El bello municipio gaditano de Olvera, tan cercano asimismo de las provincias de Sevilla y de Málaga, sigue promocionando su condición de Capital del Turismo Rural 2021, conseguida tras disputársela a 247 municipios de toda España en la web Escapada Rural. Fue el año pasado, después de 120.781 votos emitidos, cuando Olvera quedó entre los pueblos finalistas, y finalmente ganó. Este triunfo ha sido tal vez un hito en su autovaloración, porque es bastante común que tengan que venir de fuera a subrayar lo que, desde dentro, apenas se percibe. El caso es que este municipio que ha ido perdiendo población en las últimas décadas hasta quedarse actualmente con unos 8.500 habitantes consiguió el 18.8% de los votos y se impuso a otros diez municipios también muy bellos, casi todos del norte de la Península: Daroca (Zaragoza), Yeste (Albacete), Taramundi (Asturias), Cuacos de Yuste (Cáceres), Aia (Guipúzcoa), Chelva (Valencia), Sepúlveda (Segovia), Ortigueira (A Coruña) y La Baronía de Rialb (Lleida). Ninguno les gustó tanto a los votantes como este pueblo blanco de la Sierra de Cádiz.
Ahora, con motivo del Día de San Valentín, este próximo lunes 14 de febrero, el Ayuntamiento de Olvera ha colocado en la calle Calzada el llamado “Balcón del Amor”, un escenario ideal, con un corazón vegetal y el fondo de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. La estampa va a servir durante todo este fin de semana, y hasta el próximo martes, para inmortalizar momentos inolvidables en un entorno mágico del conjunto de la localidad. El concejal de Servicios Municipales, Ramón Núñez (PSOE), se mostraba ayer satisfecho de que ya se hubieran fotografiado los primeros participantes.
El objetivo de este municipio con tanta historia es aprovechar turísticamente las escapadas de este fin de semana con motivo del 14 de febrero. Olvera es un pueblo pequeño y encantador. Sus calles, las propias de un pueblo blanco, serpentean entre adoquines y balcones adornados con geranios. En lo más alto de un pueblo que se sitúa a más de 600 metros sobre el nivel del mar, su castillo parece vigilar todo el paisaje que, hace casi trece siglos, encandiló a los musulmanes que ocuparon estas tierras que aún conserva el amor al agua, a la luz y a los olivares, al margen de una toponimia concreta en los pueblos de la comarca: Torre Alháquime, Alcalá del Valle, Setenil de las Bodegas...
Olvera, por si situación privilegiada, se convirtió pronto en un bastión de referencia en el Reino de Granada. La construcción de su castillo se terminó a finales del siglo XII. Declarado Bien de Interés Cultural en 1985, del castillo original apenas quedan restos debido a las posteriores remodelaciones que se realizaron en la época cristiana. Tiene dos plantas cubiertas por una bóveda de medio cañón y un aljibe que se pueden visitar. Las vistas desde lo alto de la torre son el merecido premio a las sinuosas escaleras de caracol que permiten el ascenso. Desde la torre del castillo, se dibuja lo que queda de la muralla árabe, prueba de la importancia defensiva que tuvo la fortaleza y del celo que tuvieron los árabes con esta pequeña ciudad. Aunque quedan algunos torreones, la antigua muralla se extiende alrededor del Barrio de la Villa, lo que en su día fue una medina árabe.