«Se crea una gran frustración cuando se estudia tanto y se ganan mil euros»

Juan Manuel Nieblas es el presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía y desvela que la precariedad y el intrusismo son los grandes males de la profesión

Juanmi Vega @Juanmivegar /
20 sep 2019 / 05:50 h - Actualizado: 20 sep 2019 / 05:50 h.
"Salud"
  • Juan Manuel Nieblas, Presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía. / El Correo
    Juan Manuel Nieblas, Presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía. / El Correo

Para los que no le conozcan. ¿Quién es Juan Manuel Nieblas?

Vengo de una mezcla de familias. La paterna viene de la serranía de Ronda y la materna viene del Bierzo. Soy una mezcla entre jornalero andaluz y minero berciano. Mis padres se conocieron en Suiza.

¿Cómo fue su infancia en Málaga?

Yo nací en Suiza y con la cuarentena me vine a vivir al Bierzo con mis abuelos. Con ocho años ya me trasladé a Málaga, con lo que me considero malagueño.

Fue una infancia bonita. Los niños de pueblo somos niños felices. Tengo tres niños y he notado una gran diferencia entre los niños que se criaron en los pueblos y los que actualmente se crían en la ciudad.

¿Cómo fueron sus años universitarios?

Maravillosos. Otra de las diferencias con las generaciones actuales es que, en la época universitaria, yo estaba deseando de independizarme. Mis hijos siguen en casa y están comodísimos. No se les ve atisbo de irse. Yo tenía muchas ganas de vivir mi libertad.

¿Cuándo decidió que quería ser fisioterapeuta?

Fue una decisión madura, no fue de juventud. Yo estudié la carrera con cierta edad. Empecé a estudiar económicas y a los dos años me di cuenta de que no era mi carrera. Estoy contento por el conocimiento general de la economía que me ha aportado pero siempre me atrajo el mundo de ayudar a los demás. Los sanitarios tenemos ese puntito de querer reconocernos en los demás.

Lo de fisioterapia viene porque me gusta mucho el mundo del deporte. Yo he hecho fútbol desde mi infancia y me atraía la fisioterapia para ayudar a los demás a recuperarse de un problema de salud.

Vivimos en un mundo en el que dar un masaje se anuncia en muchos sitios y no se requiere titulación para darlos ¿En qué consiste la fisioterapia?

La fisioterapia ha ido evolucionando lentamente. Todavía somos una profesión emergente aunque está consolidada en la sociedad andaluza. A mí me gusta hablar de señores del movimiento. El masaje es una herramienta más del fisio, pero donde realmente hacemos futuro y somos útiles es en recuperar la función a través de recuperar el movimiento que se ha perdido. Esa es la esencia de nuestra profesión.

¿Ha hecho daño el mundo del fútbol a la profesión?

Al contrario. El mundo del fútbol es un segmento donde el fisioterapeuta tiene un sueldo muy considerable. Ojalá los compañeros que trabajan en seguros privados o mutuas pudieran tener el salario que tiene el fisioterapeuta de un club de primera.

Que Rafa Nadal no vaya a ningún sitio sin su fisio y que duerma con él, que le pase lo mismo a Gasol o a Fernando Alonso hace que sea un gran altavoz. El fisioterapeuta pone a disposición del entrenador al ser humano.

¿Vuestras herramientas son las manos?

Nuestras herramientas son el conocimiento de la funcionalidad humana. Hay personas a las que a través de un infarto de miocardio, un ictus, un accidente de tráfico pierde una serie de funciones y el fisioterapeuta ayuda a recuperar esa función, a través de la terapia manual, pero con una serie de ejercicios que te lleven a coger la habilidad y la función que has perdido.

¿Cuáles son los grandes problemas de la profesión?

Los problemas nunca se acaban, pero tampoco las soluciones. En Andalucía somos 8.000 compañeros. El problema más grande lo tenemos con las compañías privadas de seguros porque se ha instaurado un precio estándar para todas ellas, que son unos cinco euros por paciente y cita y eso lleva casi al desastre económico de cualquier compañero que tenga una clínica.

