«No hay menos recursos, pero sí con lo mismo hay que hacer más»

Con la oposición política, los profesionales sanitarios y la ciudadanía denunciando en la calle recortes que deterioran la asistencia, Aranda intenta aclarar el origen del malestar

29 nov 2016 / 22:08 h - Actualizado: 30 nov 2016 / 08:00 h.
"Sanidad","Salud pública","SAS","Una sanidad vulnerable"
  • José Manuel Aranda, ayer, en la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la Avenida de la Constitución. / Jesús Barrera
    José Manuel Aranda, ayer, en la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la Avenida de la Constitución. / Jesús Barrera
  • «No hay menos recursos, pero sí con lo mismo hay que hacer más»

{Consciente de que está en el ojo del huracán, y pese a tener por ello un día de locos, el gerente del SAS, José Manuel Aranda, cree en la importancia de «aclarar conceptos» y explicar a qué, a su juicio, obedece cada crítica y movilización por la sanidad pública y cuáles considera justificada o enmarca en intereses políticos. Por ello acepta recibir a El Correo sobre la marcha y la charla se prolonga más de tres horas.

—La fusión de hospitales, que tiene en pie de guerra a los granadinos, siempre ha generado polémica. Expliqué objetivos y beneficios persigue el SAS para insistir.

—En ciudades de tamaño intermedio es beneficioso en vez de tener dos servicios pequeños de una especialidad, tener uno unificado porque la población, tiene acceso a las mismas técnicas viva donde viva, es más factible incrementar la cartera de servicios y el trabajo conjunto también es mejor para los profesionales.

—Con acceder al mismo servicio todo el mundo está de acuerdo, pero ¿por qué no tenerlo en todos los centros?

—Hay servicios muy especializados que se hacen un número de intervenciones al año que no es factible y si se reparten entre todos los centros los profesionales no adquieren la destreza y experiencia necesarias.

—Habla de ciudades medianas pero en Sevilla también se intentó con el Rocío y el Macarena, cuya gerencia se unificó, y se recondujo por el rechazo del personal.

—En ciudades grandes como Sevilla o Málaga no existe unificación como tal. Cada unidad y profesionales sigue en su hospital. Existen unidades intercentros en las que los profesionales de uno y otro firman protocolos para coordinar la forma de actuar, porque son hospitales muy grandes y se puede mantener cada servicio en los dos. Además, es voluntario y son acuerdos por un año que renuevan si creen que funcionan mejor y si no ven que aporte nada no.

—Pues hubo contestación.

—Porque al principio se insistió mucho en que se crearan unidades intercentros, luego se cambio a que fuera voluntario. Cuando se hizo en Córdoba y Jaén, en los 90, ocurrió lo mismo porque algunos profesionales tienen incertidumbre. Ahora te dicen que menos mal que se hizo. En Córdoba estaba el Provincial y el Reina Sofía y si no se llega hacer el Provincial se muere.

—¿Las masivas mareas blancas en Granada o Huelva son entonces una cuestión de recelos ante los cambios?

—En Huelva los profesionales han salido a defender la fusión porque es lo que va a permitir poder instaurar servicios que ahora no existen y en Granada la propia plataforma de trabajadores de los hospitales dice que la fusión no es mala, lo que defiende es otra distribución de qué servicios deben estar en los dos hospitales y cuáles en cada uno. Y es una discusión de profesionales, un trabajo técnico que se tiene que basar en qué organización es mejor para la población. No es una negociación. Aquí no vale el criterio de que me pilla más lejos de mi casa. Es lo que queremos hablar y hemos firmado un acuerdo con el Colegio de Médicos para trabajar el reparto de servicios y profesionales.

—Los pacientes también han salido a la calle.

—El paciente lo que quiere es que le atiendan lo mejor posible, le da igual tener que ir a un sitio u otro.

—Parece entonces que siempre tropiezan en no hablar antes con los profesionales. —En Granada se lleva hablando años, hay grupos de trabajo y nadie ha planteado nada. Pero se cierra un hospital, el Clínico, y los profesionales de éste tenían asumido que el nuevo era para ellos y ahí está el problema, cuando depende del servicio. Cuando el traslado también surgen problemas, algunos normales, porque hay nuevos equipos que hay que conocer, se envían cartas a los pacientes avisando pero algunos han cambiado de dirección y se presentan en el antiguo hospital...

—¿Hay un caldo de cultivo por los recortes de la crisis?

