Llamada a la confianza entre recelos mutuos

Los políticos piden a los andaluces creer en el potencial de la comunidad como Blas Infante desconfiando unos de otros

05 jul 2016 / 22:24 h - Actualizado: 05 jul 2016 / 22:45 h.
"Blas Infante"
  • Políticos y representantes institucionales, en el patio central del Parlamento. / Fotos: Pepo Herrera
    Políticos y representantes institucionales, en el patio central del Parlamento. / Fotos: Pepo Herrera
  • María de los Ángeles Infante, ante el busto de su padre.
    María de los Ángeles Infante, ante el busto de su padre.

Ante el busto de Blas Infante que preside el patio central del Parlamento, los portavoces de los grupos coincidieron en recordar su llamada a los andaluces a confiar en sí mismos y en las potencialidades de su tierra. Llamada a una confianza que dejaron claro que no se profesan entre ellos.

Con el desafío soberanista de Cataluña, la reforma constitucional y el futuro del Estado de las Autonomías –que la propia presidenta Susana Díaz instó a reformar «de una vez por todas»– protagonizando las negociaciones para formar Gobierno en España, era lógico que los discursos versaran sobre el papel de Andalucía en ese debate. María de los Ángeles Infante escogió los textos de su padre alusivos a «la contribución de Andalucía a configurar España como nación» y a que «Andalucía como pueblo existe» dentro de ese país a configurar.

A partir de ahí, cada grupo interpretó los postulados de Infante según sus intereses. José Antonio Castro (IU) –que disculpó la ausencia de Antonio Maíllo– defendió los avances de estos años pero recordó la «brecha» que aún mantiene Andalucía con el resto del país, «agrandada con la maldita crisis» y apeló a «recuperar el espíritu de clase» que Blas Infante creó y que los andaluces revivieron el 4 de diciembre de 1977. Por C’s Julio Díaz –también Juan Marín se ausentó–, instó a huir de enfrentamientos y usar la política como «herramienta» de diálogo.

Con la bandera verdiblanca a la muñeca que la acompaña en cada mitin, habló la líder de Podemos, Teresa Rodríguez. «Autonomía es poder dar de comer a tus hijos, conservar tu puesto de trabajo aunque reivindiques que se cumpla la normativa laboral» y que puedan volver «nuestros jóvenes» emigrados en el «mayor éxodo» desde la posguerra. Hace unos años, el Parlamento cambió el homenaje a Blas Infante del 11 de agosto, cuando fue fusilado, al 5 de julio, día de su nacimiento. Rodríguez invitó a no olvidar su asesinato por la defensa de sus ideales «y a que nos veamos en unos días en la Carretera de Carmona (lugar del fusilamiento) por gratitud».

Resaca postelectoral

Desde el PP-A, Juan Manuel Moreno, insistió en que Blas Infante quería que los andaluces sintieran «orgullo» de serlo y esa debe ser la «punta de lanza para cambiar el futuro de nuestra tierra». Un cambio que «no se hace ni desde la resignación ni desde el miedo». En plena resaca de su primer triunfo electoral en el feudo socialista, Moreno instó a «no tener miedo al cambio» y a «afrontar» el reto de hacer de Andalucía una tierra de oportunidades «sin sectarismo ni dogmatismo». La respuesta socialista, en boca de Mario Jiménez, fue reivindicar los avances pese al déficit histórico y la conquista de la igualdad frente a la asimetría superando «obstáculos» que, dijo, «son los mismos que algunos nos siguen poniendo hoy, los mismos muros y piedras». Fue el dardo al PP y al maltrato que la Junta cree recibir de su Gobierno. Pero también apuntó a Podemos al criticar «algunas viejas reivindicaciones disfrazadas de novedad que pretenden de nuevo una España a dos velocidades» proponiendo resolver «lo que ya se resolvió hace 36 años». También la presidenta de la Junta insistió en el «papel relevante de Andalucía en España» que «alza la voz» ante las pretensiones asimétricas y que «se ha revelado como una tierra leal». Un mensaje en clave territorial pero también interna. En vísperas del comité del PSOE que definirá su postura ante pactos, Díaz fue clara en su alerta frente al «populismo» que «siempre genera intranquilidad como estamos viendo en el Reino Unido» tras el Brexit.

Más institucional fue el discurso del presidente de la Cámara, Juan Pablo Durán, al apelar al «espíritu de concordia» de un «andaluz pacífico, demócrata y defensor de la igualdad», más necesario ante el «pluralismo político que refleja nuestro Parlamento».