La iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzmán de la localidad onubense de Lepe ha revivido hoy, como cada 7 de agosto, cómo los vecinos de la localidad salvaron la imagen de su patrona, la Virgen de la Bella, de ser trasladada a La Rábida, un acto de pocos minutos presenciado por miles de personas.
Se trata de un traslado de poco más de 15 metros, que no dura más de cinco minutos, pero que cada año es todo un acontecimiento en el pueblo, para rememorar la salvación de la imagen de pasar a formar parte de las enviadas al monasterio de La Rábida por la desamortización de Mendizábal en 1835.
Todo tiene su origen en una orden del Gobierno del conde de Toreno, que aprobó la Real Orden de Exclaustración Eclesiástica del 25 de julio de 1835 por la que se suprimían todos los conventos en los que no hubiera al menos doce religiosos profesos.
Tras la dimisión del conde de Toreno, Mendizábal pasó a ser presidente del Consejo de Ministros en septiembre de ese mismo año. El 11 de octubre se decretó la supresión de todos los monasterios de órdenes monacales y militares. Los siguientes decretos serían, simplemente, un desarrollo del Decreto del 11 de octubre de 1835.
La imagen estaba en El Terrón
Aquel año, cuando la imagen se encontraba aún en el puerto de El Terrón, donde se celebra la romería de La Bella cada segundo domingo de mayo, uno de los frailes que se encontraba en el convento, fray José, avisó a los vecinos de que la imagen iba a ser trasladada a La Rábida, y fueron los propios vecinos los que se encargaron de ir a buscarla, a unos cuatro kilómetros, para ocultarla y evitar el traslado.
Hoy, se ha vuelto a recordar aquel día. Justo a las 13.00 horas se ha abierto el cerrojo de la verja que separa el camarín de la Virgen del altar y, tras rezar una salve los costaleros, se han hecho con la imagen, para colocarla en el altar tan solo cinco minutos después, ante las palmas y vítores de las personas que abarrotaban una iglesia sin bancos ni nada que estorbase para que miles de personas llenasen un año más sus tres naves.