Peligros para la salud, seguridad y efectos nocivos sobre animales y personas enfermas, son algunas de las consecuencias del uso alocado de materiales pirotécnicos en unas celebraciones en las que cohetes y petardos forman parte de la navidad.
Concienciar a los ciudadanos de Bollullos de la Mitación de que los petardos no son un juego y que si no se utilizan de forma correcta pueden tener consecuencias irreversibles para la salud, es la clave de una campaña pionera que el Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación (Sevilla) acaba de poner en marcha para estas navidades.
A través de dos vídeos de animación que se van a difundir a través de redes sociales, el Consistorio bollullero informa a la población de los peligros que pueden suponer para la salud no seguir las indicaciones de seguridad en cuanto al uso de pirotecnia.
“La convivencia y la seguridad son factores claves cuando se trata de disfrutar con productos pirotécnicos”, explica el alcalde de Bollullos de la Mitación, Fernando Soriano. El primer edil ha apuntado a esta redacción que “lo que pretendemos desde el Ayuntamiento es que nuestras vecinas y vecinos disfruten con responsabilidad, sin molestar ni poner en peligro a los demás ni a ellos mismos”, y sentencia: “Es una cuestión de civismo”.
Con un niño a los más jóvenes, la campaña lanza mensajes en tono desenfadado bajo eslóganes como “no seas petardo”, para concienciar de la necesidad de cumplir las normas de seguridad y respeto sobre el uso de material pirotécnico, sin tratar de criminalizar a los aficionados a los cohetes y petardos.
Como señala la campaña, que además de los audiovisuales ha desarrollado un cartel y una amplia variedad de pegatinas para repartirlas entre la ciudadanía, “la pirotecnia es un hobby del que disfrutan muchas personas, pero a la par que divertida, también puede ser peligrosa; por ello, es de vital importancia cumplir la ley y las medidas de seguridad”.
Debido al riesgo que puede provocar el mal uso de la pirotecnia en la salud, actualmente, esta actividad está regulada por la ley y cualquier incumplimiento de esta regulación, puede suponer multas de hasta 600€.
Algunas de las consecuencias del uso de la pirotecnia en nuestra salud son bastante graves, es por ello por lo que hay que tener especial precaución en su uso y guardar las distancias de seguridad.
Los problemas respiratorios son una de las afecciones más frecuentes ya que el humo de la pólvora puede suponer un verdadero riesgo para personas asmáticas o con riesgos cardiovasculares.
Las lesiones auditivas también son muy comunes. Cuando estalla un petardo, los decibelios que soporta nuestro oído se duplican, pasando de 60 dB a 120 dB en cuestión de segundos. La consecuencia directa es la aparición de acúfenos, un pequeño zumbido constante en nuestros oídos.
También en lo que respecta a las enfermedades, una de las más conocidas asociadas a los petardos y cohetes es la fonobia o ligirofobia, un miedo irracional a ruidos fuertes o inesperados, llegando a sufrir fuertes ataques de pánico debido a la pirotecnia. Del mimo modo ocurre con las personas con autismo y con algunos animales de compañía, es por ello que se debe cumplir la ley y tirar los petardos en las zonas indicadas para ello.
La campaña incide por otra parte en que la pirotecnia debe adquirirse única y exclusivamente en establecimientos especializados para cerciorarnos de su calidad y evitar posibles accidentes porque, por ejemplo, se encuentren en mal estado.
“Una vez te hayas hecho con tus petardos, la segunda clave esencial para poder disfrutar de ellos es hacerlo en el lugar adecuado ya que tirarlos en la vía pública es ilegal”, se dice en uno de los spots. En este punto, también es importante saber que los lugares en los que se puede hacer uso de la pirotecnia varían en función del nivel de peligrosidad e impacto sonoro de los mismos, “por lo que, previamente, debes informarte en el Ayuntamiento”, explica la campaña.
Otra de las claves que explica la campaña está relacionada con los más pequeños de la casa. Lo ideal es limitar el uso de la pirotecnia de categoría 1 para mayores de 8 años, pero siempre con la supervisión de un adulto.
La última clave pero no menos importante es la distancia de seguridad: “Ya seas novel o experto, es de obligatorio cumplimiento guardar la distancia de seguridad con la pirotecnia para poder evitar lesiones y accidentes”, apuntan.