla. No obstante, Rivera negó que el partido naranja haya podido ser «demasiado generoso» con los socialistas andaluces en la declinante legislatura autonómica tras sumar sus votos a la investidura de Susana Díaz en 2015.
Remarcó que los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán dejaron sus escaños en el Congreso y el Senado, respectivamente, al estar imputados por los ERE, y que ahora «están en el banquillo de los acusados».
El líder de Cs señaló además que «teme» que la presidenta de la Junta «está con la calculadora de los tiempos judiciales» en la mano «para convocar o no elecciones» autonómicas en Andalucía, y por eso Cs ha «adelantado» sus primarias. Eso sí, solo esa «agenda judicial» lo llevaría a moverle el sillón a Díaz y calificó de «vergüenza» el caso de la tarjeta black de la Fundación Faffe para pagar 14.737 euros en un prostíbulo con dinero público.
«En todo caso, ha defendido el paso que dio Cs al suscribir un acuerdo de investidura con el PSOE-A tras las elecciones autonómicas de 2015, «ante la posibilidad de que Podemos «hubiera marcado la agenda política» de la comunidad. Y es que le quedan cuestiones como suprimir aforamientos o cambiar la ley electoral que aún no se han puesto en marcha. «Pero los andaluces no quieren 41 años de PSOE», aventuró. Cs «no va a pactar con los populistas en Andalucía», pero no sabe si el PSOE-A «hará lo mismo», como «en Baleares, Valencia o Madrid». Rivera defendió que su partido presenta una «alternativa creíble y limpia».
La intervención de Rivera tuvo rápida contestación del secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, que la llamó «declaraciones salidas de tono que solo denotan su nerviosismo».
Cornejo también afeó al líder naranja que trabaje con la «calculadora electoral en mano», al «precipitar» unas primarias exprés que, «de nuevo», denotan «la falta de proyecto político».
Por su parte, el vicesecretario de Organización del PP andaluz, Toni Martín, afirmó que en su partido están «preparados» para que, con el adelanto al próximo otoño, que da por hecho, de las elecciones autonómicas, Juanma Moreno, «se convierta en el primer presidente de la Junta del PP».