Un maestro da clases en falda para concienciar contra los estereotipos

“¿He dado la clase peor que ayer, que venía en pantalón?”, les preguntó Pablo Santaella a sus alumnos de Vera (Almería) después de este gesto para demostrarles que es usual ver a personas que visten diferentes “de la mayoría uniformada” y que no debe importar “el qué dirán”

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
16 abr 2021 / 17:57 h - Actualizado: 16 abr 2021 / 17:59 h.
"Educación"
  • Un maestro da clases en falda para concienciar contra los estereotipos

El joven maestro granadino de Educación Física Pablo Santaella Barcos tomó prestada una falda de su suegra para presentarse en su colegio de Vera, un pueblo de Almería donde tiene este año su destino como docente interino. Las reacciones de los chiquillos fueron diversas, claro: “Unos me preguntaban que si iba a bailar flamenco, otros me decían que me quedaba bien y otros se extrañaban simplemente”, cuenta ahora este maestro de 33 años, casado y con un niño de tres añitos al que, por cierto, inconsciente aún de las absurdas clasificaciones de género, le encanta el rosa, por ejemplo. “Y no pasa nada, ya tendrá tiempo de elegir qué colores le gustan”, dice Pablo tranquilamente, máxime después de haberse convertido en noticia en toda España por ese gesto en clase cuyo objetivo era “transmitir al alumnado que cada uno puede vestirse o ponerse lo que quiera sin importar el qué dirán”. “Desgraciadamente, estamos en una sociedad en la que priman los estereotipos, pero cada vez es más usual ver personas que visten fuera de la norma, o diferentes de la mayoría uniformada”, explica.

El caso es que la semana pasada, al llegar a una clase de 6º de Primaria, “me encontré una encendida discusión entre ellos por el tema de la homosexualidad”, cuenta. Él trató de explicarles que lo importante era la felicidad de cada persona y no su opción sexual, pero en el fragor del debate, una niña lo retó con que si veía normal, por ejemplo, venir en falda a clase. Y dicho y hecho. Dos días después, cuando a Pablo le tocó con el mismo grupo, se presentó en el cole ataviado con una falda de su suegra, su camiseta de siempre y una red de balones al hombro para comenzar las clases. Dio una detrás de otra, porque “tengo todo el horario con mi asignatura”, y al final de cada clase “les he hecho a cada grupo la misma pregunta: ¿He dado la clase peor que ayer, que venía en pantalón? La respuesta ha sido que no”, le ha contado hoy a El Correo de Andalucía antes de entrar en directo en otro programa de televisión a nivel nacional. “La verdad es que esto es una locura, tengo mis redes saturadas, y eso que eran privadas, pero algunos compañeros compartieron la foto y mi reflexión y esto es ya un no parar”, asegura.

Un maestro da clases en falda para concienciar contra los estereotipos

“He recibido gran cantidad de preguntas, comentarios e incluso piropos por parte del alumnado estos días. Mis respuestas han sido naturales, quitándoles importancia, para que vieran que soy el mismo maestro con pantalón que con falda”, sostiene, y añade: “Todo esto es educación, la que demos a nuestros hijos, a nuestros alumnos, y que conste que no incito a los niños a que se pongan falda, pero sí a ponerse lo que realmente les gusta, porque a mí la falda no me gustaba, pero sí me apeteció ponérmela, porque por eso elegí esa profesión vocacional que debe consistir en transmitir valores y ayudarles a ser mejores personas”, insiste.

Criado en una familia de Maracena (Granada) que siempre ha defendido la igualdad, Pablo recuerda la anécdota que siempre cuenta su madre: “Que cuando era pequeño tuvo que comprarme un carrito y una muñeca a mí porque quería jugar todo el rato con la de mi hermana”, o sea, nada nuevo bajo el sol, aunque se cuenta más o menos. “Tengo un hermano y una hermana y mis padres han tenido amigos de todo tipo, también homosexuales, y nunca nos hemos extrañado de nada, lo hemos visto todo con respeto y naturalidad y ya está”.

Su experiencia, solo en la red social Facebook, ha sido compartida ya 11.000 veces, en solo tres días. Y aunque entre los comentarios hay de todo, también críticas, los que se refieren a la falda en sí “se los envío a mi suegra para que se ría”, bromea, pero convencido de que su gesto puede ayudar a fomentar la necesaria igualdad de las personas, vistan como vistan.