Un ejemplo: cuando el Ayuntamiento de Sevilla hace un proyecto para una construcción, hay una cifra por la que debajo de esa, el Consistorio no acepta la propuesta porque entiende que esa oferta es irrealizable. Nosotros llevamos quince años trabajando por debajo de coste. El Estado no nos ayuda y nosotros no sabemos cómo arreglarlo. Hay compañeros que tienen que cerrar. Sin parecer elitista, cualquier fisioterapeuta que tú conozcas, hasta el más malo, era el coco de su familia. La nota de acceso a la carrera, cada año, es la primera o la segunda más alta. Cuando ese chaval se esfuerza tanto y después cobra mil euros se crea una gran frustración. Uno que haga medicina sí sabe que va a tener, al menos, un sueldo digno.

¿Cuál es ese sueldo digno?

En las categorías profesionales en la que nosotros estamos, nuestro sueldo debería ser no menos de 1.800 euros al mes.

La precariedad es uno de los problemas ¿lo es el intrusismo?

Sí, de hecho estamos intentando solucionarlo con las administraciones públicas. Nosotros llevamos 20 años conviviendo con nombres como quiromasajista, masajista, osteópata... yo tengo familiares que no saben la diferencia entre un quiromasajista y un fisioterapeuta. La diferencia es que el primero tiene un diploma que consigue haciendo un curso en una academia y que no es un título universitario. Al no disponer de título universitario, el quiromasajista no puede acceder a trabajar en el Servicio Andaluz de Salud.

La ley no es contundente y eso permite que un quiromasajista se pueda anunciar en un medio de comunicación y puede captar pacientes y ese paciente no sabe en manos de quién está. Yo estoy seguro que en esta década se solucionará este problema.

Usted es presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía. ¿Cómo fue la decisión de presentarse?

Para mí era un sueño personal. Fue una decisión inmediata. Hubo muchos compañeros que me animaron y yo di el paso. Tuve el honor de contar con el 75 por ciento de los votos en los comicios. Tenemos muchas ganas de trabajar por la profesión.

¿Qué funciones tiene el colegio?

La función que nos otorga el estado es la de regular la profesión. Nosotros ofrecemos una serie de servicios básicos para todos los colegiados, como es el seguro de responsabilidad civil, una asesoría jurídica y también formamos a los profesionales, como un postgrado especializado.

¿Cómo ve el futuro de la profesión?

Yo soy muy optimista, pero con los pies en el suelo. Cada año vivimos más tiempo. Las previsiones son que vamos a vivir cien años dentro de poco. El envejecimiento conlleva una serie de problemáticas que son motivadas por la edad. En ese envejecimiento, el fisioterapeuta es clave y tiene un papel fundamental, tanto en la sanidad pública como privada. Cada vez habrá más oportunidades de negocios para los fisioterapeutas.

Sí tengo un pequeño temor. La nuestra es una profesión que se ha puesto un poco de moda, muy demandada por los jóvenes universitarios y hay un número de facultades que otorgan estudios de fisioterapia en Andalucía y creo que hemos tocado techo. El Colegio le pide a la Administración andaluza que no abra nuevos centros. Podemos tener un problema de empleabilidad.

¿Qué le diría a esos jóvenes a los que les gustaría dedicarse a trabajar con deportistas de élite?

Es cierto que si tú le preguntas a un alumno de cualquier facultad de Andalucía, un gran porcentaje de ellos te dirían que al mundo del deporte. Durante la carrera van descubriendo otros campos que son apasionantes.

Es muy difícil ser fisioterapeuta del Betis o y del Sevilla. Eso es algo real. Igual que es difícil ser jugador de primera división, es un grupo reducido y selecto el que llega a estos niveles. Lo que tienen que hacer es formarse y creer en uno mismo, algo extrapolable en casi todas las profesiones del mundo. Hay títulos académicos que tienen más salidas laborales pero éstas pertenecen al ser humano más que a las profesiones.