El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha sostenido este jueves que su gobierno «tiene autonomía, capacidad y decisión» para acabar con la «ilegalidad» en la que están miles de familias de agricultores en el entorno de Doñana, situación de la que ha responsabilizado a los anteriores ejecutivos del PSOE-A.
La resaca del debate sobre la ley que amplia las zonas regables en el entorno de Doñana, está vez con la presencia del presidente, ha marcado la sesión de control al Ejecutivo en el Parlamento, en la que Moreno ha tenido que escuchar los reproches de los grupos de la izquierda por su ausencia de ayer, que ha justificado por su «intensa agenda» institucional.
A preguntas del PSOE-A y de Por Andalucía, el dirigente popular ha defendido la polémica proposición de ley del PP, que apoya Vox, como la «única alternativa para sacar de la ilegalidad» a miles de familias, de agricultores, y para «proteger» a Doñana.
Se ha referido de esta forma a los agricultores que quedaron excluidos de la concesión de riego en el Plan de la Fresa (2014), por lo que ha justificado el cambio de clasificación del suelo que implica la propuesta al incrementar en unas 800 hectáreas la zona de regadíos en la corona norte de Doñana.
«Tenemos autonomía, capacidad y decisión para acabar con una situación injusta por la inacción de los anteriores gobiernos socialistas, que han estado mirando para otra parte durante años», ha denunciado.
El jefe del Ejecutivo ha detallado que el agua superficial que debe llegar a esos regadíos debe venir de un proyecto de trasvase de las demarcación Tinto-Odiel-Piedra que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en 2018 y «ha incumplido».
Por ello, ha exigido al líder del PSOE-A, Juan Espadas, que reclame al Gobierno que «cumpla» para que llegue el agua en superficie y ha aprovechado para recriminar a los socialistas que han estado «permitiendo» los pinchazos al acuífero de Doñana durante años.
Espadas, que ha calificado la pretensión de Moreno de «gran engaño» a los agricultores del entorno de Doñana y a Huelva, ha achacado la iniciativa a un intento de «comprar votos» y ha advertido de que el agua que está ofreciendo con una «promesa falsa» está ya distribuida por ley y «no irá» a los agricultores a los que está «mintiendo».
«Acaba de mentir en el Parlamento, acaba ofrecer una mentira como un piano. El agua que promete del trasvase no llegará a esa zona y lo que plantea es falso, pero nos mete en un lío nacional e internacional», ha señalado el socialista.
Aludía de esta forma Espadas a un titular del «The Washington Post», que recoge: «Un controvertido plan para aumentar el riego en un área contigua a uno de los humedales más preciados de Europa obtuvo la aprobación inicial el miércoles de los legisladores de la región de Andalucía, en el sur de España».
Además, le ha recordado que el Plan de la Fresa que reguló los regadíos en la corona norte, que ahora «denosta», fue aprobado por unanimidad en el Consejo de Participación de Doñana con el apoyo del PP.
Antes, el presidente mantuvo otra confrontación dialéctica con la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, que ha acusado al presidente de «esconderse» tras el grupo para el Parlamento, «pague los platos rotos que provoque» la ampliación de regadios, ha dicho.
«Su binomio economía-medio ambiente es falaz, si cae Doñana cae la agricultura y el turismo. Esta es su política infantil que provoca estragos, es un disparate y desoye a los expertos en una actitud de negacionismo científico», ha censurado.
«Nos hará pagar una multa. ¿La va pagar usted o los contribuyentes?» ha interpelado en referencia a las sanciones con las que amenaza la UE si se aprueba la ley.
Nieto ha exigido al presidente que cambie de dirección su «política errática con la que hacemos el ridículo internacional», y ha considerado que «no puede eludir su responsabilidad».
Juanma Moreno, que ha enmarcado estas críticas en la campaña electoral de las municipales del 28M ha censurado la «falta de rigor y de seriedad» de los partidos de la oposición, a cuyos portavoces ha acusado de querer «confundir» a los ciudadanos cuando afirman que se van a legalizar los regadíos.
Igualmente, ha rechazado que la propuesta suponga una amnistía a los que han cometido ilegalidades y ha subrayado que «no hay gobierno más beligerante» contra estas actuaciones que el que preside, frente a otros que «han estado gobernando 30 años y no han sido capaz de resolver» el problema.