¿Manzana, naranja o uvas?

Debate sobre modelo territorial entre Rodríguez Ibarra, Tardá, Anasagasti y Gracia

30 mar 2016 / 21:51 h - Actualizado: 30 mar 2016 / 22:18 h.
"Partidos Políticos","Reforma de la Constitución"
  • De izquierda a derecha, Rodríguez Ibarra, Manuel Gracia, Iñaki Anasagasti y Joan Tardá, ayer, en la Universidad Pablo de Olavide. / El Correo
    De izquierda a derecha, Rodríguez Ibarra, Manuel Gracia, Iñaki Anasagasti y Joan Tardá, ayer, en la Universidad Pablo de Olavide. / El Correo

El único de los participantes en la mesa redonda organizada por la Universidad Pablo de Olavide (UPO) que no tuvo tiempo para el café y las pasta previas al debate fue el portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Joan Tardá. Ni Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ni Iñaki Anasagasti, ni Manuel Gracia concitaron el calor y la expectación entre los estudiantes de Ciencias Políticas que el catalán. Mientras ellos tres marchaban hacia la zona habilitada como merendero sin atención alguna, el dirigente de ERC tuvo que pararse cada dos metros a cumplir las peticiones de unos cuantos jóvenes, deseosos de guardar en su álbum de Facebook una fotografía junto con el adalid de la independencia de Cataluña. Hubo que traerle la bandeja de pastas a la mesa por si le apetecía un tentempié antes de iniciar el coloquio.

Bajo el título, España, Cataluña, Euskadi y Andalucía. ¿Qué política territorial de futuro?, la universidad sevillana reunió al exportavoz del PNV en el Congreso, al de ERC, al expresidente de Extremadura y al expresidente de Parlamento andaluz para reflexionar sobre un tema nuclear en la actualidad política española. Una cuestión peliaguda que, como el propio Rodríguez Ibarra reconoció en su introducción, «es muy díficil», para justificar su extensísima primera intervención.

El político extremeño y Joan Tardá centraron su turnos de palabra en hacer alegatos a favor o en contra del proceso independentista catalán: «Hagan lo que hagan nos vamos a marchar», dijo el representante de Esquerra, mientras que Rodríguez Ibarra aseguró que se trataba de un «Golpe de Estado institucional. Un golpe al sistema desde dentro del sistema ante lo que no sabemos qué hacer». En las antípodas políticas, sin embargo, a ambos les une una afiliación: la de ser seguidores del Barcelona.

Iñaki Anasagasti representó el papel de nacionalista moderado, que ahora parece representar el PNV si se compara con el catalán, aunque fue duro con la posición que sobre el tema territorial defendía Pedro Sánchez: «De verdad que no entiendo nada de lo que dice». El político vasco usó metáforas frutales para explicar los distintos modelos territoriales: centralizado (manzana), naranja (federal) y racimo de uvas (confederal). «El problema es que el Estado autonómico no ha dado solución al problema de las identidades, y encima tenemos al Tribunal Constitucional que es un árbitro casero», dijo.

Tardá no se andó con rodeos y expuso la hoja de ruta que de aquí en adelante va a seguir el Gobierno de la Generalitat hasta llegar a un referéndum para establecer o no la República catalana. «Sólo hay dos alternativas: o solución pacífica o violencia jurídica del Estado español. ¿Nos van a meter a todos en la cárcel como en la película de Berlanga?

El expresidente del Parlamento andaluz, Manuel Gracía, culpó a la política «contraria a las autonomías» del gobierno de Mariano Rajoy de las tensiones territoriales que se han producido en los últimos tiempos, aunque «para no ser sectario» también tuvo críticas para la estrategia seguida por José Luis Rodríguez Zapatero en la negociación sobre el Estatut catalán de 2006. Por su parte, Iñaki Anasagasti apuntó que la raíz del problema reside en que «la administración central no se resigna a perder competencias» y puso el ejemplo de que a la Ertaintza no se le informe sobre actividades yihadistas «por considerarla una policía municipal».

Rodríguez Ibarra apostó por un pacto institucional, que incluya «exigencias, pero también renuncias», como sucedió en los acuerdos que hicieron posible la Transición.