—Es que se junta todo. Los sindicatos hablan de la fusión. La población habla de recortes. La crisis ha afectado a la sanidad como a todos los ámbitos. En lo que menos ha afectado es en la asistencia. No es verdad que no haya material. ¿A qué ha afectado? Las inversiones se paran todos y se crearon unas expectativas que no hemos cumplido. Con los recursos humanos se les ha recortado el sueldo y derechos que estamos empezando a devolver y no se puede reponer personal, lo que te obliga a hacer muchos contratos eventuales. El Gobierno impone la jornada de 37,5 horas semanales. Aquí se optó por poner a los eventuales al 75 por ciento de la jornada en vez de echarlos y el personal lo vivió como un alivio. Pero la crisis duró más de lo que pensábamos. En 2015 se permite la reposición del 100 por cien de las jubilaciones previstas ese año pero hay un déficit acumulado. Hemos sacado todas las plazas que hemos podido y lo que pedimos al Gobierno es que nos permita sacar más de las jubilaciones de cada año para cubrir las anteriores. Y ya hemos pasado a los eventuales al 100 por cien de la jornada, no tenemos más pero sí más tiempo. No hemos perdido puestos de trabajo como otras comunidades lo que sí ocurre es que con lo mismo hay que hacer más, porque se ha paró la contratación y la demanda sigue creciendo y cada vez hay pacientes más envejecidos y crónicos. Para enero queremos tener nuevos criterios para repartir los cupos teniendo en cuenta la complejidad de los pacientes, no sólo el número de tarjetas y la edad. Pero no hay más de un 20 por ciento de los médicos que tenga un cupo saturado.

—Al margen de las jubilaciones y vacantes, médicos y pacientes denuncian que no se cubren las bajas y un profesional pasa dos consultas cuando falta un compañero.

—Gastamos un montón de millones en sustituciones cada año. Sólo en vacaciones, más de 70 millones. El cien por cien de las bajas nunca se ha cubierto pero las largas sí. Yo creo que no se sustituye menos que antes de la crisis. Hay que hacerlo de forma eficiente y destinar el esfuerzo a aumentar el personal estable. Desde enero de 2015 ya los contratos no se hacen mes a mes sino por años y el Plan de refuerzo de Atención Primaria contempla equipos de refuerzo con dos posibles fórmulas: o aumentar las plazas de médicos en un centro para bajar el cupo de todos o tener médicos itinerantes para cubrir los huecos.

—¿Hay incentivos a los médicos de familia por mandar menos pruebas o derivar menos al especialista?

—No. De hecho el Defensor del Paciente denunció eso y la Fiscalía lo archivó y explica que no existe. Los médicos tienen unos objetivos comunes y otros específicos que propone cada centro. Los comunes incluyen mejorar la capacidad de resolución pero se prima que resuelvan ellos, no que dejen de hacer. De hecho si un centro pide muy pocas pruebas se penaliza. Se utiliza políticamente, y es una vergüenza, que por ejemplo un programa para evitar el abuso de antibióticos porque la OMS dice que nos hacemos resistentes, que nos premia la UE nos, y sale el Sindicato Médico diciendo que no se recetan por los recortes.

—Mientras la crisis paraba nuevos hospitales y contrataciones, Andalucía seguía realizando operaciones pioneras. Hay quien se pregunta si se sacrifica el día a día para lograr hitos vendibles.

—No se detraen recursos de otros sitios. Muchas de las cosas que se hacen ni siquiera necesitan recursos nuevos, salen porque tenemos profesionales de un nivel de excelencia magnífico. Luego hay una financiación para innovación que sale de fondos de muchos sitios, convocatorias nacionales, europeas, de la industria farmacéutica... también hay un presupuesto de la Junta para investigación e innovación pero no se quita de otro sitio y además genera riqueza si se producen patentes.

—Hoy [por ayer] se constituye la comisión de expertos para abordar las listas de espera ¿qué tarea tiene?

—Revisará los decretos de garantías de tiempo asistencia y actualizará los procesos y condiciones, establecerá criterios para los centros pero hay que explicar bien que la lista de espera cero no puede existir nunca porque los propios procesos previos requieren unos tiempos. Se trata de que las emergencias no pueden tener espera ninguna, los diagnósticos prioritarios van detrás y luego aquellos que no ponen en peligro la vida ni tienen riesgo de discapacidad. Lo primero es la emergencia y ahí no tenemos problema. ~