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Imagen de archivo de un incendio en Sevilla. / El Correo
Según el ‘Estudio de víctimas en incendios 2018’ realizado por la fundación Mapfre, Andalucía sigue encabezando la tabla clasificatoria de víctimas mortales por tercer año consecutivo. Las 36 personas fallecidas en incendios en 2018 (el 29,3% del total nacional), se suman a las 56 de 2017 (26,4% del total) y las 33 de 2016 (20%). De igual forma, la comunidad autónoma con mayor número de muertos en viviendas es Andalucía, con 31 fallecidos, que repite un año más.
El Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) ha emitido un comunicado en el que alerta de la necesidad de articular medidas para la detección de hogares en riesgo de pobreza energética y personas que viven solas con dificultades de movilidad, puesto que son la primera causa de muerte en incendios en viviendas.
El propio estudio de Mapfre reconoce que “la pérdida paulatina de capacidades motoras, el incremento de personas mayores que viven solas y las todavía arraigadas (malas) costumbres de calefacción en muchas áreas rurales (braseros, estufas sin mantenimiento, chimeneas desprotegidas, aparatos eléctricos obsoletos...), se traduce en que el 43,9% de los fallecidos en incendio en 2018 fueran mayores de 65 años”
Esta combinación de falta de medios económicos, soledad y perdida de facultades motoras hace un cóctel ideal para que aumenten las víctimas en los incendios en viviendas.
El pasado mes de Febrero de 2018, el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó por unanimidad una moción presentada por Participa Sevilla y promovida por la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP) dirigida a implantar un programa de prevención y detección de casos de pobreza energética por parte del cuerpo de bomberos de la capital Andaluza. A día de hoy no se ha hecho nada en ese sentido aunque el SAB ha insistido en numerosos ocasiones. Según el citado estudio de Mapfre las tres provincias españolas que encabezan la lista de víctimas mortales en 2018 son Madrid y Barcelona con 11 víctimas y Sevilla con 10 víctimas.
Según el Secretario General del SAB en el Ayuntamiento de Sevilla, Manuel Poó: “El Alcalde de Sevilla, Juan Espadas, sigue con su política negacionista ante la pobreza energética”, “la mayoría de estas muertes serian evitables con una campaña real de detección y prevención”
Los meses de frío son los más peligrosos, según el estudio de Mapfre: «En el año 2018 el 69,1% de los fallecidos (85 víctimas sobre 123) lo fueron en los meses de octubre a marzo, es decir, los meses más fríos. El número de fallecidos en estos meses deja claro todos los años que la mortalidad por incendios está directamente relacionada con las bajas temperaturas y al uso de los sistemas de calefacción».